Totalmente hermética a cualquier avance o filtración sobre las novedades que cada año presenta, antes en Baselworld, ahora en el Watches and Wonders, un detalle nos indicaba que algo iba a ocurrir en el espectro más elegante de su portafolio: los Cellini ya no aparecía en su web. Efectivamente, el mismo día de la inauguración todo cobró sentido al desvelarse la nueva colección llamada Perpetual, un nombre inspirado en uno de los primeros relojes Rolex equipados con el rotor Perpetual, y en el homenaje al año en que Hans Wilsdorf ideó el nombre Rolex para firmar sus creaciones y registró la marca en Suiza.

Una caja de 39 mm con elementos reconocibles

Aunque Rolex realmente no quiere hablar de eso en estos términos, es evidente que los Perpetual 1908 han nacido para reemplazar la línea Cellini, el fallido intento de atraer aquellos aficionados más clásicos hacia la firma de la corona, y cuya última renovación data de 2014. Visto el interés de la firma por mantener su lado elegante, el Perpetual 1908 me parece un acertado reemplazo de los Cellini, el niño olvidado de la cartera de Rolex. Además de un diseño que particularmente encontraba desacertado, el hecho de tener que recurrir a los dimensionalmente potentes calibres de sus exitosos hermanos deportivos determinó que los Cellini no alcanzar las proporciones adecuadas para lo que debe ser un reloj de vestir con un grosor cercano a los 12 mm.

La caja pulida de 39 mm del Perpetual 1908 se parece mucho a la que Rolex usó para los Cellini Time, Date y Dual Time, destacando sobremanera su característico bisel mitad abovedado y mitad estriado. Sin embargo, el resto del reloj es realmente nuevo y, lo que es más importante, también se percibe diferente y con una estética renovada, mas limpia y armoniosa.

Elegante y sobrio pero típicamente Rolex, el Perpetual 1908 tiene un estilo histórico y clásico inconfundible que está directamente inspirado en los modelos vintage de la marca. La caja mide solo 9,5 mm de grosor gracias al nuevo cal. 7140, una enorme mejora respecto a los Cellini. Evidentemente no es un reloj ultradelgado, pero sí lo suficientemente esbelto como para entrar en la categoría de relojes de vestir. Y ademas nos encontramos la sorpresa de que su trasera está rematada por un cristal de zafiro, una novedad en Rolex (conjuntamente con el Daytona de platino del 50º aniversario). Sin embargo, el acabado del movimiento, aunque agradable, no es impresionante, por lo que no creo que el zafiro trasero agregue un valor añadido diferencial al Perpetual 1908, aunque no por ello deja de ser una buena y estética decisión para diferenciarlo aún más de los Cellini. Por cierto, su hermeticidad es de sólo 50 metros, una cifra muy alejada de sus deportivos congéneres pero suficiente para un reloj de vestir y que se entrega con una delicada correa de cuero.

Esfera limpia, armoniosa y de perfectas proporciones

El Rolex Perpetual 1908 es un reloj de vestir sencillo. Un sólo hora, compacto, sin complicaciones, sin decoraciones innecesarias para remarcar su elegancia. Con una esfera basada en un modelo antiguo de 1931, casi todo en ella está en el lugar correcto y con un tamaño bien proporcionado. En primer lugar, las escalas chemin de fer para los minutos y el pequeño segundero enlazan y mantienen perfectamente unidos todos los elementos, a diferencia del diseño más abierto de los antiguos diales Cellini. Los números bastante grandes 3, 9 y 12 tienen un carácter fuerte gracias a una fuente sans-serif que es tan Art Deco como moderna, aunque con el 9 “abierto”, la esfera también ofrece un toque más afable. Los tres numerales se complementan con índices aplicados de tipo bastón con una longitud perfecta para mantener la proporcionalidad del conjunto. Y sí, incluso me gusta el texto Superlative Chronometer sobre la subesfera, recordando el Rolex Veriflat de la década de 1950.

Pero el elemento más diferencial y controvertido de la esfera son sus manecillas, sobretodo la sobredimensionada aguja horaria de tipo observatorio. Fascinantes y atractivas para unos, demasiado grandes y audaces para otros. Yo me cuento entre los primeros.

El Perpetual 1980 se presenta en cuatro versiones en oro amarillo y blanco, combinadas con esfera blanca o negra. Rolex define al dial blanco como un «blanco intenso», y si bien no se le da ese adjetivo a la esfera negra, la sorpresa al verlo en vivo es que en realidad es un liso negro igual de mate. En cambio, la esfera blanca tiene un ligero efecto granulado que le confiere cierta textura. Personalmente, ésta última, combinada con la caja de oro amarillo, me parece la versión más atractiva, seguida por la más discreta referencia en oro blanco y esfera negra.

Se entregan con una correa de piel de aligátor (marrón para las esferas blancas, de color negro para los diales negros) y un nuevo cierre desplegable llamado Dualclasp que parece recoger un poco mejor la muñeca respecto un cierre estándar de una sola hoja. Según Rolex, el Dualclasp siempre se asienta centrado en la muñeca, ofreciendo una mayor comodidad de uso adaptándose a su forma. Compuesto por dos hojas simétricas plegables, permite accionar fácilmente el mecanismo de apertura y cierre, al tiempo que garantiza un cierre seguro de la correa de piel de aligátor. Un detalle: el forro interior de las correas es de color verde Rolex.

Calibre 7140: delgado y mecánicamente irreprochable

Las esbeltas proporciones del Perpetual 1908 se consiguen gracias al cal. 7140, un mecanismo de remonte automático que combina por primera vez dos tecnologías patentadas de Rolex: el escape Chronergy y la espiral de silicio Syloxi. El escape Chronergy hizo su debut en 2015 y se ha difundido lentamente por el resto de la colección, ofreciendo una eficiencia mejorada. Latiendo a 28.800 alternancias/hora, el movimiento almacena una cómoda reserva de marcha de 66 horas y ofrece un excelente rendimiento cronométrico de -2/+2‎ segundos al día. La masa oscilante de oro amarillo está calada y se asienta sobre un rodamiento de bolas optimizado.

La espiral Syloxi es en realidad más antigua, ya que debutó hace casi diez años en Baselworld 2014, pero no ha tenido una generalización tan rápida como el escape amagnético Chronergy de níquel-fósforo. En contraste con Swatch Group, que ha implementado con éxito espirales de silicio a escala industrial, Rolex ha sido más conservador con el uso de silicio, aferrándose a su espiral Parachrom para la gran mayoría de sus movimientos. Durante los últimos nueve años, la espiral Syloxi ha estado restringida a la familia cal. 223x, una diminuta línea de movimientos de 20 mm reservada principalmente para relojes de mujer como el Datejust de 31 mm. El uso de Syloxi en el cal. 7140 pero no en el nuevo movimiento cronógrafo cal. 4131 sugiere que Rolex sigue comprometido con las espirales metálicas.

Todo ello esté protegido por un puente transversal con amortiguadores Paraflex. Y dado que es visible bajo un fondo de caja de zafiro, Rolex ha hecho un esfuerzo especial en la decoración, con el nuevo grabado Côtes de Genève Rolex, una decoración que se diferencia de las tradicionales Côtes de Genève por una ligera línea pulida entre cada franja.

Precios y opinión

El Rolex Perpetual 1908 ya está disponible en tiendas minoristas y forma parte de la colección permanente. Las dos versiones en oro amarillo tienen un precio de 22.000 €, mientras que las dos en oro blanco suben hasta los 23.300 €, una atractiva propuesta de valor, al menos en lo que respecta a los relojes en metales preciosos. Es aproximadamente un 13 % más caro que un Jaeger-LeCoultre Master Ultra Thin (un reloj con un movimiento decorado de manera similar pero menos avanzado), pero es un incremento razonable dada la excelencia de la ingeniería de Rolex, particularmente en términos de caja y movimiento, y por supuesto, teniendo a favor la fuerza de la marca. Su precio coloca al 1908 al mismo nivel que un A. Lange & Söhne Saxonia. Algunos compradores preferirán la exclusividad, discreción y puentes grabados a mano, mientras que otros buscarán lucir el nombre en el dial. Ni es correcto ni incorrecto, simplemente cuestión de prioridades.

Será interesante ver cómo Rolex desarrolla la colección Perpetual de 1908 en los próximos años y qué efecto tendrá esto en la demanda de relojes de vestir frente a los relojes deportivos que han dominado el panorama en los últimos años. Sin embargo, todavía no estoy seguro de si el 1908 se volverá mucho más popular que sus predecesores Cellini a pesar de ser mejor y más atractivo en todos los aspectos. Después de todo, Rolex simplemente no es conocido por sus relojes de vestir, sino por sus icónicos relojes deportivos como el Submariner, el Daytona, el GMT Master o el Explorer entre otros, mientras que la discreción y la elegancia se centra en los Day-date y Datejust. Las personas que compran un Rolex a menudo quieren que los demás noten que están usando un Rolex. Llamadlo una corazonada, pero dudo que ese sea el caso del Perpetual 1908.

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La caja de estos nuevos Santos-Dumont Skeleton es la misma que nos presentó Cartier en el salón SIHH del 2019 (artículo). Se trataba de una reedición del modelo original de 1904 y lo replicaba con suma fidelidad. El único gran «pero» es que equipaban movimientos de cuarzo, lo cual no tiene nada de malo pero desmonta la finalidad de replicar con rigor el original.

Más tarde, en el 2020, Cartier nos presentaba este reloj en un tamaño XL (artículo), que ya equipaba un movimiento mecánico, el calibre 430 MC. Ahora, Cartier da un paso de gigante y nos presenta el Santos-Dumont en versión esqueleto, lo cual no tienen nada de fidelidad con el original de 1904, pero aporta un interés indudable a la colección.

La geometría y el diseño de caja y bisel no varían en absoluto con los Santos-Dumont que acabamos de comentar. Para estas versiones Skeleton, Cartier opta por el tamaño que denomina «grande», lo que en términos más objetivos significa 31,4 milímetros de lado y 43,5 entre asas.

Como podemos apreciar en la imagen superior, Cartier ofrece el Santos-Dumont Skeleton en tres metales de caja. A la izquierda vemos la versión de oro rosa, la más llamativa, y a la derecha la de oro blanco, la más discreta. En el centro vemos la opción más diferencial y, en mi opinión, más exquisita. Esta referencia recurre al oro amarillo para su caja, pero lo más especial es la laca azul con la que se decora la parte superior del bisel y de las asas.

Lo que realmente otorga la personalidad a este reloj es su esfera, o más bien la ausencia de ella en términos convencionales. Llegados a este punto es importante señalar que estamos ante un reloj esqueleto «auténtico», que basa su estructura en afinar al máximo los puentes que sostienen los elementos del movimiento y ofrecer así la máxima transparencia en ambas caras.

Este esqueletizado clásico tiene poco que ver con muchos relojes de carácter vanguardista actuales, que eliminan la clásica placa de esfera, mostrando así el anverso del movimiento pero sin ofrecer ninguna transparencia.

Lo que nos muestra el cristal de zafiro de la esfera y del fondo de la caja es el nuevo calibre 9629 MC, cuyo desarrollo ha requerido casi dos años a la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds. Su estructura y su geometría cuadrada ya nos delata que es un mecanismo desarrollado totalmente desde cero e ideado específicamente para el Santos-Dumont.

El diseño del esqueletizado es claramente moderno y se aparta de las filigranas que se aplicaban a los puentes de los relojes esqueleto clásicos. A pesar de su aparente frivolidad, el diseño de los puentes aporta una funcionalidad oculta, que es mostrarnos los índices horarios. Los ocho tornillos del bisel colaboran en esta misión, señalando concretamente los de las 1, 2, 4, 5, 7, 8, 10 y 11 horas. Los cuatro índices restantes, los de las 12, 3, 6 y 9, están referenciados por pequeños cuadrados ubicados en los extremos de los puentes y del perímetro de la masa oscilante.

Esta masa oscilantes es precisamente el elemento más original e identitario del Santos-Dumont Skeleton. Se trata de un esquema de micro-rotor, plenamente visible a través de la esfera, en cuya masa oscilante se implementado la figura del «Demoiselle», uno de los aviones históricos diseñado en 1907 por Alberto Santos-Dumont.

Las dimensiones de este nuevo calibre son de 23,2 mm de lado por un grosor de tan solo 4,4 mm. Esta finura es la que hace posible el carácter extraplano del reloj, de únicamente 8 milímetros. Su volante oscila a una frecuencia de 25.200 alternancias por hora (3,5 Hz) y ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 44 horas.

En resumen, aunque la estructura esqueleto no tenga nada de histórica en este reloj, el Santos-Dumont Skeleton es un reloj trascendente en la colección. Aporta un nuevo calibre y una nueva complicación, que además no tiene nada que ver con el Santos Skeleton que ya conocíamos. Su atractivo estético es indiscutible y sus acabados exquisitos. Elegir entre las tres versiones que nos propone Cartier solo depende de los gustos personales de su futura propietaria, o propietario, ya que este reloj se puede calificar perfectamente de unisex. Los precios son los siguientes:

• Santos Dumont Skeleton acero – 33.800 €
• Santos Dumont Skeleton oro rosa – 44.100 €
• Santos Dumont Skeleton oro amarillo – 45.400 €

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El Calendario Perpetuo es una de las complicaciones más icónicas de la Alta Relojería, y lo es por diversos motivos. Uno de ellos es la fascinación que producen entre los apasionados los relojes con múltiples indicaciones en su esfera. Otra es que representa la complicación aspiracional de cualquier aficionado, aquella que escenifica la puerta de entrada al elitista mundo de las Grandes Complicaciones.

