Si la estrategia de desarrollar el MoonSwatch (artículo) me pareció una genialidad beneficiosa, tanto para Omega como para Swatch, esta nueva versión Moonshine me parecía una auténtico disparate. Un reloj Swatch con caja de metal noble contradice la esencia misma de la firma suiza. Al ver la realidad me he quedado más que tranquilo; la aleación de oro Moonshine solo se utiliza para fabricar la aguja trotadora del cronógrafo.

La caja realizada en biocerámica, es la misma que encontramos en la versión Mission to the Moon del MoonSwatch convencional. La esfera totalmente negra, la que mejor emula al Omega Speedmaster original, también es la que encontramos en la versión Moon. En ella destaca la aguja de Moonshine Gold y el resultado es tan espectacular como de buen gusto. No se trata de un incoherente reloj deportivo con caja de oro sino de uno al que se ha aplicado un exquisito detalle diferenciador.

En el interior encontramos el mismo movimiento de cronógrafo de cuarzo que ya conocíamos de los anteriores MoonSwatch. Una vez más, la correa que equipa parece la misma, realizada en tela técnica de color negro, que la del MoonSwatch Mission to the Moon. Una gran noticia es que el precio de este Omega X Swatch MoonSwatch Mission to Moonshine Gold, de 275 CHF,  no se dispara mucho en relación a los 250 CHF de los MoonSwath originales. Estos 25 CHF de diferencia no creo que detengan a nadie.

Una mala noticia es que el Omega X Swatch MoonSwatch Mission to Moonshine Gold se emitirá en formato de edición limitada. Otra mala noticia es que no se sabe cuantas unidades saldrán al mercado. Swatch anuncia que las agujas Moonshine Gold de este reloj realizaron su producción durante la noche de luna llena de febrero del 2023, un dato que tampoco nos dice nada acerca del número de piezas que llegarán al mercado.

La pésima noticia es que solo se podrá adquirir en las boutiques de Milan, Zurich, Londres y Tokio. Si conseguir alguna de las versiones del MoonSwatch original se ha convertido en misión casi imposible, no me quiero ni imaginar lo que ocurrirá con esta versión Moonshine. Las listas de espera en las citadas boutiques serán interminables, o quizás cerradas porque ya estarán completas.

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Las razones básicas de este éxito son dos. La primera es el ser una reproducción autorizada del diseño del legendario Moonwatch de Omega. La segunda es que se ofrecen precio Swatch, es decir, apto para todos los bolsillo. Lógicamente han atraído la atención de un público muy joven que privilegia la estética y el simbolismo pero que en su mayoría no tiene ningún interés en un reloj mecánico de alta gama.

Lo que era menos previsible es que también crearía un deseo irrefrenable entre los apasionados (entre los que me incluyo) e incluso los coleccionistas de muy alto nivel que cuentan en su haber con piezas de decenas e incluso centenas de miles de euros. Para ellos se trata de un juguete simpático y además cuesta la mitad que cualquiera de las correas de sus relojes.

Otro aspecto en el que no todos estábamos de acuerdo era su influencia en la percepción de marca de Omega. Se temía que podía rebajar el estatus de esta legendaria firma y en consecuencia influir negativamente en las ventas. Bien, por suerte no me equivoque y fuentes de la máxima solvencia confirman que las ventas de los Moonwatch de Omega se han disparado hasta niveles nunca vistos, multiplicando bastantes veces la media anterior.

El motivo de ello tiene una cierta lógica ya que Este cronógrafo de Omega tiene estatus de leyenda entre los conocedores de la relojería de alta gama, pero su reconocimiento para el público en general era tendiente a cero. Ahora, el MoonSwatch ha provocado que se haya hablado de él en todo tipo de medios, televisivos incluidos. La consecuencia es que mucha gente que no conocía el Moonwatch ahora siente el deseo de poseerlo.

Las noticias más recientes nos dicen que sigue siendo una misión casi imposible acceder a cualquiera de las once variantes del MoonSwatch, pero Swatch no quiere que la pasión decrezca. Por ello, ahora nos anuncia el Tour europeo del MoonSwatch. La marca nos ha proporcionado algunas imágenes y un breve texto que prácticamente no dice nada.

