No sé quien fue la primera persona que habló de que el tiempo fluía. Heráclito ya había usado la metáfora de un río que fluye para expresar el devenir de las cosas, expresando su idea del carácter cambiante del tiempo con su célebre «todo fluye, todo cambia, nada permanece». En física, fue Newton quien usó recurrentemente esa metáfora como explicación del tiempo. Según Newton el tiempo fluía del pasado al futuro continue et uniformiter (continuamente y uniformemente).
En la actualidad la idea de que el tiempo fluye se considera una metáfora. En la teoría de la relatividad de Einstein el tiempo era sólo una dirección particular en un universo de 4 dimensiones. Nada en la teoría de la relatividad permitiría hablar de un tiempo que fluye, sino que al revés son las partículas las que se mueven a través de él.
Inspirándose en estas discusiones físico-filosóficas, HYT ha recuperado el significado más literal del fluir del tiempo desde que los antiguos egipcios inventaron las clepsidras, prescindiendo de las clásicas manecillas y otorgando todo el protagonismo a la interacción de los dos fluidos inmiscibles encerrados en el capilar circular conectado a dos fuelles en sus extremos. Dicho menisco marca el presente como punto de encuentro entre pasado y futuro, mostrando cómo la gran trituradora del tiempo va convirtiendo instantánea y continuamente el presente en pasado.
Como homenaje a esta idea técnica y filosófica del fluir del tiempo, HYT lanza el H²0 »TIME IS FLUID«, una versión que adopta algunos elementos y acabados decorativos de corte clásico como nexo de unión entre el pasado que éstos representan y el futuro, definido por el indudable carácter vanguardista de HYT.
La base es el ya conocido HYT H²0 (ver artículo aquí), un reloj de 51 mm y casi 20 mm de altura caracterizado por su cristal en forma de cúpula y los indicadores horarios en posición vertical, dos elementos que aportan tridimensionalidad y nitidez a la indicación fluídrica y su mecanismo asociado.
En este nuevo modelo los índices horarios verticales son sustituidos por las letras que forman la expresión que le da nombre: time is fluid. Además, la base del anillo que soporta dichas letras presenta un guilloché Clous de Paris, la misma decoración que presenta la corona.
Pero los principales cambios los vemos en la esfera esqueletada, presidida por una gran subesfera mordida a los 20 minutos por la más reducida disco del pequeño segundero, una indicación que no encontramos en el resto de la colección H²0. Para ello, vemos que el calibre ha sido rediseñado, pasando en órgano regulador a una posición central desde su posición habitual bajo las doce horas.
Ambos subdiales, además de la parte superior de la platina del calibre, muestran una decoración guilloché en diamante. Para aumentar la trascendencia de esta cara más clásica, las manecillas de minutos y segundos abandonan su habitual y radical diseño esqueletado para pasar a tener una forma lanceolada más tradicional.
El H20 »TIME IS FLUID« está disponible en dos versiones, ambas ediciones limitadas de 20 unidades: una en oro amarillo y otra en acero.