La historia del Calendario Perpetuo se remonta al siglo XVIII y a lo largo de su longeva historia, Breguet nos ha ofrecido multitud de relojes con esta complicación. En el que nos ocupa, la nueva referencia 7327, que puede considerarse como el heredero moderno del 5327, la manufactura suiza reúne un buen número de las características que forman parte sus genes y que se han convertido en signos icónicos de la relojería de alto nivel. Vamos a estudiarlos por partes.

La caja del Classique Quantième Perpétuel 7327 refleja el carácter de esta complicación, que ya anuncia su nombre; clasicismo. Redonda, con un bisel muy fino y con asas rectas, encarna a la perfección lo que pensamos cuando suenan los términos reloj y clásico. No por ello debemos confundir la caja de este Breguet con simpleza ya que la exquisitez de sus acabados y de sus detalles está fuera de toda duda. Entre estos detalles encontramos el primer signo identitario de los relojes Breguet, que es la decoración de su carrura en forma de acanaladura vertical.

El grosor de la caja es de tan solo 9,13 milímetros, una finura impresionante para un reloj de carga automática con calendario perpetuo. No me cansaré de repetir que la delgadez de un reloj es una característica que siempre ha distinguido a las grandes manufactura de Alta Relojería. En cuanto al diámetro, Breguet se ha decidido por los 39 mm, un tamaño que considero perfecto para un reloj clásico con bisel fino, ya que visualmente parecerá incluso mayor que un reloj deportivo de cuarenta y muchos milímetros con su grueso bisel. Lo bueno del caso es que al tratarse de un efecto subjetivo, este contenido diámetro beneficia su comodidad de uso.

A ambos lados de la carrura de la caja encontramos los correctores de las distintas indicaciones del calendario. Mediante el punzón que se suministra con el reloj, podemos ajustar el día de la semana (4 h), la fase lunar (4:30 h), la fecha ( 6 h) y el mes (9 h).

Llegamos a la esfera que es donde se concentran la mayoría de signos identitarios de Breguet. El más evidente son las dos agujas centrales «tipo Breguet», con su característica forma «pomme évidée». Estas agujas, junto con las otras que apuntan las distintas indicaciones del calendario, están azuladas al fuego. Otro signo identitario es la célebre «firma secreta», que encontramos grabada entre las 11 y las 12 y entre las 12 y la 1 horas.

Los distintos datos del calendario se reparten, de forma asimétrica, por toda la esfera y todos ellos se indican mediante agujas. Así, entre la 1 y las 2 encontramos el arco que nos indica la fase lunar. Inmediatamente debajo pero más centrado, entre las 3 y las 4 horas, se ubica el indicador del día de la semana. A las 6 horas encontramos un generoso dial que nos muestra la fecha. Entre las 8 y las 9, un pequeño disco nos indica el año bisiesto. Finalmente, entre las 10 y las 11 horas, una aguja nos indica el mes apuntando a un gran índice en forma de arco.

Otra característica que identifica la mayoría de relojes clásicos de Breguet es la finísima decoración guilloché, realizada a mano, con motivo «Clous de Paris» que adorna la superficie de la esfera de este Classique Quantième Perpétuel 7327.

En su conjunto, estas decoraciones, junto con la disposición asimétrica de las indicaciones del calendario, conforman una estética que es fácilmente identificable como propia de un reloj Breguet. Como en todo reloj de esta legendaria firma, la exquisitez y perfección de los acabados de todos los elementos de la esfera quedan fuera de toda duda.

No puedo finalizar este apartado dedicado a la esfera sin establecer una comparación entre el 7327 y su antecesor, el 5327. A pesar de que a simple vista pueden parecer casi idénticas, la esfera delata las sutiles, pero determinantes diferencias. Apreciaremos fácilmente que la ubicación de las indicaciones coincide y que lo que cambia es su diseño, modernizado en el 7327.

Breguet 5327 vs 7327

Una observación más detallada delatará una diferencia fundamental; el 5327 ofrece una indicación de su reserva de marcha, complicación de la que carece el 7327. Esta indicación se ubica entre las 10 y las 11 horas, lugar que ocupa la del día de la semana en el 7327, que a su vez se sitúa justo en el centro de la esfera del 5327. La consecuencia estética es que el 7327 gana en nitidez de esfera. La consecuencia técnica es que pierde una indicación.

Llegados a este punto ya será una cuestión de preferencias elegir entre las dos referencias. Las caja, sus dimensiones y el movimiento son prácticamente idénticos en ambos modelos. La ventaja es que a pesar de ser un claro sucesor, de momento el 5327 se mantiene en el catálogo de Breguet. De todos modos, si alguien está pensando en adquirir uno de ellos y le atrae más el 5327, yo no esperaría demasiado.

Llegamos al corazón del Classique Quantième Perpétuel 7327; su mecanismo. Breguet ha optado por la base del calibre 502 a la que se ha añadido el modulo de calendario perpetuo en su anverso, convirtiéndose así en el calibre 502.3P. Evidentemente se trata de un movimiento ultraplano, de tan solo 4,5 mm de grosor, ya que de lo contrario sería imposible obtener la finura del conjunto del reloj.

El volante del calibre 502.3P oscila a una frecuencia de 3 Hz y ofrece una reserva de marcha de 45 horas. Como todos los relojes Breguet modernos, equipa una espiral realizada en silicio, el mismo material que se emplea en los cuernos de su áncora. La decoración de este calibre está a la altura de su técnica, con un grabado guilloché realizado a mano y puentes achaflanados y decorados con motivo Côtes de Genève.

La conclusión es que Breguet nos ofrece un Calendario Perpetuo que nos puede adentrar en la élite de la relojería mecánica del máximo nivel. Su estética es sumamente refinada y los acabados son irreprochables. En mi opinión, siempre subjetiva, estéticamente supera la versión de la que deriva en elegancia. Las sutiles actualizaciones en el diseño de su esfera aportan un grado de modernidad que incluso beneficia su clasicismo.

Breguet nos ofrece el nuevo Classique Quantième Perpétuel 7327 con caja de oro rosa o de oro blanco. El precio, de 85.000 EUR, es el mismo para ambas versiones. La decisión entre estas dos opciones es plenamente subjetiva, aunque quien valore la máxima discreción probablemente optará por el oro blanco.

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Suena raro hasta contestar «la fecha del Zenith Pilot Big Date Flyback», cuando te repiten la pregunta habitual ¿cual es le reloj que más te ha impresionado del evento ginebrino? Pero vamos por partes.

El Pilot Big Date Flyback, junto con la versión «solo hora» son los dos primeros miembros que inauguran la colección Pilot de Zenith. Lógicamente este Big Date Flyback es, de momento, el tope de gama. Ambos relojes comparten colección y por tanto también comparten diseño externo. Todo se inicia por una geometría de caja inédita con un diseño que destila potencia, una sensación adecuada para una colección de carácter deportivo/profesional como es esta Pilot de Zenith. La base es redondas y en todos su elementos destacan las lineas suaves, pero de proporciones generosas.

El diámetro de la caja del Pilot Big Date Flyback es de 42,5, unas dimensiones sin duda importantes pero coherentes con el estilo y la finalidad de este cronógrafo. Inicialmente Zenith nos ofrece dos versiones de esta caja; en acero y en cerámica negra. Como siempre ocurre en estos casos, la estética del acero beneficia su polivalencia, mientras que la cerámica negra enfatiza la deportividad y el carácter profesional.

La corona y los pulsadores son de dimensiones generosas, algo lógico en este tipo de reloj ya que beneficia su facilidad de uso. El acabado de la caja de la versión de acero combina el satinado de las partes principales con el pulido de sus perfiles. La versión de cerámica negra se decanta por el acabado arenado, que nuevamente enfatiza el carácter industrial/profesional del reloj.

Además de la caja, la esfera es el elemento externo que otorga el carácter de un reloj. La gran batalla en este sentido es dotarla de una decoración que la convierta en identificable con respecto a lo ya conocido. Esto, teniendo en cuenta los siglos de historia de la relojería de alto nivel, es extremadamente difícil de conseguir.

Zenith opta por una decoración con un motivo horizontal, lo cual no es novedoso. Lo que sí es original es que Zenith lo implementa en relieve, con una geometría semitubular. Tanto en la versión de acero como en la de cerámica se opta por el color negro con acabado microgranulado. Para optimizar la legibilidad, los índices horarios se implementan mediante grandes número árabes, aplicados sobre la superficie de la esfera. Estos números y las agujas de horas y minutos está recubiertas por SuperLuminova de color blanco (SLN C1).

La configuración del cronógrafo, con función flyback, es del tipo bi-compax. Ello implica que en la esfera solo encontramos un acumulador del tiempo cronometrado, en este caso el de 30 minutos, ubicado a la altura de las 3 horas. El segundo subdial, situado a las 9, es el pequeño segundero del tiempo local. En el centro encontramos al aguja trotadora del cronógrafo, que al igual que la pequeña aguja del contador de 30′ es de color rojo.

Llegamos al punto clave que es la ventana del gran fechador. Como todo indicador de fecha de gran tamaño, es doble, lo que implica dos discos; uno para las unidades y otro para las decenas. Si obtener un fechador que salte de forma instantánea no es fácil, el de doble disco implica la dificultad adicional de lograr una alineación perfecta y que no se note que la cifra está partida en dos, lo cual no he visto casi nunca.

Siete milésimas de segundo es lo que tarda el fechador en efectuar el salto

Zenith, además de conseguir ambos retos, ha sido capaz de desarrollar un mecanismo que realiza el cambio en unos impensables 0,007 segundos!.

De por sí, la cifra ya es asombrosa, pero no podremos hacernos una idea de lo que representa hasta tener el reloj en la mano y accionar el fechador nosotros mismos. Es impresionante. Este fechador está años luz por delante que cualquier otro del mundo de la relojería mecánica, sea del nivel que sea.

Este  nuevo avance técnico también requiere un nuevo mecanismo que añade este módulo de fechador a la base El Primero, un movimientos de cronógrafo histórico. Se trata del calibre El Primero 3652, un movimiento de carga automática con gran fechador y cronógrafo flyback. Como todos los calibres El Primero, su volante oscila a una alta frecuencia, en este caso a 36.000 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 60 horas.

Como ya hemos comentado al inicio de este artículo, Zenith ofrece dos versiones de caja del Pilot Big Date Flyback; acero y cerámica negra. También he comentado los diferentes caracteres estéticos de cada una de las dos versiones; más versátil la de acero y más deportiva extrema la de cerámica. A partir de aquí, como siempre, lo más importante es la atracción personal que sienta su futuro propietario.

La versión de acero se entrega con dos correas; caucho negro efecto «cordura» y piel de becerro marrón. El cierre es un triple desplegable de acero. La versión de cerámica también se entrega con dos correas; una de caucho efecto «cordura» negra y otra de tonalidad caqui. El cierre es del tipo desplegable triple, de acero con revestimiento de PVD negro.

El precio del Zenith Pilot Big Date Flyback con caja de acero es de 12.300 EUR. El de la versión de cerámica negra es de 14.500 EUR.

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Este último factor, el de la ausencia de engastes, ya lo aplicó Patek Philippe a la gama femenina de su colección Nautilus con muchas versiones de la referencia 7118. La gran diferencia es que el Nautilus 7118, dedicado al público femenino, mide 35,2 mm de diámetro y la caja de este Aquanaut 5261R eleva su diámetro hasta los 39,9 milímetros, un tamaño mayor que algunos de los relojes masculinos de esta manufactura ginebrina.

No veo ninguna razón para no considerar al Aquanaut Luce Annual Calendar 5261R como reloj unisex

Por tanto, ante la ausencia de una decoración basada en gemas preciosas, no veo ninguna razón para realizar un sesgo de género en este Aquanaut. En mi opinión, el 5261R es un reloj unisex, tan valido y adecuado para mujeres como para hombres. De hecho, he visto bastantes veces el planteamiento inverso, con mujeres vistiendo un Calatrava teóricamente masculino.

La caja mantiene el diseño y la geometría propia de todos los Aquanaut y está elaborada con oro rosa. Como ya hemos comentado, su diámetro, medido de 10 a 4 horas, es de 39,9 milímetros. En dicah caja se combinan los acabados pulido y satinado en sus distintas partes, lo que siempre genera una sensación de calidad.

El grosor, medido entre cristales, es de 10.9 mm. La hermeticidad se aparta mucho de los 12 bares de los demás Aquanaut y se queda en 3 bares. Este dato, que puede resultar sorprendente, se explica por los dos pulsadores que se alojan en cada lado de la caja, cuya función es ajustar las indicaciones del calendario.

La esfera sigue el patrón estilístico propio de los relojes Aquanaut, aunque en este caso también se aparta de todo lo visto. El motivo es el segundo gran factor diferencial del Aquanaut Luce Annual Calendar 5261R; aporta la complicación de calendario anual. Esta indicación no solo es primicia en los Aquanaut Luce sino en toda la colección, modelos masculinos incuidos.