Lo que sabemos o deducimos es lo siguiente. Se ha creado un acuerdo con Fiat y 11 de sus icónicos Cinquecento partirán de la manufactura Swatch con once destinos distintos. Cada uno de ellos transportará una de las 11 versiones cuyo color coincide con el del vehículo.

En el comunicado no se dice nada de los 11 destinos, pero una imagen del comunicado los delata, aunque extrañamente se mezclan países y ciudades. Estos destinos son los siguientes: Alemania, Londres, Grecia, Francia, Portugal, Mykonos, Locarno, Saint Tropez, Barcelona, Ibiza, Porto Cervo y Marbella.

También nos comunica Swatch que se podrán adquirir los relojes en cada uno de los destinos del Tour de los MoonSwatch. Hasta aquí todo lo que sabemos. Lo que desconocemos es más extenso y probablemente más importante. No se ha comunicado ni lo que pasará en cada destino ni la ubicación exacta dónde ocurrirá lo que sea. Tampoco sabemos en qué fecha llegara a cada uno de ellos. Por tanto, me temo que no hemos hecho más que aumentar la incertidumbre sobre este reloj. Intentaremos descifrar estas incógnitas y actualizaremos en función de ello este artículo.

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Bioceramic MoonSwatch es el resultado de un acuerdo de colaboración entre Omega y Swatch por el que la primera cede los derechos de diseño de su legendario Speedmaster Moonwatch a la segunda. A partir de aquí, Swatch replica totalmente el diseño externo de este icónico cronógrafo y le aplica su sello. Por tanto, dado que quien fabrica y quién venderá los Bioceramic MoonSwatch es Swatch, parece quedar claro que oficialmente estamos ante relojes de esta marca.

Este sello Swatch que encontramos en los Bioceramic MoonSwatch podríamos resumirlo en tres apartados que forman parte del ADN de esta revolucionaria firma: materiales, policromía y precio.

El material que emplea Swatch para elaborar la caja de estos MoonSwatch es el Bioceramic, un compuesto patentado por Swatch que se basa en una mezcla única obtenida en base a dos tercios de cerámica y un tercio de un material derivado del aceite de ricino. Esperemos que a los propietarios de un MoonSwatch no les dé por lamer su reloj. Disculpas! no me he podido contener ante el chiste fácil.

En cuanto al segundo apartado, que es la policromía, poco hay que decir. Si existe un factor que todo el mundo relaciona con los relojes Swatch es su desenfadado colorido. Siendo fiel a sus genes, Swatch aplica de nuevo este concepto a los MoonSwatch, tanto a sus cajas como a sus esferas, aunque veremos que con alguna excepción.

El tercer apartado es el precio, un factor que en su día permitió que los relojes Swatch plantaran cara a la invasión oriental de relojes de cuarzo baratos. Ofrecieron relojes suizos con un diseño original y cuidado, a precios equiparables. El resultado fue una auténtica locura que derivó incluso en fiebre de coleccionista, algo que es más que probable que vuelva a suceder con los MoonSwatch. Esto es algo que me ha confirmado Daniel Casas, Director de Omega, al comentarme que después del anuncio del MoonSwatch, de inmediato se han generado un interés y una demanda desmesurados.

Mission to the Moon

En cuanto al diseño de los Bioceramic MoonSwatch, se han respetado estrictamente las dimensiones y la estructura del Moonwatch de Omega; caja asimétrica, escala taquimétrica en el bisel, etc. Incluso en el apartado oficial de afirma que «Si bien colores como el rosa y el azul pálido demuestran que estos relojes no son Omega Speedmaster, los modelos de Swatch se les parecen mucho. ¡Incluso a los apasionados del Moonwatch les costaría encontrar las diferencias entre uno y otro!». La imagen superior de la versión Mission to the Moon es una prueba de esta afirmación.

