Originalmente presentado en 2011 como un reloj redondo y elegante, el RM 33 fue un rara avis dentro del portafolio de Richard Mille. Ocho años después la firma lanza una nueva versión que mantiene su mismo espíritu: el nuevo RM 33-02 sigue siendo redondo y ultradelgado… aunque adopta un estilo más agresivo bajo una combinación de carbono TPT y oro rojo. El objetivo era diseñar un reloj que exhibiera los elementos característicos de Richard Mille, pero que pudiera usarse en cualquier ocasión. También es digno de mención que la compañía considera que el reloj es adecuado tanto para hombres como para mujeres.
Con una estructura tripartita, el bisel y el fondo están fabricados en carbono TPT, mientras que la carrura recurre al oro rojo. Resulta evidente el protagonismo visual de las muescas del bisel y fondo, que tienen continuidad en la carrura. Esta geometría almenada es resultado de la solución estructural para reducir el diámetro, condicionada por la disposición de los tornillos spline que ensamblan el conjunto. El aspecto deportivo que adquiere el reloj es realzado por la prolongación en la correa integrada de caucho de las muescas a las 12 y 6 horas.
También los grandes números arábigos están fabricados en oro rojo. Rellenos en Super-LumiNova, se asientan sobre un par de anillos de titanio enlazados entre sí y fijados directamente al movimiento. La esfera se completa con las dos grandes manecillas dauphine, también de oro rosa.
Si observamos el diseño del tren de engranajes, queda claro de inmediato que se trata de un movimiento de la serie Vaucher 5400, sin embargo, también está claro de inmediato que se trata de una versión mucho más elaborada y personalizada. Vaucher ofrece un 5401 calado, el 5401/180, que tiene el mismo diseño básico que los otros modelos de la familia 5400; sin embargo, el RMXP1 no es un 5401/180 listo para usar.
Hay tantas diferencias que es un movimiento casi completamente diferente. Por un lado, la geometría del esqueletado en el calibre Richard Mille es muy diferente a las del Vaucher, además de que la platina y los puentes son de titanio con recubrimiento en Titalyt el primero y en PVD los segundos, y las ruedas y piñones han sido rodiados. Por si fuera poco, los acabados (estirados, biselados, pulidos o achaflanados) han sido realizados a mano. Evidentemente, todo ello conlleva un encarecimiento del producto final.
Este mecanismo esqueletizado muestra las funciones de horas y minutos, mientras que su remonte se realiza automáticamente mediante un micro-rotor bidireccional de platino. La reserva de marcha alcanza las 45 horas, una cifra que personalmente considero un poco escasa, sobretodo si tenemos en cuenta que su frecuencia es de sólo 3 Hz (21.600 alternancias por hora). Ciertamente debemos tener en consideración de que estamos hablando de un calibre ultraplano, pero otros mecanismos aún más comedidos consiguen cifras bastante mejores.
Según Richard Mille, «el RM 33-02 logra fusionar dos universos completamente opuestos combinando el rendimiento de un reloj deportivo con la elegancia de un reloj de caja redonda». Estoy parcialmente de acuerdo con esta afirmación. Por su diseño agresivo es claramente un reloj de estética deportiva, una definición que también se apoya en el hecho de recurrir al carbono TPT y su peculiar aspecto alistonado. Pero respecto a su utilidad como reloj deportivo debemos considerar que su carrura está fabricada en el delicado y dúctil oro, y que su hermeticidad únicamente alcanza los 3 bares (30 metros).
Y sí, su perfil de únicamente 8,80 mm le confiere cierta elegancia, pero no así el diseño anguloso de su caja y bisel o el de su esfera de legibilidad mejorable (no confundir minimalismo con elegancia), así como el uso del citado carbono TPT.
Para mí, el RM 33-02 no es un reloj deportivo, sino un reloj de diseño deportivo, que no es lo mismo. ¿Y elegante?. No en mi opinión. Quizás hubiera sido mejor decir que el RM 33-02 es uno de los Richard Mille más elegantes, que tampoco es lo mismo visto el ADN estéticamente extremo de la firma. Ni el hecho de ser un reloj redondo ni que esté parcialmente fabricado en oro le otorgan esa pretendida elegancia de la que presume. Sí en cambio su escaso grosor.
Fabricado en edición limitada de 140 unidades, su precio es de 130.000€.
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