Esta complejidad mecánica, patentada por Patek Philippe en 1996, nos ofrece las indicaciones de la fecha, el día de la semana y el mes. La particularidad es que estas indicaciones se ajustan de modo automático, requiriendo tan solo un ajuste a finales del mes de febrero. A ello se suma la indicación de la fase lunar.

Las indicaciones del calendario y de la fase lunar, invierten su sentido en la esfera del 5261R

Otra particularidad que ofrece el 5261R es que las indicaciones del calendario se ubican en la esfera en una disposición que se sale de lo habitual, invirtiendo su sentido.

Así, la fase lunar que habitualmente encontramos a la altura de las 6 horas, aquí se ubica a las 12 horas, justo por encima de la inscripción de la marca. También, al contrario de los demás relojes Patek Philippe con calendario anual indicado por agujas, las indicaciones del día de la semana y del mes invierten su posición, pasando la primera a las 3 horas y la segunda a las 9.

El fondo es de un atractivo y elegante gris azulado y en él encontramos grabado el característico patrón que distingue a las esferas de los relojes Aquanaut. Los índices horarios, en forma de números árabes, son aplicados y están realizados en oro rosa. Este mismo metal noble se utiliza para elaborar las agujas de horas y de minutos. A todos estos elementos, agujas e índices, se les aplica un revestimiento luminiscente.

Todas las particularidades que hemos mencionado, han requerido de un nuevo  mecanismo, el calibre 26-330 S QA LU. Se trata de un movimiento de carga automática por rotor central, cuyo volante oscila a un a frecuencia de 28.800 alternancias por horas y ofrece una reserva de marcha de entre 35 y 45 horas.

Como ya indica su referencia, la base es el calibre 26-330, estrenado en el año 2019 por el exquisito calendario semanal 5212A (artículo). A esta misma base, el calibre 26-330 S QA LU le añade el modulo de calendario anual y fase lunar.

Este calibre mantiene, desde luego, los avances técnicos que ya aportó en el 2019, como son, y cito a Patek:  una “rueda de ajuste de juego” que evita cualquier riesgo de vibración de la aguja del segundero o una “rueda de desembrague” que mejora la eficacia y la fiabilidad del sistema de carga automática.

El Aquanaut Luce Annual Calendar 5261R se entrega con una correa de material compuesto, resistente a la luz y al desgaste, que reproduce el mismo color que la esfera. El cierre es desplegable y está realizado en oro rosa.

Por los motivos que ya he comentado, mis conclusiones acerca del 5261R no pueden ser más positivas, pero se podrían resumir en dos puntos; no adorna su caja con engastes de piedras preciosas e introduce por primera vez la complicación de calendario anual en la colección Aquanaut.

Patek Philippe califica a este Aquanaut como «Luce», término que utiliza para nombrar a los relojes femeninos de esta colección. Personalmente no aprecio ninguna característica, ni objetiva ni subjetiva, que lo haga más adecuado para una mujer. Con ello no quiero dar a entender que no es apropiado para el público femenino, sino que lo es por igual para ambos géneros. Yo lo llevaría sin ningún tipo de problema. El precio del Aquanaut Luce Annual Calendar 5261R es de 61.500 EUR.

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Las cajas de los MP de Hublot se apartan de todo lo que podamos considerar como convencional y no lo hacen por capricho ya que se adaptan a la configuración extrema de los movimientos que protegen en su interior. Por tanto, es difícil seguir nuestra pauta habitual de tratar los elementos del reloj de forma totalmente aislada.

Debido a esta necesidad adaptativa, no existe un diseño común a todos los MP que ha creado Hublot, aunque todos tienen en común que su geometría es indefinible. Afortunadamente vivimos el siglo XXI, donde la imagen en todos los formatos y medios imaginables es una constante, porque de lo contrario sería imposible transmitir solo con palabras el diseño de la caja del MP-13.

El diseño de la caja del MP-13 es una adaptación del que ya vimos en los MP-09 (artículo) y difiere totalmente del de los MP-11 (artículo) o los MP-05 (artículo). La causa es que el MP-13 y el MP-09 comparten el mismo tourbillon biaxial y el motivo del espectacular cubículo de su parte inferior es poder mostrar la doble rotación de este elemento en todo su esplendor.

El material elegido por Hublot para elaborar la caja del Hublot MP-13 Tourbillon Bi-Axis Retrograde es el titanio, la que se aplica un acabado satinado. Este metal es una elección lógica ya que su ligereza compensará su tamaño, de 44 mm de diámetro por 16,7 mm de grosor. Especialmente su altura es más que notable, pero no podemos esperar otra cosa de un reloj de vanguardia cuya finalidad es lo extremo.

Como ya denuncia su nombre, el MP-13 Tourbillon Bi-Axis Retrograde añade a la alta complicación de tourbillon bi-axial la de indicación retrógrada. De hecho son dos las indicaciones de este tipo que n os ofrece y por tanto una denominación más precisa sería «bi-retrograde».

Las indicaciones retrogradas complican mucho el I+D de un calibre, pero no aportan nada a nivel práctico. Ya sé que dicho así suena muy mal, pero es lo cierto. Lo que aportan las indicaciones retrógradas no es nada objetivo. Lo que generan a los apasionados, conocedores y coleccionistas es un atractivo fascinante y difícil de describir. Por tanto, cumplen la principal misión de cualquier complicación relojera mecánica; enamorar a su futuro propietario.

El principio de funcionamiento de una indicación retrógrada es un índice en forma de arco recorrido por una aguja que cuando llega a su final retrocede al inicio para seguir con la medición de forma prácticamente instantánea. Este proceso genera un gran choque en muchos de los elementos que componen el mecanismo retrógrado y además consume mucha energía, las dos grandes dificultades con las que se enfrenta el diseñador de estos movimientos.

Lógicamente, la gran protagonista estética de los relojes con indicaciones retrógradas es su esfera, que es donde se muestran. En el caso del MP-13 observamos con claridad dos grandes arcos que abarcan un recorrido de lo que en un reloj convencional serían entre las 8 horas y las 4.

El índice más externo es el de los minutos y por tanto está dividido en 60 fracciones, indicadas cada cinco de ellas por número árabes. El segundo arco, ubicado inmediatamente hacia el interior de la esfera, es el que nos indicará las horas, en este caso referenciadas por 12 números árabes. Ambos índices son recorridos por dos agujas esqueletizadas de buen tamaño.

Un detalle técnico importante es que la aguja horaria se mueve a saltos entre una hora y la siguiente, mientras que el recorrido de la aguja de los minutos es continua. Esto puede parecer un detalle intrascendente, pero no es así, ya que facilita enormemente la lectura precisa del tiempo.

El mecanismo responsable de estas indicaciones y complicaciones es tan impresionante como la caja que lo envuelve. Se trata del calibre HUB6200, un movimiento de carga manual que incorpora las complicaciones e indicaciones de tourbillon bi-axial y retrógradas.

El tourbillon bi-axial, desarrollado internamente por Hublot, cuenta con dos ejes. En uno de ellos el tourbillon realiza una vuelta completa cada minuto y en el otro la realiza cada 30 segundos. Esto genera un movimiento tan hipnótico como el de las indicaciones retrógradas. Este mecanismo bi-axial se presentó por primera vez en el MP-09 del 2017.

El calibre HUB 6200 está compuesto por 374 piezas. Su volante oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y ofrece una reserva de marcha de 96 horas. Estos 4 días de reserva de marcha resultan asombrosos si tenemos en cuenta el enorme consumo de energía que generan, tanto el tourbillon bi-axial como las indicaciones retrógradas.

La imagen superior es más explicita que mil palabras. Saltando muchos pasos intermedios, en ella vemos la evolución del montaje de este Hublot MP-13. Abajo a al derecha vemos el calibre ya montado pero desnudo. A la izquierda vemos como se le ha añadido lo que en un reloj convencional sería la esfera, pero que en este se limita a los dos índices retrógrados y a las agujas. Finalmente, en la parte superior, vemos como el conjunto ha sido introducido en el interior de la caja.

El Hublot MP-13 Tourbillon Bi-Axis Retrograde es un reloj elitista, destinado a los privilegiados que suspiran por una de estas obras de arte mecánicas vanguardistas de pulsera. En consecuencia, también es elitista su precio, de 165.000 EUR. De este Hublot MP-13 solo se producirán 50 piezas numeradas. No me cabe duda de que el número de aspirantes a él multiplicará esta cifra.

La entrada Hublot MP-13 Tourbillon Bi-Axis Retrograde; un nuevo extremo se publicó primero en Watch Test.

Difícilmente encontraremos una colección relojera en la que resulte más difícil innovar, incluso evolucionar, que en la Calatrava de Patek Philippe. Se trata de una gama de relojes que no tienen ningún signo identitario, ni técnico ni estético. Los relojes de esta colección solo comparten dos características; su caja es de geometría redonda y no incorporan complicaciones o indicaciones adicionales a las básicas de horas, minutos, segundos y fecha.

No obstante, en los últimos años, Patek Philippe también ha utilizado el nombre Calatrava para relojes con complicaciones medias, como el segundo huso horario, el calendario anual o el reciente calendario semanal. El resultado es que referirse a un Patek Philippe Calatrava puede resultar bastante confuso. El Calatrava Travel Time 5224R entra de lleno en esta última categoría ya que nos ofrece la complicación de Horas Universales, pero de una forma totalmente inédita. ¿Como se crea algo nuevo partiendo de esta base y sin apartarse de una caja de diseño redondo? Vamos a ver como lo ha hecho Patek Philippe con el Calatrava 5224R.

Una caja simple, pero sofisticada

Como siempre, empezamos por la caja, que como ya hemos dejado claro tiene que ser redonda. Aquí podemos observar que Patek Philippe ha aplicado en ella las sutilezas de diseño que la apartan de un objeto anodino. Esta es una evolución que hemos visto en los años más recientes en diversos de sus relojes. Este refinamiento de la caja se inició en el 2013 con el 5227 (artículo) y luego ha ido evolucionando con otras variantes en sus formas, como es el que encontramos en el reciente Calendario Semanal 5212A (artículo).

Este diseño, el del 5212A, es el que adquiere la caja del 5224R que hoy nos ocupa. Esta geometría se distingue por los elaborados perfiles a varios niveles de las asas y por la prominente forma convexa de la carrura. En esta caja todo son suaves curvas, apartándose de la austeridad y las formas rectas de otros Calatrava.

Las dimensiones son de 42 milímetros de diámetro por tan solo 9,85 de grosor, una delgadez extraordinaria si tenemos en cuenta la complicación adicional que ofrece este reloj. Gran parte del mérito de esta finura es del esquema de micro-rotor que emplea su movimiento para originar el automatismo. En cuanto a los 42 mm de su diámetro, es un tamaño bastante grande para tratarse de un reloj clásico y más tendiendo en cuenta que es un Patek Philippe. El material elegido para elaborar la caja de este 5224R es el oro rosa, pero sin duda veremos otras versiones en los próximos años.

El fondo de la caja del Calatrava Travel Time 5224R es tan atípico en el sector relojero como típico en esta manufactura ginebrina. En él no encontraremos ni la más mínima inscripción. Tan solo en el fondo de las asas podremos observar los minúsculos grabados PP Cº referente a la marca y los del metal noble empleado en la caja y su pureza, nada más.

En la esfera se encuentra la clave del Calatrava Travel Time 5224R

Nitidez y legibilidad son los calificativos que mejor definen la esfera del 5224R. Esto es algo inherente a un reloj «solo hora» pero poco común en un reloj con indicaciones adicionales. Aun resulta menos frecuente en un reloj que nos indica las horas mundiales, como es el caso que nos ocupa. Habitualmente, lo más común en este tipo de indicación, incluso en Patek Philippe, es implementar una aguja central complementaria que recorre el mismo índice de horas y minutos que las del tiempo local. Este sistema requiere de una segunda indicación que nos aclare si la hora a la que apunta la aguja es AM/PM en algunos o día/noche en otros.

La solución de Patek Philippe a esta necesidad es mucho más simple. Implementa un anillo perimetral con la indicación de 24 horas, alternando números y bastones. Ello evita la necesidad de una indicación secundaria para saber si se refiere al periodo diurno o al nocturno. Así, leyendo la imagen anterior, nos dice que son las 10 horas y 8 minutos, mientras que en el segundo huso horario son las 4 horas y los mismos minutos de la madrugada. Mayor claridad y simplicidad, imposible.

Un detalle anecdótico es que Patek Philippe decide que en esta escala, las 12 del mediodía coincidan con las doce de un índice horario convencional. De este modo, desconozco si de forma intencionada, la mitad del día que corresponde aproximadamente al periodo diurno ocupa la parte superior de la esfera y el nocturno la zona inferior.

Para ajustar la aguja del segundo huso horario, Patek Philippe recurre a un sistema patentado que estrenó en el 5326G del 2022, que permite realizar esta operación sin la necesidad de recurrir a pulsadores externos. La aguja calada del segundo huso horario se regula mediante la corona extraída hasta su posición intermedia, que permite ajustarla en los dos sentidos mediante saltos de una hora.