En la esfera de los Bioceramic MoonSwatch es donde Swatch se toma más libertad de acción. Se mantiene la disposición tri-compax de los subdiales; contador de horas, contador de minutos y pequeño segundero. No obstante, Swatch decide reubicar los dos primeros, que en lugar de estar centrados se desplazan hacia la zona superior de la esfera. El motivo de ello parece evidente y es el implementar en el centro las inscripciones «Speedmaster» y «MoonSwatch», que de haberse ubicado en la típica zona situada debajo de las doce hubiese generado un colapso estético con la inscripción «Omega x Swatch».

Salvando el caso del Mission to the Moon, donde se han respetado los códigos estilísticos del Moonwatch, en las demás esferas podemos observar detalles de diseño y de color propios de cada versión y ajenos al cronógrafo de Omega al que emulan.

Las obvias diferencias las encabeza el interior del MoonSwatch, en el cual no se aloja un movimiento mecánico sino uno de cuarzo. Tampoco hay que olvidar su correa de tela con Velcro, un elemento que además le añade autenticidad ya que es el que siempre se ha utilizado en el Moonwatch en las misiones espaciales. Estos son los principales factores que permiten que el MoonSwatch se pueda vender por 250 EUR. Si pensamos que es un precio incluso inferior al de una correa de Omega, queda todo dicho.

Swatch ofrecerá inicialmente 11 versiones del MoonSwatch, que se denominan: Mission to the Sun, Mission to Mercury, Mission to Venus, Mission on Earth, Mission to the Moon, Mission to Mars, Mission to Jupiter, Mission to Saturn, Mission to Uranus, Mission to Neptune y Mission to Pluto.

En mi opinión, este concepto Omega x Swatch es un acierto pleno que puede hacer historia. A la gente joven, no apasionados de la relojería, les puede resultar sumamente atractivo un reloj con estos genes, con su diseño desenfadado, con el «sello» oficial de Omega y a este precio. Paradójicamente, preveo que también resultará atractivo a los coleccionistas y apasionados de la Alta Relojería, para los cuales pueden resultar un capricho divertido y asequible. Yo personalmente lo compraría y lo vestiría sin ningún complejo. Adicionalmente, por su variedad y su estética, también intuyo un éxito apabullante entre las féminas.

La colección Bioceramic MoonSwatch estará disponible a partir del 26 de marzo en determinadas tiendas Swatch. Para averiguar cuales son estos  puntos de venta Swatch, solo tenéis que acceder aquí a la página web dedicada a esta colección, elegir una cualquiera de las 11 versiones y clicar en el botón «Find it in Store».

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Bajo su liderazgo, Longines se ha convertido en el cuarto mayor fabricante de relojes del mundo con unos ingresos de 1,65 mil millones de CHF en 2019, y una producción estimada de 2,1 millones de relojes anuales. Agradeciendo su fidelidad, compromiso y amor por la marca, Von Känel ha sido nombrado presidente honorario de Longines, un cargo que suma a la presidente de la Fundación Longines.

Cercano, carismático, espontáneo, sincero, humilde, directo, apasionado… Von Känel prefiere el papel en lugar de las herramientas digitales y tiene la afición de sazonar sus respuestas con números, muchos de los cuales no necesita ni consultar. Durante la entrevista informal que llevamos a cabo el año pasado en mi última visita a Longines no para de dibujar gráficas en su cuaderno de notas, gesticula generosamente, golpea la mesa con el puño cuando se apasiona e incluso él mismo nos abrió unas cervezas para brindar y disfrutar del momento.

Con la profunda reestructuración de su Consejo de Dirección Ejecutiva y su Consejo de Dirección Ampliado del Grupo, los cambios afectan a la gestión de sus marcas de gama media:  Rado, Union, Tissot, Certina y Hamilton, además de Longines. Todos los nombramientos son internos, con personas que han trabajado para el Grupo durante muchos años. Raynald Aeschlimann, presidente y CEO de Omega y miembro del Consejo de Dirección Ampliado del Grupo, ha sido nombrado miembro del Consejo de Dirección Ejecutiva del Grupo.

