Parmigiani Fleurier Toric Quantième Perpétuel Rétrograde.

Hay piezas que resumen de una manera inequívoca todas y cada una de las características que identifican a una manufactura. El Toric Quantième Perpétuel Rétrograde es, sin lugar a dudas, una de ellas. Todo el saber hacer de Parmigiani Fleurier en cada una de sus vertientes queda plasmado en este calendario perpetuo con indicación de fecha retrógrada.

El Toric Quantième Perpétuel Rétrograde se alberga en una caja que adopta unas elegantes y contenidas dimensiones de 42,5 mm de diámetro y 12,1 mm de altura. Con el oro rojo como material de base, esta caja aplica un acabado pulido en toda su superficie en tanto que mantiene el característico bisel acanalado de esta colección de Parmigiani. Como único elemento de manipulación visible, la corona acanalada y con un zafiro en su cabujón, ocupa su habitual posición a las tres para el remonte y puesta en hora del guardatiempos. El resto de correctores se sitúan en la carrura de la caja a modo de pulsadores encastrados.

La esfera del Toric Quantième Perpétuel Rétrograde responde a todo un ejercicio de legibilidad y proporción, además de actuar como un lienzo sobre el que los artesanos de la manufactura han desplegado sus habilidades en lo que a decoración se refiere. Es precisamente en el escenario que ofrece esta esfera donde se distinguen las dos referencias con las que este reloj de Parmigiani verá la luz. La primera de ellas, la más sencilla, exhibe un acabado graneado en color opalino, en tanto que la segunda adopta una tonalidad pizarra sobre la que se aplica una decoración guilloché que reproduce el patrón del dibujo que podemos observar en las piñas de pino.

El eje central de esta esfera está ocupado por las agujas de horas y minutos con la morfología conocida como de jabalina, construcción semiesqueletizada y las zonas internas recubiertas de tratamiento luminiscente. A estas las acompañan dos agujas adicionales. La primera de ellas, con un contrapeso en forma de media luna, responde al segundero central, en tanto que la segunda, con la media luna esta vez en su extremo y lacada en rojo, es la responsable de la indicación retrógrada de la fecha.

Longitudinalmente y ocupando el eje vertical de este dial encontramos, en primer lugar, una pequeña ventana circular enmarcada en el mismo material que la caja para la indicación del año bisiesto. A continuación, y por encima del punto central de la esfera se ha reservado el espacio para mostrar el nombre de la manufactura. En el caso de la referencia con esfera opalina se trata de una superficie oval, en tanto que en la pizarra se ha optado por dos segmentos rectangulares.

Ya ligeramente por debajo del eje horizontal se dispone de dos ventanillas rectangulares, enmarcadas como la del año bisiesto, cuya función es la de recibir las indicaciones del día de la semana a la izquierda y del mes a la derecha. Finalmente, a las seis y sobre un disco de aventurina azul, se implementas las fases lunares en los dos hemisferios terrestres.

La trasera de zafiro del Toric Quantième Perpétuel Rétrograde deja paso al calibre de remonte automático PF317 que late en su interior a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y entregando una reserva de marcha de 50 horas gracias a dos barriletes montados en serie. El conjunto se completa con una correa de aligátor color habano de Hermès con cierre del tipo hebilla en oro rojo. Los precios de venta recomendados para el Toric Quantième Perpétuel Rétrograde son de 68.000 francos suizos para el modelo con esfera opalina y de 69.000 para el que incorpora la esfera pizarra con decoración guilloché.