A la altura de lo que serían las 6 horas, encontramos el pequeño segundero. Enmarcando el anillo del segundo huso horario se ubican dos índices. El más externo, con diseño «chemin de fer» es el que contiene las divisiones de los minutos y los puntos que nos indican las horas. El índice central contiene doce divisiones y refuerza la indicación del segundo huso horario. Esta extrema simplicidad en el diseño de la esfera del 5326G ha llevado incluso a Patek Philippe a prescindir de fechador, algo poco frecuente en sus relojes con complicaciones,

En cuanto al apartado estético y decorativo, Patek Philippe ha elegido un atractivo color azul para el fondo de la esfera, cuyo círculo central se decora con un elegante grabado circular. Los número e indices del segundo huso horario son aplicados y realizados en oro rosa. Las agujas de la hora local y los índices del segundo huso horario se recubren mediante un revestimiento luminiscente.

El Patek Philippe Calatrava Travel Time 5224R emplea el Calibre 31-260 PS FUS 24H. Se trata de un moderno movimiento automático mediante micro-rotor que está destinado a sustituir al famoso y venerado calibre 240.

El calibre 31-260 PS FUS 24H es la nueva referencia para los Patek Philippe Travel Time

En su versión REG QA (regulador y calendario anual), el calibre 31-260 fue estrenado en el 2011 con el Annual Calendar Regulator 5235. Después de una importante actualización técnica, Patek Philippe ha incorporado este calibre de base a otras referencias y complicaciones. El primero fue el In-Line Perpetual Calendar 5236P del 2021 (artículo) y a continuación llegó el turno del Annual Calendar Travel Time 5326G del 2022 (artículo).

En el apartado técnico, la actualización de este calibre con respecto al del 2011 es de enorme calado. Un primer avance es el incremento de la frecuencia de oscilación de su volante hasta las 28.800 alternancias por hora. También ha evolucionado el conjunto de su sistema de generación y gestión de energía, con su sistema de doble barrilete y con el empleo de platino para elaborar la masa oscilante de su micro-rotor, lo que incrementa la eficiencia de carga.

El calibre 31-260 PS FUS 24H incorpora las tres innovaciones patentadas que estrenó el 5326P, que son las siguientes:

• Puesta en hora en tres posiciones (patente suiza CH 716383 B1 publicada el 29.07.2022)
• Muelle de huso lineal (patente europea EP 3650953)
• Tensor (Delta) de inercia (solicitud de patente europea EP 3822711 A1)

En el apartado estético, los puentes ha sido totalmente rediseñados, resultando ahora michos más atractivos. Los acabados no hace falta ni mencionarlos ya que, como en cualquier movimiento Patek Philippe, son irreprochables. Al igual que el conjunto del reloj, el calibre 31-260 PS FUS 24H ostenta el Sello Patek Philippe, lo que implica una enorme exigencia, tanto técnica como de acabados, incluyendo una excepcional garantía cronométrica, de un máximo de -3 +2 segundos de desviación diaria.

Calatrava Travel Time 5224R; las conclusiones

Como resumen, puedo sentenciar que el Calatrava Travel Time 5224R escenifica una nueva vuelta de tuerca de Patek Philippe hacía su futuro, una tendencia que se ha iniciado en los años más recientes y que implica un enorme salto positivo en el diseño estético de sus relojes. Asimismo, siguiendo la pauta de Patek a lo largo de su historia, el movimiento que equipa este Travel Time demuestra que el desarrollo técnico de sus calibres no cesa.

Por tanto, resulta muy difícil encontrar algo que objetar al 5224R, un Travel Time en el que si escondemos la aguja del segundo huso horario debajo de la de las horas, transmitirá la sensación de ser un reloj sin ningún tipo de complicación, con la extrema elegancia que ello permite. Además, el conjunto estético que transmite me resulta sumamente atractivo y elegante.

Quizás, siendo muy estricto, sus 42 milímetros de diámetro, unidos al espectacular contraste que crea el oro rosa de su caja con el azul de la esfera, generan que con este reloj su propietario no pasará desapercibido. Este factor, el de ser polo de atracción, se puede considerar como una buena o una mala noticia. Todo dependerá de las preferencias de su propietario. El precio del Calatrava Travel Time 5224R es de 57.360 EUR.

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Para encontrar el origen de la referencia 6007 debemos trasladarnos al año 2020, cuando Patek Philippe presentó un reloj conmemorativo de la ampliación de su manufactura ginebrina de Plan-les-Ouates. Este reloj fue el Calatrava 6007A, que analizamos en este artículo y que implicaba dos hechos muy poco usuales en la histórica manufactura suiza. El primero es que su caja estaba realizada en acero, algo que aun es raro en relojes Patek de carácter clásico. El segundo factor fue aun más inusual y es el hecho de que se emitió en formato de edición limitada a un número determinado de unidades, en este caso 1.000 piezas, una cifra bastante considerable.

Calatrava 6007A

Como era de esperar, esta edición se agotó con suma rapidez y pasados casi dos años desde su lanzamiento sin más noticias, todo parecía indicar que el Calatrava 6007 se quedaría en un hecho puntual. Bien, ahora ya podemos decir que no es así, ya que Patek Philippe acaba de presentar al unísono tres nuevas versiones de esta referencia que pasarán a inaugurar su saga en el catálogo regular de la firma ginebrina.

Como nos indica la G de su referencia, estos nuevos Calatrava recurren al oro blanco para elaborar su caja, lo que implica la primera gran diferencia con el 6007A, que se decantó por el acero. A partir de aquí, nada difiere con la primera versión del 2020, ni en su elementos externos ni en su mecanismo.

Una caja extremadamente sobria, carente de cualquier artificio

La caja de los Calatrava 6007 se caracteriza porque huye de sofisticaciones. Se podría afirmar que es el concepto Bauhaus de diseño elevado a la máxima expresión. Su carrura, que incluye las asas, es totalmente lisa y carece de la más mínima decoración. El acabado es pulido, el mismo que encontramos en el bisel, que adquiere una geometría muy abombada, un detalle que parece ser el signo de identidad de la caja de los Calatrava 6007.

Las dimensiones de la caja tampoco difieren de la edición especial del 2020; un diámetro de 40 milímetros y un grosor de 9,07 mm. Se trata de una diámetro comedido que se ubica en el punto justo que requiere un reloj de carácter desenfadado, como es el 6007, sin llegar a resultar excesivo. El grosor, como es preceptivo en cualquier reloj Patek Philippe, antepone la finura a cualquier otra consideración. Este era un rasgo distintivo e irrenunciable en cualquier reloj que se quisiera considerar de «Alta Relojería» y que lamentablemente en los últimos años se ha dejado bastante de banda.

El fondo de la caja del Calatrava 6007A equipa un cristal de zafiro que nos permite admirar el mecanismo que protege. La superficie metálica periférica conserva una de las características más sorprendentes de Patek Philippe; carece de la más mínima inscripción. Habituados a fondos de caja que son una verdadera obra literaria por la cantidad de texto grabado que exhiben, siempre me ha resultado sorprendente (por lo positivo) esta austeridad de los relojes Patek Philippe.

El calibre 26-330 S C aporta fiabilidad y grandes cualidades técnicas

Nuevamente, el mecanismo que utilizan los 6007G es el mismo que el del 6007A. Se trata del calibre 26-330 S C, la versión moderna del 324 S C, que además de las actualizaciones técnicas pertinentes, retoma el estilo de nomenclatura que era propio de todos los calibres suizos, con referencia directa a su diámetro aproximado (en este caso 27 mm) y a su grosor (3,3 mm). El 26-330 S C es un movimiento de carga automática cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de entre 35 y 45 horas. Por supuesto, al igual que el conjunto del reloj, ostenta el Sello Patek Philippe (artículo), lo que implica una excepcional garantía cronométrica de -3 +2 segundos/día.

Y llegamos a la esfera, que es el elemento que concede el carácter tan especial a estos 6007G. Es de una estética que podríamos definir como juvenil, un concepto que pocos asocian con los relojes Patek Philippe. Esta especial estética se la conceden los colores vivos que encontramos en detalles de la esfera y en el pespunte de las correas. En su centro se mantiene el grabado con motivo “carbon”, con el que Patek quiere dotar a la esfera de un detalle tecnológico y deportivo.

Ya habréis percibido que llegado a este punto he empezado a pluralizar ya que no es un 6007G el que nos desvela Patek Philippe, sino tres!, otro hecho insólito en la legendaria manufactura ginebrina. Que Patek presente simultáneamente dos versiones estéticas de un mismo reloj ya es un hecho sumamente raro. Que sean tres es algo que no recuerdo que haya sucedido con anterioridad.

Las referencias concretas de estos tres Calatrava son 6007G-001, 6007G-010 y 6007G-011. Como en todo reloj Patek Philippe, las últimas 3 cifras hacen referencia a la esfera, que en este caso son las que adoptan detalles en color amarillo, rojo y azul respectivamente.

Colores llamativos como protagonistas, un concepto inédito en Patek Philippe

Ya habíamos visto algún Patek Philippe con detalles en rojo y en azul, pero eran tonalidades mucho menso vivas y saturadas que las del los 56007G. En cuanto al amarillo, yo no recuerdo ningún reloj Patek que lo incluyera. Lo paradójico es que estos colores tan desenfadados estén asociados a la utilización de oro en su caja, una característica muy poco juvenil, mientras que la versión inicial del 2022, mucho menos informal, recurría al acero parta su caja. Pero ya sabemos lo que ocurre con Patek y los metales plebeyos; en los últimos hemos percibido una muy leve apertura en este sentido, pero sigue siendo territorio casi tabú.

Estos alegres colores los encontramos en los puntos más gruesos que señalizan los 12 periodos del índice interno y en la aguja de los segundos. Dicho así puede parecer poca cosa, pero su contraste con el negro del fondo de las esferas los convierte en extremadamente llamativos. Todo ello se ve acentuado por el mismo contraste que se genera entre el negro de la tela de las correas y el color de los pespuntes.

Mis sensaciones acerca de los 6007G son un tanto contradictorias. Por una parte me parece positivo que Patek se acerque a un público más joven, que es el futuro del sector, con estéticas más desenfadadas. Por otra parte, que se combinen estas estéticas con metales preciosos en las cajas, con el elevado precio que ello conlleva, parece ir en dirección contraria.

Después de la desaparición del Nautilus 5711/1A y de las enormes listas de espera que ha generado en el Aquanaut de acero, creo que hace falta de forma urgente un reloj Patek Philippe que represente la puerta de entrada a su universo. Ahora el desembolso mínimo es de prácticamente 40.000 EUR, lo cual es una cifra muy restrictiva para un público joven.

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A lo largo del tiempo, de vez en cuando, se han desarrollado versiones extremas de estos iconos de la relojería, con un carácter focalizado casi exclusivamente a ser utilizados en actividades subacuáticas. Este es el caso del Fifty Fathoms Tech Gombessa, pero con matices muy importantes. Si normalmente estos relojes extremos se centran en ofrecer incrementos exagerados de su hermeticidad, este Blancpain se focaliza en otros aspectos muy distintos. Vamos a verlo por pasos.

Una caja potente

La caja del Fifty Fathoms Tech Gombessa ya delata que ha sido desarrollada con parámetros puramente profesionales. Ello se percibe primeramente por la utilización de titanio grado 23 para elaborarla, el más puro que existe. Se trata de un material que pesa la mitad que el acero pero al que prácticamente iguala en cuanto a dureza. Por tanto, es una elección de material perfecta para un reloj de carácter profesional.

Sus dimensiones, de 47 mm de diámetro por 14.81 mm de grosor, también son coherentes con las exigencias de un reloj profesional de buceo. Uno de los parámetros críticos de este tipo de reloj es que debe ofrecer una gran legibilidad, incluso debajo del agua. Por lógica, ello pasa por una esfera de gran tamaño, lo que condiciona directamente el diámetro de la caja que la protege.

En la parte izquierda de la carrura encontramos la válvula de Helio, un elemento indispensable en inmersiones a grandes profundidades. Cuando los profesionales realizan estas prácticas de buceo, durante la fase de ascenso deben efectuar la fase de descompresión en cámaras dedicadas a ello, que contienen mezclas de aire con un elevado porcentaje de helio. Las moléculas de este gas son tan ínfimas que penetran por las juntas del reloj, pero es posible que durante la descompresión el helio no se escape con la suficiente velocidad, generando una presión que puede provocar que se suelte el cristal. La válvula, ya se manual o automática, deja escapar el Helio cuando hay un exceso de presión en el interior del reloj.

Aparte de estas características, comunes a la mayoría de relojes de buceo de carácter profesional, el bisel de cerámica del Fifty Fathoms Tech Gombessa sorprende por una característica que formará parte del ADN de este reloj y que no aporta ningún otro. La observación inicial de este bisel genera extrañeza a cualquier persona que no practique el buceo de forma profesional; ¿Que sentido tiene una escala de 3 unidades? Pues tiene todo el sentido del mundo en buceo moderno ya que se basa en la duración aproximada de 3 horas de los sistemas modernos de botellas de aire. Por ello encontramos en el bisel intervalos fuertemente señalados de 30, 1, 1:30, 2, 2:30 y 3 horas, que indicaran permanentemente el tiempo que se ha consumido de aire.

Una última característica totalmente atípica de la caja del Fifty Fathoms Tech Gombessa es que carece de las típicas asas necesarias para fijar la correa. En lugar de ello, podemos ver como la correa de caucho negra que equipa se une directamente a la carrura mediante unas fijaciones ubicadas en el fondo de la caja.