El nuevo CEO de Longines será Matthias Breschan, el hasta ahora director ejecutivo de Rado. Sylvain Dolla, actualmente a cargo de Hamilton, asumirá el cargo de CEO de Tissot y ha sido también nombrado miembro del Consejo de Dirección Ampliado del Grupo. François Thiébaud ha sido nombrado presidente del Consejo de Administración de Tissot. En Hamilton, Vivian Stauffer, director de ventas de la marca, será el nuevo CEO. Adrian Bosshard, actual CEO de Certina y Union, asumirá la dirección de Rado. En Certina, será sustituido por Marc Aellen, que ha sido vicepresidente de ventas de Jaquet Droz. Franz Linder, además de sus funciones como CEO de Mido, asumirá también la dirección de Union. Estos cambios entrarán en vigor el 1 de julio de 2020.

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Las marcas de lujo han sufrido el impacto de la compleja situación de Hong Kong, el mercado más grande para la relojería suiza que supone alrededor del 12% de las exportaciones totales en 2019. Para Swatch Group, la caída de las ventas en Hong Kong sólo durante el segundo semestre fue de unos 200 millones de CHF. Como resultado, la rentabilidad del Grupo Swatch ha bajado un -13,7% respecto al año anterior, con un ingreso neto de 748 millones de CHF. Si excluimos Hong Kong, las ventas aumentaron un 5% a tipos de cambio constantes en el segundo semestre de 2019.

A modo de comparación, las exportaciones de la relojería suiza han crecido un 2,4% en 2019. En Swatch Group, este mismo dato refleja un rendimiento general positivo para el segmento de gama alta, pero no así para el segmento bajo/medio (Swatch, Tissot, Cetina, Mido o Hamilton), cuyas ventas siguen decayendo debido al imparable crecimiento y competencia de los relojes inteligentes.

Un punto positivo para Swatch Group es que su inventario, que incluye componentes, movimientos y relojes, ha descendido en un -1% respecto al 2018, quedándose en 6.852 millones de CHF. A pesar de ello, sigue siendo una cifra demasiado elevada.

Para 2020, el Grupo Swatch declara que «espera un crecimiento saludable en 2020 en todos los mercados en moneda local, con excepción de Hong Kong «. Cabe destacar que este verano se celebrarán los Juegos Olímpicos de verano en Tokio, que serán una excelente plataforma publicitaria para Omega.

Estas son, resumidas, las cifras:

• Ventas netas del grupo: 8.243 millones de CHF, -1.8% en comparación con el año anterior a tipos de cambio constante, o -2.7% a las tasas actuales.
• Resultado operativo: 1.023 millones de CHF, -11,4% respecto al año anterior. El margen operativo ascendió a 12.4% versus 13.6% en el año anterior.
• Ingresos netos: 748 millones de CHF, -13.7% respecto 2018, con un margen neto del 9.1% versus el 10.2% del año anterior.
• El cash flow operativo: aumentó un 30% hasta los 1.224 millones de CHF.
• Excluyendo Hong Kong, las ventas del Grupo aumentaron en la segunda mitad de 2019 en un 5% a tipos de cambio constantes y el resultado operativo en un 6% (en el segmento de Relojería y Joyería,
  excluyendo la producción, incluso en más del 20%).

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“ Teniendo en cuenta la incertidumbre relacionada con el brote de coronavirus 2019-nCoV, y para garantizar el bienestar de nuestros invitados, socios y colegas, Swatch Group ha decidido no celebrar el evento Time to Move, que debería haber tenido lugar en Zurich entre el 4-6 de marzo de 2020.

Las marcas Swatch Group Prestige presentarán sus nuevos productos a los mercados en una etapa posterior mediante eventos regionales, para evitar que sus socios viajen internacionalmente en un clima inseguro.

Los representantes de su marca se pondrán en contacto con usted con más detalles.

Gracias por su comprensión y valiosa colaboración ”.

El anuncio es una sorpresa relativa, ya que las precauciones están a la orden del día en eventos internacionales. Un ejemplo de ello lo tenemos en el Mobile World Congress 2020 de Barcelona que comienza el 24 de febrero, al que LG ya ha anunciado que no asistirá. Personalmente me parece un poco prematuro cancelar este evento, aunque también puedo entender que Swatch Group se sienta responsable del bienestar de sus invitados. Y cuidado por la evolución del virus y sus repercusiones, porque Watches & Wonders y Baselworld están a la vuelta de la esquina. Una cancelación del segundo podría tener consecuencias devastadoras después del degoteo de empresas que han ido abandonado Basilea durante estos dos últimos años; las últimas han sido Seiko y Casio a finales del 2019.