Muy coherentemente, Blancpain se limita a ofrecer una hermeticidad de 30 bares (aproximadamente 300 metros) en el Tech Gombessa, una resistencia a la presión más que suficiente para casi cualquier actividad de buceo que pueda realizar el ser humano ya que el record mundial está en 332 metros.

Una esfera de máxima legibilidad

Llegamos a la esfera del Fifty Fathoms Tech Gombessa, un elemento en el que predomina ante todo la extrema claridad de sus indicaciones. Para ello, Blancpain recurre al máximo contraste que genera su fondo negro mate con el tono anaranjado de los índices horarios y de las agujas que los recorren.

Estos índices, de fuerte relieve, están tratados con una sustancia luminiscente que en condiciones de oscuridad emite un tono azul. En la esfera apreciamos las tres agujas centrales habituales, de horas, minutos y segundos. Pero las convenciones se acaban con una cuarta aguja, también central, que es la que nos indica el periodo de tres horas, dividido en tramos de 5 minutos, de la escala del bisel. Se distingue de la aguja segundera por la forma de su punta. La imagen superior nos muestra que el buceador ha consumido aproximadamente 1 hora y 10 minutos de las 3 horas de aire que le ofrece su sistema de botellas.

Un mecanismo avanzado y fiable

La aguja que acabamos de describir realiza un giro completo a la inusual frecuencia de 3 horas. Lógicamente ello debe calificarse como una complicación mecánica adicional, que en consecuencia requiere de un nuevo mecanismo. Este es el Calibre 13P8, un movimiento de carga automática cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.

El sistema de doble barrilete que equipa permite una generosa reserva de marcha de 120 horas. Este calibre consta de 204 componentes, su diámetro es de 30,6 mm y su grosor de 5.65. A igual que la mayoría de relojes de las marcas de alto nivel del Swatch Group, este movimiento equipa una espiral de silicio. El fondo de cristal de zafiro del Tech Gombessa nos permite apreciar el reverso de este movimiento y nos muestra la rara combinación que ofrece de carácter industrial y acabados de Alta Relojería.

Conclusiones

El nombre de Gombessa viene de la sociedad del mismo nombre, co-fundada por Blancpain, cuyo objetivo es investigar y preservar la vida de los mares y los océanos. Por tanto, se gtrata de un proyecto que no puede ser más afín con el Fifty Fathoms, el «primer reloj de buceo moderno». En este año 2023 se celebra el 70 aniversario del lanzamiento del primer Fifty Fathoms en 1953 y Blancpain ha decidido celebrar este aniversario por fases.

La primera se desveló el Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 1 (artículo). Ahora ha llegado el turno del segundo Acto de este aniversario con el Tech Gombessa que acabamos de ver, un reloj de carácter extremadamente profesional que además cumple con los genes de innovación propios de este legendario reloj de buceo.

¿Es el Fifty Fathoms Tech Gombessa un reloj para todo el mundo? Mi respuesta es un claro no. No digo que deba estar reservado para buzos profesionales pero sí para personas firmemente ligadas con las actividades acuáticas. En la imagen, tomada en Madrid el pasado día 13 durante el acto exclusivo de presentación de este reloj, se puede ver este Tech Gombessa ceñido a mi muñeca, que es más bien delgada. Inesperadamente, una vez puesto no trasmite la sensación del tamaño que realmente tiene. De todos modos, utilizarlo en el día a día sería como recurrir a un tanque para circular por la ciudad. Por contra si ya posees algún reloj de alto nivel para un uso diario y te apasiona el ambiente marino, esta es una opción a considerar muy seriamente como segundo o tercer reloj.

Sorprendentemente, Blancpain no ha decidido emitir el Fifty Fathoms Tech Gombessa en formato de edición limitada, con lo que pasa a formar parte del catálogo de producción regular de la marca suiza. Su precio es de 28.950 EUR.

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El Code 11.59 Universelle RD#4 se une al Grandmaster Chime de Patek Philippe (artículo) y al Celestia de Vacheron Constantin (artículo) en lo que parece una nueva batalla encubierta entre los miembros del triunvirato histórico de la alta relojería por desarrollar el reloj de pulsera más complicado del mundo.

Si determinar que un reloj es el más plano del mundo en su categoría es algo fácil ya que basta con recurrir a un pie de rey para medirlo, hacer lo mismo con el reloj más complicado del mundo es imposible. Primero habría que determinar qué es una complicación y qué no lo es, algo que no está ni definido ni consensuado. Luego habría que determinar qué complicaciones son más importante o complejas para valorar el aspecto cualitativo. Por tanto, entrar en un debate competitivo por esta cuestión, aparte de subjetivo es estéril. Por ello, al igual que en casos similares, nos limitaremos a enunciar objetivamente lo que nos transmite Audemars Piguet.

El calibre 1000, único responsable de toda esta complejidad mecánica, esta formado por 1.155 piezas que en su conjunto ofrecen 40 funciones que incluyen 23 complicaciones, entre las que destacan una Grande Sonnerie Supersonnerie, una repetición de minutos, un calendario perpetuo, un cronógrafo flyback con rattrapante y un tourbillon volante.

Este calibre también incorporara los tres últimos avances I+D de la Manufactura Audemars Piguet: la Supersonnerie del 2015 (RD#1), el movimiento con calendario perpetuo ultraplano del 2018 (RD#2) y el oscilador con mayor amplitud del 2022 (RD#3). En conjunto, todo da lugar al desarrollo RD#4 con el que se apoda este calibre. Para ser precisos pasamos a enumerar la larga lista de complicaciones y dispositivos técnicos que ofrece el Code 11.59 Universelle RD#4.

CRONOGRAFO

• Cronógrafo (segundero central)
• Ratrapante
• Contadores de minutos (semiinstantáneos)
• Contador de horas (continuo o de arrastre)
• Función flyback
• Accionador de ratrapante mediante pulsador coaxial de la corona
• Conmutador de embrague giratorio para evitar saltos de las agujas al iniciarse

SONERIA

• Repetición de minutos (presionando un pulsador)
• Grande Sonnerie (modo)
• Petite Sonnerie (modo)
• Silencio (modo)
• Silencio de los cuartos (regulación del silencio entre las horas y los minutos)
• Bloqueo de la activación automática y manual cuando el barrilete no está suficientemente armado
• Armado automático del barrilete de Grande Sonnerie Supersonnerie
• Selección del modo de sonería girando el pulsador de puesta en marcha/parada del cronógrafo
• Aislamiento del armado automático al ajustar la hora
• Caja de resonancia transparente
• Regulador silencioso de la velocidad de sonido

CALENDARIO

• Calendario perpetuo
• Indicación de la fecha
• Indicación del día (por discos o ventanilla)
• Indicación del mes (por discos o ventanilla)
• Indicación de las fases lunares Indicación del año
• Semigregoriano (calendario automático hasta 2400)
• Luna astronómica precisa
• Rápida corrección de la fecha hacia delante y hacia atrás (mediante la corona a las 3 horas en posición 2)
• Fecha grande, decenas y unidades
• Rápida corrección del día de la semana mediante un pulsador a las 9 horas
• Rápida corrección del mes y el año hacia delante y hacia atrás mediante rotación parcial del pulsador a las 4 horas
• Imagen de la Luna (mediante dos discos) Indicación del año mediante dos discos (decenas y unidades)
• Rápida corrección de las fases lunares mediante un pulsador específico
• Transición asegurada 31 → 1 y 1 → 31 (dispositivo anti rotura)

OTROS

• Tourbillon
• Carga automática
• Apertura automática de la tapa “secreta” del fondo
• Tourbillon volante
• Gran amplitud

Una vez enumerada esta exhaustiva lista, es importante señalar que Audemars Piguet ha desarrollado dos versiones del calibre 1000, la convencional (izquierda de la imagen) y la esqueleto (derecha). Con el reloj ya montado, la versión convencional estará cubierta por la base opaca de la esfera y la versión esqueleto se verá tal como se muestra en la imagen.

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Efectivamente, hace tan solo 2 años, Hublot nos presentó una reedición de este mismo reloj con motivo de su 40 aniversario (artículo). A priori, esto podría enervar a los propietarios de esta versión aniversario, pero debe reinar la calma porque hay una diferencia sumamente importante entre la edición aniversario y esta nueva de producción regular. Vamos a verlo todo por partes.

Los origenes de Hublot

Este es un caso en el que hablar, aunque sea brevemente, de los inicios de una marca, es ineludible. Lo es porque el Hublot de1980 que reedita el reloj que tratamos, lo tiene todo que ver con el éxito de esta dinámica e innovadora firma, que en sus inicios se denominaba MDM Genève. También, y es algo que se ha dado en contadas ocasiones, fue un reloj que cambió totalmente el mundo de la relojería de alto nivel.

MDM Genève Hublot 1980

Topo ello tiene que ver con el ya famoso concepto de «fusión» de Hublot. Este término se refería a su disruptiva filosofía de unir dos tipos de materiales que hasta entonces los cánones de la relojería decían que eran antagónicos; el oro y el caucho. Ahora, estas mezclas de materiales nos parecen algo normal, pero antes del primer Hublot eran algo impensable. El oro estaba reservado para los relojes clásicos y el caucho para algunas correas de relojes deportivos.

Por tanto, el MDM Genève Hublot de 1980 fue el primer reloj de esta firma y el primero en recurrir a fusión de materiales, algo que cambió la historia de la relojería y que se ha convertido en el sello identitario de esta manufactura suiza.

La caja del Classic Fusion Original

En el caso de una réplica o reedición es prácticamente obligatorio recurrir a la comparación con la pieza original. Esto es lo que hace la siguiente imagen donde vemos a la izquierda el Hublot de 1980 y a la derecha el de este 2023 en los tres tamaños que nos ofrece Hublot. Para evitar confusiones, creo importante puntualizar que en 1980 el nombre de Hublot se refería a un modelo de reloj cuya marca era MDM Genève. Más tarde, desapareció el MDM Genève y fue sustituido por Hublot, ya como nombre de la marca.

La geometría de la caja del Classic Fusion Original es casi idéntica a la del reloj histórico. A pesar de mantener todos sus signos identitarios, el «casi» se debe a que adopta detalles de diseño propios de los actuales relojes de la colección Classic. Ello se manifiesta principalmente en tres apartados.

El factor diferencial mas evidente son los tornillos del bisel, que pasan de los 12 que encontrábamos en el Hublot de 1980 a los 6 actuales. El segundo elemento cuyo diseño diferencia el pasado y el presente de este reloj son las asas, ahora con ángulos mucho más marcados

El tercer elemento diferencial con respecto al reloj de 1980 es la pieza de composite negro que se inserta entre la carrura y el bisel. Este es un elemento que encontramos en la mayoría de relojes actuales de Hublot pero que no estaba presente en el modelo original.

Tal y como ya habréis apreciado en las distintas imágenes que ilustran este artículo, Hublot nos ofrece el Classic Fusion Original en tres materiales de caja y en tres medidas para cada uno de ellos. Los materiales son el oro amarillo, la cerámica negra y el titanio. Las dimensiones son 42, 38 y 33 milímetros de diámetro. El titanio y la cerámica poco tienen que ver con la ruptura conceptual que ocasionó el Hublot de 1980, pero adquieren una plena lógica en el mercado actual y en la diversidad de alternativas que exige.

En el tamaño es precisamente donde encontramos la gran diferencia con la edición conmemorativa del 40 aniversario lanzada en el 2020, cuyo diámetro era de 45 mm. En su día ya comenté mi extrañeza por la decisión de Hublot de  recurrir a un diámetro tan grande y tan alejado del original de 1980 para realizar el homenaje.

Puede que la explicación, o parte de ella, es que Hublot ya estaba pensando en esta reedición, en la que sí encontramos un tamaño de 38 mm, casi idéntico a los 37 mm de Hublot original. Por encima de él, tenemos un tamaño de 42 mm que puede considerarse como de muy equilibrado y el de 33 mm que está claramente destinado a la clienta femenina.

La esfera disruptiva del Classic Fusion Original

Si la mezcla de oro y caucho representó un shock en el Hublot de 1080, también lo hizo su esfera. En ella desatacaba por su ausencia todo tipo de índice, ya fuera de horas o de minutos, algo que también rompía con todo lo preestablecido en el sector.

La coherencia de una réplica o reedición del Hublot original requería también que se cumpliera esta peculiaridad y así lo ha hecho el Classic Fusion Original. Fondo negro lacado, agujas centrales de horas, minutos y segundos que se complementan con una pequeña ventana, ubicada a la altura de las 3 horas, a través de la cual se muestra la fecha.

Aparte de estos elementos imprescindibles a nivel funcional, solo encontramos otros dos que atañen a cuestiones estéticas; la marca y el logotipo de Hublot ubicados a la altura de las 12 horas y la discreta inscripción «SWISS MADE» situada a la altura de las 6.

Las versiones del Classic Fusion Original

Las combinaciones entre materiales de caja y tamaño originan un total de nueve referencias para iniciar esta nueva gama. Este ámplio abanico podrá satisfacer a prácticamente cualquier perfil de cliente, ya sea el coleccionista que busca un reloj lo más parecido al original de 1980 o bien a quien le atraen las particularidades estéticas de este Fusion pero prefiere algo menos llamativo que el oro amarillo. Los tres tamaños también satisfarán las preferencias de cualquier comprador, independientemente de su físico, género o tendencia.

La conclusión es que Hublot ha rescatado su gran diseño icónico y lo ha incluido en su catálogo de producción regular, algo a lo que no se me ocurre ninguna objeción razonable. Además lo ofrece en materiales de caja que se adaptan a cualquier necesidad y preferencia. Los clientes de gustos más convencionales siempre tendrán los Classic Fusion, que básicamente son el mismo reloj con el factor práctico adicional de sus indices.

Los Classic Fusion Original en tamaños de 42 y 38 mm albergan un movimiento mecánico de carga automática; el calibre MHUB1110. El tamaño más pequeño, de 33 mm, recurre a un movimiento de cuarzo.

Los precios son los siguientes

Caja de 42 mm Titanium: 8.600 EUR
Caja de 42 mm Black Magic: 10.400 EUR
Caja de 42 mm Yellow Gold: 25.200 EUR

Caja de 38 mm Titanium: 8.200 EUR
Caja de 38 mm Black Magic: 8.900 EUR
Caja de 38 mm Yellow Gold: 21.400 EUR

Caja de 33 mm Titanium: 6.800 EUR
Caja de 33 mm Black Magic: 7.600 EUR
Caja de 33 mm Yellow Gold: 18.600 EUR

La entrada Hublot Classic Fusion Original; retorno a los orígenes se publicó primero en Watch Test.

Omega Speedmaster ’57 – una breve previa

Ante todo hay que especificar que una cosa es el Speedmaster, el cronógrafo lanzado por Omega en el año 1957, y otra distinta el Professional apodado Moonwatch, una de sus derivaciones, que vio la luz en el año 1965 y que se ha convertido en una leyenda. El Moonwatch es un Speedmaster, pero no todos los Speedmaster son un Moonwatch.

Speedmaster CK2915 (1957)

Además, en el universo Speedmaster hay otro término fetiche, el de Broad Arrow, que se aplica a los cronógrafos que utilizan la aguja horaria de este nombre (flecha ancha). Como podemos observar en la imagen, este es el caso del primer Speedmaster de 1957. Desde dicha fecha se han reeditado incontables series del Speedmaster con este tipo de flecha, que en ocasiones Omega ha denominado oficialmente como Broad Arrow y en otras, como el que nos ocupa, ha prescindido de este término.

Speedmaster Broad Arrow (2001)

En la imagen superior podemos admirar el precioso Speedmaster Broad Arrow, con esfera crema y agujas e indices horarios azules, presentado en el 2001, en el que de nuevo observamos la famosa flecha. A estas alturas, ya es probable que hayáis observado otra coincidencia. Estos relojes también comparte un estilo de bisel muy particular, realizado en el mismo metal que la carrura.

Estos son los dos grandes detalles estéticos que diferencian a los Speedmaster Broad Arrow de los Professional o Moonwatch, que se caracterizan por su agujas rectas y por su bisel negro. La relación de la aguja con la saga Broad Arrow está clara, lo del bisel puede ser una coincidencia o que Omega haya decidido combinar casi siempre (hay alguna excepción)  ambas características en los «Broad Arrow».

Speedmaster 1957 Trilogy (2017)

Sin mencionar todos los Broad Arrow, algo que excedería con mucho el objetivo de este artículo, podemos mencionar también al reciente Speedmaster de la espectacular Trilogía 1957, lanzada en el 2017 (artículo), o el aun más reciente Speedmaster Calibre 321 (artículo).

Como queda claro por su nombre, en el caso del Speedmaster ’57 2022, Omega ha decidido prescindir del término Broad Arrow y limitarse a referenciarlo con el 57 que nos recuerda el año de aparición de esta leyenda de la relojería. No obstante, para los apasionados de Omega y más aun para los del Speedmaster, este cronógrafo será un Broad Arrow.

En el 2013 se presentó la primera versión del Speedmaster ’57 (artículo), que es el que comparte más características con esta versión 2022 aunque no entra en la categoría Broad Arrow por sus agujas.En el 2015 Omega presentó una nueva variante del Speedmaster ’57, esta vez con las famosas agujas (artículo). Una mera observación de las versiones 2015 y 2022 puede llevarnos a pensar que las diferencias entre ellos son mínimas, pero la realidad es otra ya que la nueva versión aporta diferencias trascendentales, especialmente a nivel ergonómico y técnico. Vamos a verlo.

Omega Speedmaster ’57 – la caja

Los elementos externos del nuevo Speedmaster ’57 del 2022 son una evolución del modelo del 2015 y por ello, aunque existen diferencias son mínimas, incluso difíciles de apreciar. Por ello, lo mejor es observar la imagen comparativa.

Omega Speedmaster ’57 (1015 vs 2022)

Para montar la imagen he intentado mantener las proporciones. Esto es importante ya que una de las diferencias entre ambas versiones del Speedmaster ’57 es el diámetro de la caja. Son 41,5 mm para la versión del 2015 y 40,5 para la del 2022. Por tanto, estamos hablando de una reducción. de 1 mm, lo que viendo la imagen es incluso difícil de percibir.

El motivo de esta percepción visual puede ser el bisel, que podemos apreciar claramente es algo más fino, calculo que el equivalente a 1 mm. Por ello, el espacio disponible para la esfera es prácticamente el mismo y no olvidemos que el tamaño subjetivo de un reloj lo dicta su esfera; cuanto mayor es esta, mayor parece el reloj.

Aunque 1 mm de diámetro se puede notar, la gran diferencia en las dimensiones de las dos versiones del Speedmaster ’57 es el grosor de la caja. En este parámetro pasamos de los 16,7 mm de la versión 2015 a los 12,99 de la versión 2022. Estamos hablando de una reducción de un 20%, lo cual es un disparate, pero en el sentido admirativo del término.

No me cansaré de repetir que el grosor de un reloj es determinante, tanto para su comodidad de uso como para su versatilidad estética. Por tanto, a igualdad de prestaciones, cuanto más fino mejor. También hay que tener en cuenta la característica forma abombada del cristal de zafiro, por lo que si lo obviamos visualmente adelgazaremos como mínimo otro milímetro.

La última diferencian notoria entre el Speedmaster ’57 del 2015 y el del 2022 es su brazalete. En la imagen comparativa podemos apreciar claramente que los eslabones, tanto los externos como los internos, son ahora menos anchos. Ello implica que a igualdad de longitud, en el nuevo modelo habrá más eslabones y la consecuencia directa de ello es que la flexibilidad del brazalete será mayor, ergo debería ser más cómodo.

El brazalete incorpora el sistema de ajuste rápido de Omega. En este caso se limita a dos posiciones que implican una diferencia de 2,30 mm en su longitud, suficiente para compensar las variaciones de grosor de la muñeca originadas por los cambios de temperatura. Otro aspecto importante a destacar es que los eslabones finales del brazalete se fija mediante pasadores atornillados.

Por tanto, afortunadamente nos olvidamos de los pasadores a presión característicos de los Omega de hace unos años, que requerían disponer de un aparato especial o de acudir a un punto de venta oficial para extraer o añadir eslabones. En la imagen superior vemos que el tamaño de la cabeza de los tornillos es considerable, lo que permitirá a prácticamente cualquier persona realizar por sí misma esta operación.

El material elegido por Omega para esta primera remesa del nuevo Speedmaster ’57 es el acero. Como es habitual en esta manufactura suiza, en todos los elementos externos se combinan los acabados pulido y satinado, lo que siempre otorgan una mayor sensación de calidad.

La entrada Omega Speedmaster ’57; el eterno retorno del Broad Arrow se publicó primero en Watch Test.

Historiques 222 – un poco de historia

La década de los años 70 fue probablemente la más trascendental de la historia para la relojería suiza. Lo fue en primer lugar por la aparición de los relojes de cuarzo, que estuvieron a un paso de acabar con esta ancestral industria. Lo fue en segundo lugar por la aparición de los relojes «deportivos elegantes» de altos vuelos. Primero fue el Royal Oak de Audemars Piguet (ref. 5402) en 1972, cuyo éxito sorprendió a propios y a extraños (artículo). Le siguió en 1976 el legendario Nautilus de Patek Philippe (ref. 3700) (artículo). Estos dos relojes surgieron de los bocetos del mismo diseñador, el también legendario Gerald Genta.

Ya solo quedaba una de las firmas que conforman el gran triunvirato histórico de la Alta Relojería; Vacheron Constantin. El éxito del Royal Oak y del Nautilus no dejaba lugar a dudas del camino a tomar y fue casi una obligación para Vacheron dar el paso en la misma dirección. Para ello, la firma ginebrina recurrió a otro de los diseñadores históricos de la relojería; Jorg Hysek. Las característica clave que habían originado el éxito de este tipo de reloj estaban muy claras; deportividad sin perder elegancia, caja de acero y brazalete integrado. Podríamos añadir un bisel y una caja que se apartaban de la redondez de los relojes clásicos, pero Vacheron obvió este parámetro.

De todo ello nació en 1977 el Vacheron Constantin 222, un curioso nombre que se debe a que en dicho año se cumplía el 222 aniversario de esta firma. Así como el Royal Oak y el Nautilus originales son plenamente identificables con sus versiones actuales, pocas personas relacionarían el 222 con el actual Overseas. El motivo es que el diseño del «deportivo elegante» de Vacheron Constantin ha sufrido varias revoluciones, que no evoluciones, hasta llegar al actual Overseas. Entre ellas encontramos el también famoso Phidias, pero esto ya pertenece a historias que exceden el motivo de este artículo. Vamos a centrarnos en el Historiques 222.

Historiques 222 – la caja

Al igual que en los anteriores relojes de la colección Historiques, Vacheron Constantin ha querido replicar el modelo original con la máxima fidelidad posible. No obstante, estos relojes no se han diseñado para permanecer en una vitrina o una caja fuerte, sino para poder ser utilizados a diario. Por ello, Vacheron ha introducido algunas modificaciones con respecto al original de 1977 con el fin de optimizar sus prestaciones.

El diámetro de la caja es de 37 milímetros, un tamaño calificado de Jumbo en su época ya que excedía lo habitual en los relojes de esta firma. Hoy en día puede parecer muy reducido para un reloj con esta filosofía, pero era lógico ser fiel al original en este parámetro ta importante. El grosor del Historiques 222 es de 7,95 mm, ligeramente superior a los 7 mm del 222 original, pero como veremos más adelante, esto se justifica por alguna de las modernizaciones que Vacheron ha decidido implantar en este reloj.

Lo que es mucho más discutible es que Vacheron ha decidido reeditar la versión de oro amarillo y no la de acero del 222. Como ya he apuntado anteriormente, el utilizar el acero supuso la mayor de las revoluciones que aportaban estos relojes en la década de los 70 ya que históricamente las grandes marcas consideraban que todos sus relojes debían estar realizados con metales nobles.

El diseño de Hysek en el 222 se aparta de las geometrías poligonales de Genta en el Royal Oak y el Nautilus. En su lugar tenemos un bisel perfectamente redondo, cuyo signo distintivo se concentra en la parte externa de su bisel, donde presenta un diseño «almenado».

Donde sí el 222 cumple al 100% con el concepto de reloj polivalente de lujo de los años 70 es en la utilización de un brazalete metálico para sujetarlo a la muñeca y en la absoluta integración de este elemento con la caja. Así, como ocurre con los relojes de este tipo con un diseño bien resuelto, es fácil intuir donde acaba la caja y empieza el brazalete, pero es casi imposible de distinguirlo visualmente.

El acabado de la caja y del brazalete es totalmente satinado en todos los elementos que los componen. Ello es idéntico a los acabados del 222 original y típico de los relojes de oro de la época, algo prácticamente en desuso hoy en día en este tipo de metal. Otro detalle que Vacheron ha mantenido en el Historiques 222 con respecto al original es la Cruz de Malta, realizada en oro blanco y aplicada sobre un extremo de la caja, a la altura de las 5 horas.

Cuando le damos la vuelta al Historiques 222 es cuando aparece la principal diferencia con el 222 de los setenta. Se trata de su fondo visto a través de cristal de zafiro. Ello nos permite contemplar y admirar el movimiento que encierra la caja, pero se aparta totalmente del 222 original ya que su fondo era opaco y ciego, totalmente realizado en el mismo metal que el resto de elementos de la caja y sobre el quje se grababa el símbolo 222.

Además de deferir conceptualmente con el 222 original, los elementos adicionales que requieren este fondo visto son los causantes parciales del incremento de grosor del reloj con respecto al original.

El diseño del brazalete puede considerarse idéntico al del 222 de los años 70, salvo porque se le han aplicado dos mejoras; un cierre desplegable triple en lugar del doble original y una optimización de las articulaciones de los eslabones. Ambas modificaciones benefician la ergonomía y resultan invisibles externamente, por lo que las considero plenamente acertadas.

La entrada Vacheron Constantin Historiques 222; inicios de modernidad se publicó primero en Watch Test.

A nivel general, los relojes de pulsera se dividen en dos categorías; los redondos y los «de forma». Sobre los primeros poco hay que explicar. Por contra, el segundo grupo es extremadamente complejo ya que abarca todos aquellos que no son redondos, lo que implica una infinita variedad de geometrías. No obstante, esta categoría «de forma» se podría dividir en dos grandes grupos: los relojes cuya forma se basa en una proporción rectangular y los que se basan en el cuadrado. A los de base rectangular pertenecen la inmensa mayoría de relojes «de forma» del mercado. Los cuadrados son una excepción hasta el punto que se han convertido en casi una rareza.