Además de los problemas logísticos que esta cancelación causará en los planes de marketing de Swatch Group para 2020, hemos de tener en cuenta que muchos periodistas y socios de la marca ya han reservado vuelos y alojamientos para el evento. Veremos cuál será la estrategia y calendario que seguirá Swatch a partir de ahora con las presentaciones anuales de firmas como Omega, Blancpain, Breguet o Glashütte.

Las marcas están expresando una creciente preocupación por el impacto que el virus tendrá en la industria, cuyas cifras ya se vieron afectadas este 2019 por tres frentes abiertos: la competencia de los smartwatches, las protestas de Hong Kong y el brote del coronavirus en china (ver artículo sobre exportaciones relojeras suizas 2019). Como vemos, el mercado asiático está pasando de ser el principal motivo de alegría del sector a un dolor de cabeza que más bien parece ya migraña.

Os mantendremos informado sobre cualquier actualización.

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Sería difícil, además de poco productivo, intentar describir el nuevo edificio con nuestras propias palabras así que, sin más, os dejamos con el texto íntegro de la nota de prensa con la que Swatch nos define todos y cada uno de los detalles de esta maravilla.

El arquitecto.

Nacido en Tokio en 1957 y galardonado con el premio Pritzker en 2014, Shigeru Ban es conocido por sus delicadas estructuras y sus métodos nada convencionales, así como por su decisiva aportación a la innovación y la humanidad en la arquitectura. El Grupo Swatch colaboró con el arquitecto por primera vez en el Nicolas G. Hayek Center de Tokio, que abrió sus puertas en 2007.

En 2011, su diseño ganó el concurso de arquitectura organizado por el Grupo Swatch para la construcción de su nueva sede, la nueva fábrica de Omega y la Cité du Temps. El proyecto convenció especialmente por su originalidad, no exenta de pragmatismo, así como por su capacidad de respetar el espíritu propio de la marca en cada uno de dichos edificios. Por no hablar de que Shigeru Ban tenía en cuenta e integraba en su proyecto general el paisaje y los edificios circundantes.

El edificio.

La silueta curvada y brillante del nuevo edificio de Swatch tiene una longitud total de 240 metros y 35 metros de ancho. En su punto más alto, la fachada mide 27 metros. Su insólito diseño rompe con las convenciones clásicas del diseño arquitectónico de edificios de oficinas y se funde armoniosamente con el entorno urbano. Las líneas del edificio despiertan la imaginación: como con las obras de arte, la interpretación depende de la mirada del espectador.

La fachada abovedada cubre una superficie de 11.000 m², elevándose con suavidad en la entrada y el paso hacia la Cité du Temps. En el exterior y el interior del edificio, se entremezclan gran variedad de motivos con formas curvas, colores y transparencias, que destacan junto al uso poco habitual de materiales y elementos constructivos más clásicos.

El armazón de su amplia fachada está constituido por una estructura de madera con forma de rejilla. Se trata de un material tradicional que fue escogido por sus propiedades ecológicas y sostenibles. Pero también porque su flexibilidad permite moldear y cortar piezas de tamaños extremadamente precisos, algo muy importante en un edificio en el que cada milímetro cuenta. Durante la fase de diseño, se emplearon modernas tecnologías 3D que ayudaron a definir la forma y ubicación exactas de las casi 4.600 vigas que conforman este caparazón de madera reticulado.

Las vigas se unieron entre sí a la perfección mediante un sofisticado sistema de ensamblaje. Dado que el armazón de madera reticulado del edificio Swatch constituiría una gran fachada de oficinas, debía reunir además diversas condiciones técnicas. Así, en su estructura se integra una compleja red de cables.

Al tiempo que se iba levantando la estructura de madera, se empezaron a instalar los aproximadamente 2.800 elementos de panal de abeja (de madera con forma de rejilla) que conforman gran parte de la fachada. Cada uno de ellos se fabricó meticulosamente a medida utilizando hasta 50 piezas individuales, y está adaptado a su función y su ubicación concretas. En esta estructura de panal, se pueden distinguir tres tipos de elementos: opacos, traslúcidos y transparentes.