Cuando hablamos de relojes cuadrados a todo el mundo le viene a la mente el legendario Santos de Cartier. Pues bien, no sería ningún disparate afirmar que el nuevo Square Bang Unico de Hublot es un Santos deportivo. Esto es algo premeditado ya que Cartier planteó el Santos como un reloj versátil y elegante, mientras que el carácter que concede Hublot al Square Bang es descaradamente deportivo, al igual que lo son todos los Big Bang. Vamos a analizar los detalles de este nuevo Hublot.

Hublot Square Bang Unico – la caja

Como ya ha quedado definido, la caja es la gran protagonista de esta nueva colección de Hublot. Por ello y por la particular estructura de las caja de esta manufactura suiza, alteraré el orden que sigo habitualmente en los test y empezaré hablando de las versiones del Square Bang que se ofrecen de entrada.

Son cinco las variantes que nos ofrece Hublot del Square Bang, que se diferencian entre ellas por la combinación de materiales que utilizan en los diversos elementos que componen sus caja. Son las siguientes:

• Titanio satinado con bisel de titanio satinado
• Titanio satinado con bisel de cerámica negra
• King Gold con bisel King Gold
• King Gold con bisel de cerámica negra
• Versión All Black totalmente realizada con cerámica negra.

La geometría de todas estas variantes es evidentemente cuadrada y también comparten el tamaño, que es de 42 milímetros de diámetro por 14,5 de grosor. Estas son unas dimensiones poderosas ya que no debemos pasar por alto que la sensación visual de un reloj cuadrado de 42 mm es mucho mayor que la de un reloj redondo del mismo diámetro. El grosor también es considerable, lo que siempre aporta una imagen poderosa. Estas medidas, que en un reloj clásico serían casi inaceptables, en el Square Bang son plenamente coherentes ya que, no lo olvidemos, es un reloj decididamente deportivo.

Siguiendo el guión constructivo de los Big Bang y del propio ADN de Hublot, los nuevos Square Bang enarbolan el concepto de fusión. Aplicado a sus cajas, el concepto de fusión permite realizar una infinidad de combinaciones de materiales. Ello es posible debido a la particular estructura tipo sandwich de sus cajas, que las aparta de la típica caja de un reloj de pulsera que está compuesta por tres elementos principales.

En este Square Bang encontramos los habituales bisel y fondo, pero la carrura que suele ser de una sola pieza, aquí la componen tres elementos; la parte central que es la que contiene el movimiento, la placa superior, que realiza una curva en sus partes superior e inferior para unirse a la correa y un anillo que se monta entre esta placa y el bisel, que es el que contiene las «orejas» que sobresalen a ambos lados de la caja.

El fondo sigue el mismo concepto que la placa superior. Está diseñado con una forma similar y está realizado con el mismo material, que por ahora en los Square Bang es titanio o King Gold. Por encima de la placa superior y del anillo, encontramos el bisel, que sigue una geometría perfectamente cuadrada. En él podemos ver los caracteristicos seis tornillos, que no son decorativos sino que sirve la unir este elemento a la carrura.

Una característica muy importante de la caja, que podemos apreciar perfectamente en la imagen superior, es la forma curva de sus extremos. Esta geometría es especialmente trascendente en la caja de un reloj de forma ya que permite que el reloj se asiente a la muñeca de su propietario siguiendo su silueta. Esta solución, que también encontramos en los Spirit of Big Bang (los otros relojes de forma de Hublot) beneficia tremendamente la ergonomía y la comodidad de uso del reloj. Estoy seguro que la mayoría habréis sufrido en algúna ocasión lo desagradable e incómodo que es vestir un reloj que no se adapta a la muñeca.

La caja del Square Bang Unico también incorpora el sistema One Click de Hublot, que permite extraer y montar sus correas sin necesidad de utilizar herramienta alguna. Esta facilidad promueve que el propietario del reloj alterne las correas o los brazaletes en función de la ocasión o simplemente de sus apetencias.

Como ya he mencionado, todas las versiones que nos ofrece Hublot del Big Bang son indiscutiblemente deportivas. No obstante, cada una de ellas modifica, en mayor o menor medida, el carácter del reloj. Si queremos un Square Bang que desprenda lujo, optaremos por una de las dos versiones de King Gold, especialmente la que también utiliza este metal noble en el bisel.

Si lo que deseamos es un reloj que siendo deportivo otorgue cierta versatilidad, tanto estética como funcional, optaremos por las versiones de titanio. Nuevamente, la de bisel también de titanio es la más neutra, mientras que la de bisel cerámico otorga una deportividad estética algo superior.

Finalmente, tenemos la versión All Black que recurre a la cerámica negra para todos sus componentes. Esta es sin duda la variante más extrema y deportiva de las que se ofrecen inicialmente en la colección Square Bang. A pesar de que hoy en día los formalismos estéticos se han suavizado enormemente, no aconsejaría esta versión All Black como único reloj a las personas que sigan pensando que el reloj también debe adaptarse, aunque sea mínimamente, a las circunstancias.

La entrada Hublot Square Bang Unico; la gran apuesta se publicó primero en Watch Test.

Tanto el 5470P como este 5326G comparten ciertos rasgos que dicen mucho sobre el presente y el futuro de los relojes Patek Philippe. Del 5470 ya lo dije todo en el artículo mencionado y ahora intentaré hacer lo mismo con el 5326G. A modo de resumen avanzado, la gran importancia de este Annual Calendar Travel Time se la otorgan dos factores. El primero es que por primera vez Patek reúne en un mismo reloj las complicaciones de Calendario Anual y Segundo Huso Horario. El segundo factor es que el 5326G y el 5226G, ambos presentados en el salón Watches and Wonders 2022 (artículo), aportan un diseño de caja y de esfera inéditos.

Annual Calendar Travel Time 5326G – la caja

El diseño y la geometría de la caja del 5326G se aparta de todo lo visto hasta ahora en Patek Philippe. A simple vista puede parecer un diseño bastante corriente, pero un análisis de los elementos que la componen nos enseñará que no es así.

La caja del Annual Calendar Travel Time 5326G es el primer elemento de este reloj que delata claramente que estamos ante un reloj con carácter de instrumento. También demuestra que el avance que ha realizado Patek Philippe en los últimos años en el diseño de sus cajas es enorme; este elemento deja de ser un mero contenedor del movimiento y de la esfera para convertirse en parte importante del ADN de cada reloj.

La geometría básica de esta caja es redonda, lo que viene determinado por la forma del bisel y de la esfera. Precisamente el bisel es el primer elemento que transmite potencia al 5326G. Lo hace principalmente por su considerable grosor, apartándose de la finura que caracteriza los biseles de los relojes de carácter preeminentemente elegante.

La potencia estética de la caja también la encontramos en el diseño de las asas, cuya geometría se basa en ángulos muy marcados, lo que otorga al reloj un fuerte carácter. Estos potentes rasgos de la caja no implican que este Annual Calendar Travel Time carezca de elegancia, sino que Patek ha sabido conjugarla con su vertiente instrumental.

Siguiendo la pauta, las muy generosas dimensiones de la corona nos transmiten que no es un mero elemento decorativo sino que está diseñado para optimizar su manejo, una característica indisociable de todo instrumento profesional. Como contrapunto, el delicado guilloché estilo «Clous de Paris» que decora la carrura transmite una indudable sofisticación y elegancia.

El mérito de los diseñadores de Patek es que han sabido compaginar estos elementos, a priori contrapuestos, para crear un conjunto totalmente armonioso en el que nada parece fuera de lugar. El resumen a nivel estético es que la caja del Patek Philippe Annual Calendar Travel Time 5326G transmite robustez pero también ese aire tan especial de sofisticación que nos dice que estamos ante un objeto muy valioso.

A nivel funcional, en los dos lados de la carrura se ubican los correctores de las indicaciones del Calendario Anual. Por el lado de la corona, de arriba hacia abajo, tenemos el del mes y el de la fecha. En el lado inverso y en el mismo orden encontramos el del día de la semana y el de la fase lunar.

El tamaño de la caja es de 41 mm de diámetro por 11,7 mm de grosor, dos medidas muy contenidas. El diámetro de 41 mm es una dimensión perfecta para un reloj de carácter versátil, una cualidad que define a la perfección el 5326G. El grosor, muy fino para todo lo que alberga, demuestra una vez más que Patek Philippe no olvida que una verdadera pieza de Alta Relojería debe siempre ostentar la delgadez por bandera.

Tal y como nos dice la G de su referencia, el material que ha elegido Patek Philippe para elaborar la caja de esta primera versión del 5326G es el oro blanco. Es evidente que un metal precioso no es el ideal para un instrumento ya que aparte del indudable valor añadido que garantiza, no aporta las cualidades objetivas ideales. No obstante, no olvidemos que estamos ante un reloj Patek Philippe y aunque últimamente este tema está experimentando un muy ligero cambio, los relojes complicados realizados en metales no nobles de esta legendaria manufactura ginebrina siguen siendo una rareza.

Annual Calendar Travel Time 5326G – la esfera

La esfera del 5326G-001 es el segundo elemento novedoso que aporta este reloj. Aquí especifico por primera vez la referencia completa de este reloj, con el 001 después del guión. El motivo es que este código es el que cataloga un tipo concreto de esfera para cada referencia de reloj.

El mismo código asociado a una referencia de reloj puede ser una esfera azul y asociada a otra puede implicar una esfera plateada. Por la experiencia acumulada, deduzco que el código 001 simplemente referencia la primera esfera con la que se presenta un nuevo reloj.

Como veremos, hay muchos detalles que conceden la personalidad a esta esfera, pero sin duda el más notorio es la textura de su base. Patek Philippe clama que es un grabado similar al que cubre el cuerpo de las antiguas cámaras fotográficas. Leer esto me ha clarificado el origen de mi «déjà vu» ya que, efectivamente, este grabado es muy similar a la típica vulcanita texturizada que desde un inicio implantó Leica en los cuerpos de sus cámaras, algo que luego emularon el resto de marcas.

Esta textura irregular de la base de la esfera es mucho más fina que la de las cámaras fotográficas, algo lógico dado el pequeño tamaño de la superficie a la que se aplica. No obstante, no es una textura tan fina y regular como la que ofrece el típico acabado arenado que encontramos en relojes de carácter vintage y/o de instrumento.

Este acabado arenado lo hemos visto básicamente en los Pilot, que parece ser  la gama de relojes a los que Patek Philippe reserva este acabado de esfera. Lo vimos en el Calatrava Pilot Travel Time 5524G del 2015 (artículo) y también en su versión femenina, el 7234G del 2020 (artículo). Si comparáis las imágenes de dichos Pilot con el 5326G apreciaréis claramente la gran diferencia en las texturas de sus esferas. Otra característica, que últimamente estamos viendo en muchos relojes Patek Philippe, es el degradado del color gris de esta esfera, que se aclara progresivamente al acercarse a su centro.

No obstante, en dicha esfera encontramos algún detalle estilístico, como son los índices horarios en forma de números árabes gruesos «estilo militar», que lo asemejan con los Pilot y que nuevamente refuerza el carácter profesional o de instrumento de este reloj.

La distribución de las indicaciones antepone claramente su perfil funcional, que privilegia ante todo la legibilidad. Por ello, en lugar de indices y agujas, Patek Philippe recurre a ventanillas para mostrar las indicaciones del calendario. En la zona superior de la esfera, centradas a la altura de las 12, encontramos las dos ventanas que nos indican el día de la semana y el mes. Casi simétricamente, centrada a la altura de las 6 horas, se ubica la ventana que nos muestra la fecha.

El pequeño segundero también es emplaza a la altura de las 6 y en su interior aloja la indicación de la fase lunar. Un poco por debajo del centro geométrico de la esfera, encontramos dos pequeñas ventanas circulares que indican la fase diurna o nocturna de los dos husos horarios, la local a la izquierda y la «home» (que puede ser cualquier otro huso horario que no sea nuestro domicilio) a la derecha. Tanto los índices como las agujas están tratados con un revestimiento luminiscente de tonalidad beige, un detalle que refuerza el carácter vintage de este Travel Time.

En el centro encontramos el eje que controla las agujas de horas, de minutos y la del segundo huso horario, que se diferencia por su arquitectura calada. Finalmente, en el perímetro interno de la esfera se ubica el índice de minutos, con un diseño estilo ferrocarril, nuevamente un detalle característico de un reloj instrumento.

El resultado de este conjunto de indicaciones, de su distribución y de su estilo, es una esfera sumamente nítida, mucho más de lo que esperaríamos encontrar en un reloj con tantas indicaciones, lo cual siempre es digno de elogio.

La entrada Analizamos a fondo el Patek Philippe Annual Calendar Travel Time 5326G se publicó primero en Watch Test.

• La impresionante capacidad de desarrollo de Patek  Philippe.
• La exquisitez estética se ha convertido en parte de su ADN.
• Se introduce el Oscillomax en el catálogo de producción regular
• Puede marcar el camino técnico de futuros cronógrafos Patek Philippe

A todo ello hay que añadir que, por primera vez, Patek Philippe desarrolla e implementa un cronógrafo de pulsera que mide las décimas de segundo. Como veremos, este es el factor clave alrededor del cual gira todo lo relacionado con las innovaciones de este reloj.