Los elementos opacos regulares constituyen la mayoría de las celdas. Son piezas cerradas, cubiertas con una película exterior opaca extremadamente resistente a la intemperie, que brindan, principalmente, protección solar. Algunas de ellas pueden abrirse para la extracción de humos, mientras que otras están dotadas de células fotovoltaicas. El elemento acolchado traslúcido, por su parte, está inflado de aire y provisto de placas de policarbonato en su núcleo que aportan aislamiento térmico. Estos colchones de aire, capaces de soportar además el peso de la nieve o el hielo, se ventilan ligeramente de manera constante, por lo que están sometidos a presión de manera continuada. El elemento transparente está hecho de vidrio. Se han usado un total de cuatro paneles de vidrio, entre los que se inserta una persiana enrollable blanca, para conseguir un aislamiento térmico. Al igual que el resto, estos elementos están siempre ligeramente ventilados para evitar la condensación.

El edificio tiene un total de nueve balcones, con superficies de entre 10 y 20 m² y vistas al resto de los pisos. Los diminutos puntos blancos de las fachadas de vidrio actúan como protección solar. Por su parte, las 124 cruces suizas del techo mejoran la acústica de las oficinas gracias a sus microperforaciones.

El interior del edificio.

Dentro del edificio, una superficie total de 25.000 m² se distribuye a lo largo de cinco plantas que albergarán todos los departamentos de Swatch International y Swatch Switzerland. La superficie de las cuatro plantas superiores va disminuyendo progresivamente de un piso a otro, y las galerías con balaustradas de vidrio ofrecen vistas a las plantas inferiores. Junto a los lugares de trabajo habituales, diversas zonas comunes se distribuyen a lo largo de todo el edificio: una cafetería en la planta baja, abierta a todos los empleados y visitantes de Swatch, o pequeñas áreas de descanso en diferentes lugares del edificio. Y para los momentos que necesitan intimidad, los «Alcove Cabin» independientes dan cabida hasta a seis empleados, para que puedan hacer llamadas telefónicas o realizar tareas que requieran una especial concentración. En la parte de atrás de la segunda planta, encontramos un elemento especialmente insólito: una escalera que no lleva a ningún lado. Se trata de la «escalera de leer», cuyos peldaños y vistas invitan a compartir ideas entre colegas durante los descansos creativos. Cinco árboles de olivo negro elevan sus ramas dos pisos de altura. Estos ejemplares perennes de Bucida buceras están muy adaptados a la temperatura ambiente y mantienen sus hojas verdes durante todo el año.

Bajo tierra, toda la superficie del edificio está ocupada por el sótano. Además de los cuartos técnicos, la sala de ventilación y el archivo, el sótano alberga el aparcamiento subterráneo, con 170 plazas para coches y 182 para bicicletas.

El vestíbulo.

Abierta a la calle Nicolas G. Hayek, la zona de la entrada, completamente acristalada, se caracteriza por sus amplias dimensiones, así como por su sensación de transparencia, apertura y ligereza. La silueta zigzagueante a la que da lugar la estructura en panal de madera de la fachada desempeña, además, un papel en la física de la construcción, por ejemplo, en relación con las cargas del viento. El acristalamiento en zigzag empieza a partir de los 5,5 metros y se eleva hasta una altura de 27 metros. Bajo este, las contraventanas de vidrio, bien conocidas en las aplicaciones industriales, se abren y se cierran automáticamente. Están concebidas, de hecho, como «cortinas de vidrio» que han de ser capaces de soportar el viento y la lluvia, además de proporcionar un aislamiento adecuado. Dos ascensores de vidrio llevan a los empleados y visitantes a las plantas superiores y a la pasarela peatonal de la tercera planta, también de vidrio, que conecta el edificio Swatch con la Cité du Temps. Las galerías de las tres plantas tienen vistas al vestíbulo.

Sostenibilidad.

El uso inteligente de las aguas subterráneas para calentar y refrigerar el edificio y la energía solar obtenida a través del sistema de placas fotovoltaicas contribuyen de forma significativa a mantener un balance óptimo de CO2. Desde el sistema de bicicletas públicas Velospot y las estaciones de carga hasta los cortes de energía inteligentes y el acristalamiento, pasando por la iluminación LED y los eficientes sistemas de ventilación, la activación de los componentes térmicos y las oficinas sin papel, gracias a la tecnología de vanguardia y la pericia, el nuevo edificio de Swatch demuestra que las formas modernas de construir y de trabajar pueden estar en sintonía con la naturaleza.

Solo se utilizó madera de bosques suizos —principalmente abetos— en la construcción. En total, fueron necesarios unos 1.997 m³, una cantidad que tarda menos de dos horas en volver a crecer en los bosques suizos.

El concepto energético se basa en el uso de la tecnología solar y el agua subterránea, que permiten el funcionamiento autónomo de elementos como la ventilación, la refrigeración, la calefacción y la iluminación básica, tanto en la sede de Swatch como en la Cité du Temps. El empleo del agua subterránea proporciona calefacción y refrigeración para el nuevo edificio Swatch. Swatch comparte sus recursos con la vecina Cité du Temps y con la nueva fábrica de Omega, que entró en funcionamiento en 2017. A lo largo de toda la superficie hay distribuidos nueve pozos subterráneos, así como dos antiguos tanques de petróleo que han sido transformados en depósitos de agua. En la estructura de panal de la fachada se han integrado 442 placas solares curvadas producidas individualmente. Con una instalación fotovoltaica de una superficie de 1.770 m², se generan aproximadamente 212,3 MWh de electricidad cada año, equivalentes al consumo medio anual de 61 hogares.

La Cité du Temps.

Diseñada también por Shigeru Ban, y con unas dimensiones de 80 x 17 x 28 metros, la Cité du Temps constituye un conjunto arquitectónico independiente que encaja a la perfección con el edificio Swatch. Cada una de sus 14 arcadas tiene una altura de 15 metros y una anchura de 5 metros. La Cité du Temps alberga el Omega Museum en la primera planta y PLANET SWATCH en la segunda. El Nicolas G. Hayek Conference Hall de la cuarta planta sobresale con su forma elíptica está reservado al Grupo Swatch.

Ficha Técnica.

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El pasado jueves asistimos a la presentación del nuevo Swatch Flymagic y de la espiral Nivachron™ en lo que será el nuevo edificio de oficinas centrales de Swatch, situado en Biel junto al también nuevo edificio de Omega y del que os daremos unas breves pinceladas al final de este artículo. Vayamos por partes.

El resultado del proyecto compartido por Swatch Group y Audemars Piguet ha desembocado en la nueva espiral antimagnética bautizada como Nivachron™ y fabricada tomando como base una nueva aleación de titanio. Esta nueva espiral minimiza la influencia de los campos magnéticos en un factor que oscila entre 10 y 20 dependiendo del tipo de movimiento. Además de estas propiedades antimagnéticas, este nuevo material ofrece una alta resistencia a las variaciones de temperatura y un excelente comportamiento en la absorción de los golpes fortuitos. En el estudio y desarrollo de esta nueva aleación han colaborado, como era de esperar, otras empresas del grupo como ETA y Nivarox.

Nivachron™ nace como una alternativa al silicio, en cuyo desarrollo también estuvo involucrado Swatch Group. Si bien es cierto que las propiedades antimagnéticas de este material son superiores a las de la nueva aleación, también lo es que su producción no es accesible a la totalidad de las marcas. Su producción es de compleja ejecución y, por tanto, su coste no era viable para según que rango de precios en lo que al producto final se refiere. Pagando un discreto precio en cuanto a prestaciones (inferiores a las del silicio pero superiores a la tradicional caja interior de hierro dulce), la espiral Nivachron™ solventa estas piedras en el camino y se convierte en un material mucho más fácil de producir de manera industrial y, por lo tanto, a un menor coste. En un futuro inmediato, todas las marcas del Grupo Swatch implementarán espirales antimagnéticas, bien Nivachron™ bien en silicio.