Estos apartados que acabamos de mencionar son muy genéricos, pero abarcan hechos fundamentales para entender el presente y el posible futuro de Patek Philippe, tanto a nivel estratégico como de producto.

El 30 de marzo se inauguró el salón Watches and Wonders 2022 y en él Patek presentó una gran novedad como es el 5326G (artículo). Ahora, pasados tan solo siete días, nos desvela el 5470P, otra novedad que excede todas las expectativas. Aparte d esta inmediatez, dos creaciones de tal calado en un mismo año demuestran que todos los departamentos de esta célebre manufactura suiza trabajan a toda máquina.

Estábamos invitados y por tanto conocíamos de antemano que el día 6 de abril se presentaría otro desarrollo técnico innovador que, aunque no literalmente, tiene mucha relación con los laboratorios «Advanced Research» de  Patek Philippe. Lo que estoy seguro nadie imaginaba es que las invenciones que veríamos se aplicarían a un reloj que pasaría de inmediato a engrosar el catálogo de producción regular de la firma ginebrina. Dicho de forma más simple; el 5470P no es una edición limitada.

Otro apartado a tener en cuenta es que este espectacular 5470P comporta una enorme cantidad de avances, algunos de los cuales podrían implantarse en la práctica totalidad de relojes Patek Philippe sin ninguna dificultad de carácter técnico. Otra cosa, que obviamente desconozco, es que su influencia en el rendimiento sea igual de eficaz en todos los casos y que su coste lo haga viable a corto plazo. En total, el 5470P comporta la asombrosa cifra de 31 patentes de Patek Philippe, siete de las cuales atañen exclusivamente al nuevo calibre que alberga su interior.

Antes de finalizar esta «previa» y anticipándome a lo que muchos ya estarán pensando, mencionar que en 1930 Patek Philippe ya desarrolló un cronógrafo de bolsillo de 1/10 de segundo, número de inventario P-340 del Patek Philippe Museum. Por tanto, cualquier crítica por el manido y poco relevante motivo de «falta de legitimidad» queda totalmente fuera de lugar

Pero dejemos de momento los importantes temas conceptuales y vamos a centrarnos en los detalles de este impresionante Patek Philippe 1/10th Second Monopusher Chronograph 5470P

Patek Philippe 5470P – la caja

Al igual que la práctica totalidad de los relojes Patek Philippe de la era Thierry Stern,  la caja del 5470P abandona la extrema austeridad estética a la que nos había habituado la legendaria manufactura ginebrina durante décadas. En lugar de ello, aporta un elevado grado de sofisticación estilística pero, y ello es trascendental, sin caer nunca en el territorio de las extravagancias.

Como no podía ser de otro modo, el material elegido para elaborar la caja del 5470P es el más noble de los metales; el platino. Su diámetro es de 41 milímetros, un tamaño que puede considerarse perfecto para un reloj de este tipo ya que combina una cierta discreción con una buena legibilidad de su esfera. El grosor es de 13,68 mm, una cifra que a priori puede parece muy elevada parta un cronógrafo Patek Philippe, pero más adelante veremos que todo tiene su explicación.

En la parte derecha de la carrura encontramos la corona, ubicada en la habitual posición de la 3 horas. A la altura de las 2 horas vemos el único pulsador del cronógrafo. Por tanto, estamos ante un cronógrafo monopulsante, que solo actúa de forma secuencial y siempre en el mismo orden: puesta en marcha, parada, puesta a cero.

La complejas lineas de la caja son una clara muestra de la nueva etapa de diseño que antes he mencionado. No obstante, en este apartado, el 5470P no comporta ninguna novedad ya que la misma geometría es la que ya conocíamos del cronógrafo rattrapante de referencia 5370, presentado en el 2015 y al que dedicamos este extenso análisis.

Así, al igual que en el 5370, la caja del 5470, conserva el carácter «officier» que le aportan sus asas y el marcado bajorelieve que se aplica a su carrura y a su bisel. También encontramos otro detalle inherente a todos los relojes Patek Philippe realizados en platino, que es el pequeño diamante talla brillante engastado discretamente entre las asas, a la altura de las 6 horas.

Patek Philippe 5470P – la esfera

La esfera del 1/10th Second Monopusher Chronograph 5470P desprende un carácter de instrumento que ya ha dejado de ser algo raro en la firma ginebrina. De nuevo, todo ello se consigue sin perder ni un ápice de la exquisitez de acabados y la elegancia que caracterizan a cualquier reloj de esta legendaria marca.

El color azul barnizado del fondo de la esfera establece un marco perfecto para crear el contraste que necesitan las indicaciones para resultar fáciles de leer. Para ello, Patek Philippe se decanta acertadamente por el blanco en todos los índices de este cronógrafo. Al mismo tiempo, desde el punto de vista estético, este blanco conjunta perfectamente con el oro blanco de los números árabes implementados a modo de índices horarios.

El carácter deportivo lo aporta el color rojo de una de las agujas centrales, de la inscripción 1/10 SECOND y de algunos marcadores del índice perimetral. Aquí nos adentramos en un hecho trascendental alrededor del cual gira todo lo relacionado con la esfera del 5470P.

Por ello, aparte de cuestiones estéticas, el rojo de estos tres elementos tiene una total coherencia funcional ya que todos ellos se refieren a las décimas de segundo que mide y que permite leer este cronógrafo.

Lo más notorio visualmente, que es el rojo de la aguja central, lo dice todo acerca del 5470P; es la encargada de indicar las décimas de segundo. Ello comporta la primera gran innovación de este reloj ya que esta aguja se superpone de forma coaxial a la clásica aguja que nos indica los segundos del cronógrafo y ambas actúan al unísono. De ahí la lógica de aplicar el color rojo a la que indica las décimas de segundo y el plateado a la que nos indica los segundos. De este modo se elimina cualquier posibilidad de confusión al leer las mediciones.

Desde el punto de vista técnico, probablemente hubiera sido mucho más fácil ubicar estas dos agujas trotadoras en ejes distintos, pero con ello no se hubiera logrado la espectacular legibilidad que ofrece este esquema. El motivo es que esta estructura de agujas permite implementar dos índices perimetrales de gran tamaño, lo que en consecuencia ofrece una exactitud de lectura ejemplar.

El primero de los índices que encontramos en el perímetro de la esfera comporta 60 unidades, señaladas mediante pequeñas perlas de oro blanco. Se trata del índice de los segundos del cronógrafo, al que apunta la aguja central plateada. Al compartir el mismo número de unidades, este es también el índice de los minutos del tiempo convencional.

Un segundo índice, más externo que este, es el que nos servirá para indicar las décimas de segundo mediante la aguja central de color rojo. El esquema de lectura de este índice se sale de lo convencional. En él encontramos 12 claras divisiones marcadas por un indicador rojo. Esto delimita 12 zonas que a su vez contienen 9 marcadores blancos. Cuando detenemos la medición del cronógrafo, el índice al que apunte la flecha roja nos indicará las décimas de segundo con toda claridad.

Si tomamos como ejemplo la imagen superior, la que muestra la totalidad de la esfera, la lectura del cronógrafo nos indicaría 1 minuto (contador de las 3) y 20 segundos exactos (aguja plateada). Si la aguja roja se moviera un marcador hacia adelante nos indicaría que a los 20 segundos hay que sumar una décima, si se moviera 7 tramos habría que sumar 7 décimas. Ello es aplicable a cualquiera de los doce tramos al que esté apuntado la aguja roja.

Como ya hemos mencionado anteriormente, el contador de las 3 horas nos indica los minutos totalizados por el cronógrafo. Por su parte, el sub-dial ubicado a las 9 horas corresponde al segundero convencional del reloj.

Patek Philippe 5470P – el movimiento

Para que todas las mediciones e indicaciones del 1/10th Second Monopusher Chronograph 5470P sean posibles, ha sido necesario el diseño y el desarrollo de toda una proeza técnica; el calibre CH 29-535 PS 1/10. Como es fácil de deducir de su nombre, la plataforma para desarrollar este nuevo movimiento ha sido la del avanzado pero conocido calibre CH 29-535. A esta base, Patek Philippe ha sumado una ingente cantidad de módulos e innovaciones mecánicas.

Conceptualmente, este concepto es en el que hay que incidir al hablar del calibre CH 29-535 PS 1/10. De modo muy simple y básico se podría definir su estructura como un modulo responsable de la alta frecuencia de oscilación superpuesto en el reverso del calibre CH 29-535, que es el que controla la parte más convencional del cronógrafo. Obviamente, esto comporta una enormidad de soluciones técnicas diseñadas destinadas a solucionar todos los desafíos que ello conlleva.

El calibre CH 29-535 PS 1/10 ha generado siete nuevas patentes. En un apartado tan técnico y preciso, lo más coherente para describirlas es citar textualmente lo que nos transmite el comunicado oficial de Patek Philippe:

1. Sistema de indicación concéntrica (patente WO2012104688A1)
   Este tipo de indicación en la que intervienen dos agujas centrales garantiza una lectura cómoda, rápida y segura del segundo y la fracción de segundo.
2. Muesca en el árbol de barrilete (patente WO2017005394A1)
   La introducción de esta muesca permite disminuir las tensiones a que es sometido el gancho durante el armado del muelle motor, reduciendo de este modo el diámetro del árbol de barrilete y aumentando el potencial energético del muelle.
3. Rueda arrastradora de 1/10 con recuperación del juego (solicitud de patente europea EP3042250A1)
   Esta construcción en dos “capas” (con rueda superior dotada de brazos flexibles y rueda inferior dotada de brazos rígidos) permite realizar un sistema de recuperación del juego de volumen reducido y de bajo consumo energético.
4. Gancho antichoques de cronógrafo (patente WO2015173372A2)
   Este sistema permite, en caso de impacto, mantener el embrague del mecanismo de cronógrafo cuando está en funcionamiento para no perturbar el cronometraje en curso.
5. Sistema de péndulo antichoque (patente suiza CH713473A2)
   Este sistema aprovecha las aceleraciones resultantes de choques en el reloj con el fin de mantener los componentes de un mecanismo en la posición deseada y garantizar así su funcionamiento.
6. Tratamiento de superficie para la aguja de silicio (solicitud de patente europea EP3764167A1) Este procedimiento favorece el agarre de la laca sobre una superficie de silicio oxidado (Silinvar®) mediante la aplicación (PVD o CVD, por ejemplo) de una fina capa de adherencia.
7. Procedimiento de ensamblado de componentes relojeros (patente europea EP3309624B1) Este proceso de ensamblado de dos materiales de base, uno de ellos no metálico, permite la soldadura del cañón y de la aguja en Silinvar® gracias a un revestimiento metálico multicapas.

A esta lista se suman las seis innovaciones patentadas introducidas en 2009 en el calibre CH 29-535 PS, así como las 17 patentes relativas al desarrollo del órgano regulador high tech Oscillomax® (2011) y la patente relativa al espiral Spiromax® optimizado con curva terminal y curva interior (2017).
Así, en total, el nuevo calibre CH 29-535 PS 1/10 reúne un total de 31 patentes desarrolladas por Patek Philippe.

Como veis son ingentes las novedades que aporta este cronógrafo, pero si tubiera que destacar alguna probablemente sería la la implementación del sistema Oscillomax en un reloj de producción regular. Recordemos que el concepto Oscillomax implica el conjunto de las tres primeras y grandes aportaciones del departamento Advanced Research; la espiral Spiromax, el volante GyromaxSi y la rueda de escape Pulsomax.

Obviamente muchos de los avances técnico que incorpora este cronógrafo están relacionadas con la alta frecuencia de oscilación de su volante, de 36.000 alternancias por hora (5 Hz) y con la elevada velocidad de giro de la aguja de las décimas de segundo y el notable consumo de energía que ello origina.

Entre ellos hay que destacar la aguja de las décimas de segundo, que está realizada con la aleación de silicio patente de Patek Philippe denominada Silinvar. Con esta solución, aparte de incrementar su durabilidad y resistencia a la oxidación, se logra reducir su peso y su inercia al mínimo, con el consiguiente ahorro energético que ello conlleva. Sin estas soluciones, poco visibles, el mantener su reserva de marcha de 48 horas implicaría recurrir a complejidades adicionales de múltiples barriletes, lo que además derivaría en un incremento de diámetro y/o grosor.

Conclusiones sobre el Patek Philippe 5470P

Una estética sofisticada pero técnica. Un cúmulo interminable de patentes y avances tecnológicos aplicados a su movimiento. Una esfera de una nitidez y legibilidad asombrosas. Un hito técnológico en los cronógrafos Patek Philippe de pulsera. Este podría ser el resumen de todo lo que ofrece el 1/10th Second Monopusher Chronograph 5470P de Patek Philippe.

Si a ello sumamos la discreción, la elegancia y la auténtica exclusividad asociada a cualquier reloj Patek Philippe, poco más podemos pedir. Lo único que necesitaremos será disponer de los 380.000 CHF que cuesta y de la influencia para ser admitidos en la lista de espera, que a buen seguro ya exigirá una enorme dosis de paciencia.

Aun y sin haberlo visto al natural ni haberlo tenido en mano, una cosa sí que me ha quedado muy clara. Si me obligaran a elegir un solo reloj Patek Philippe, ahora mismo el 5470P sería el primer candidato.

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