Es en el párrafo anterior donde debemos buscar la explicación del porqué un avance tan importante se presenta en una pieza de las conocidas como «entry level». Una demostración en toda regla de que se trata de una nueva tecnología asumible en prácticamente todos los niveles de relojería. Antimagnetismo, mayor precisión y fiabilidad y una menor dependencia de los servicios técnicos (según Swatch Group el 30% de los relojes que vuelven a fábrica es por estar magnetizados) que desembocará en mayores períodos de garantía oficial para las piezas.

2013 fue el año que vio nacer a los System51. Una colección de relojes mecánicos caracterizados por un movimiento integrado por un total de 51 componentes unidos por un único tornillo, una masa oscilante transparente y una espectacular reserva de marcha de 90 horas. Además, este movimiento carecía de regulador para el escape ya que esta regulación se realizaba en fábrica mediante un procedimiento láser antes de que la pieza abandonara las instalaciones. Los System51 se presentaban como relojes mecánicos (algunos de sus componentes ya albergaban propiedades antimagnéticas) con un rango de precios por debajo de los 200 €.

El calibre del nuevo Flymagic, de fabricación 100% suiza, se presenta como una evolución del System51 añadiendo 15 componentes adicionales (ahora son un total de 66) además de la nueva espiral Nivachron™. El movimiento Flymagic es un movimiento invertido de manera que en la parte más superior de la esfera se ubica la masa oscilante transparente y, el pequeño segundero, gira en un poco habitual sentido antihorario. La reserva de marcha se mantiene en las 90 horas de los System51, con un rango de desviaciones en la precisión de ± 7 segundos por día. El barrilete presenta una construcción esqueletizada y la frecuencia de oscilación del volante es de 21.600 alternancias por hora (3 Hz).

Los nuevos relojes Flymagic responden a un conjunto de tres series limitadas a 500 piezas cada una con el único objetivo de presentar este nuevo calibre, es decir, se trata de relojes que no volverán a producirse (inicialmente) y que estarán disponibles a partir del 30 de abril de este año con un precio de venta de 1.500 francos suizos. Será en septiembre de 2019 cuando los System51 incorporarán la espiral Nivachron™ de serie y en producciones regulares sin limitación.

La caja del Swatch Flymagic presenta unas dimensiones de 45 mm de diámetro con un espesor de 14,8 mm y está fabricada en acero. La estanqueidad del conjunto es de 3 bares (30 metros) y una de las tres ediciones limitadas añade un recubrimiento PVD en oro rojo. Por lo que respecta a las correas, cada uno de estos relojes se entrega con una correa de caucho más dos de adicionales confeccionadas en piel de becerro. La esfera está cubierta por un cristal de zafiro en tanto que la trasera es del tipo ciego. El eje central del movimiento, por el lado de la esfera, alberga el número de edición limitada de cada ejemplar.

Si importante fue el nuevo producto presentado, no lo fue menos el escenario utilizado. Shigeru Ban. Este es el nombre que, de nuevo, aparece en el seno de Swatch Group en relación a sus edificios. Probablemente, muchos de vosotros lo recordaréis por tratarse del mismo arquitecto autor de la Omega Factory inaugurada hace poco más de un año y de la que os hablé en este artículo.

El nuevo edificio Swatch HQ es una proeza arquitectónica, una verdadera maravilla que comunica con la factoría de Omega a través de una pasarela situada en el vestíbulo de cerca de 30 metros de altura. En lo que podríamos llamar el «lado Omega» de este conjunto arquitectónico, lo primero que se encontrará serán los museos de Omega (que ahora está justo al otro lado de la calle) y de Swatch, además de un espectacular auditorio con cabida para varios centenares de asistentes.

Prácticamente finalizado, pero a la espera de los retoques finales y de la mudanza definitiva de las personas que lo ocuparán, este edificio sostenible espera su inmediata inauguración. Además, y en su planta baja, albergará una boutique Swatch con muchas particularidades como la de contar con una tienda «drive through». Imaginación al poder. Os daremos habida cuenta de todas y cada una de las características de este edificio, que son muchas, en cuanto obren en nuestro poder.

La entrada Swatch Flymagic. Lanzamiento de la nueva espiral Nivachron de Swatch Group. se publicó primero en Watch Test.