Tudor Black Bay Chrono Dark Limited Edition

Con esta edición limitada Black Bay Chrono Dark, Tudor rinde homenaje a los All Blacks, la selección de rugby de Nueva Zelanda, y conmemora el Mundial de Rugby 2019.

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Mañana da comienzo la Copa Mundial de Rugby 2019 que se celebra en Japón entre el 20 de septiembre y el 2 de noviembre. Es ya la novena edición de esta competición que tiene lugar cada cuatro años desde 1987. Los All Blacks, el equipo nacional de Nueva Zelanda, ha sido el gran dominador con tres mundiales a sus espaldas, incluyendo los dos últimos campeonatos, y es el principal candidato a la victoria final. Celebrando su alianza con este mítico equipo, Tudor presenta el Black Bay Chrono Dark Limited Edition. Este reloj es una edición limitada al mismo número de jugadores que han vestido la famosa camiseta All Black desde la fundación del equipo nacional en 1884, y variará en función de la composición final del equipo del Mundial. La serie irá creciendo en los próximos años a medida que más jugadores debuten con el equipo.

Tudor Black Bay Chrono Dark

En primer lugar me gustaría destacar lo inusual que resulta para Tudor el hecho de lanzar una edición limitada, aunque con reservas por la paulatina y lenta ampliación futura de los iniciales 1.181 relojes. Esperemos que la firma se abra a ello (aunque sin abusar, claro está), lo que nos permitiría disfrutar de piezas que de otra forma nunca verían la luz.

Tudor Black Bay Chrono Dark

Básicamente, esta referencia es idéntica al Black Bay Chrono lanzado en 2017, con la (casi) única y evidente salvedad de que está totalmente recubierto con un acabado PVD negro, una estética que casa a la perfección con el motivo de esta edición limitada: los All Blacks neozelandeses. Con una caja de 41 mm, el Black Bay Chrono combina elementos de estética racing de sus primeros cronógrafos, los Oysterdate lanzados a partir de 1970 (pulsadores roscados y el bisel con escala taquimétrica), con los atributos clásicos de buceo de la colección Black Bay (hermeticidad de 200m y manecillas snowflake). Esta vez, el bisel incorpora un anillo de aluminio anodizado negro.

Tudor Black Bay Chrono Dark

El resultado es un híbrido que ya en su momento fue objeto de polémica, aunque yo me decanto más en definirlo como un cronógrafo racing. Discusiones aparte, lo que es innegable es que mantiene su excelente nivel mecánico y un precio más que competitivo. Estamos hablando de que en su interior implementa el calibre MT5813, un movimiento cronógrafo de remonte automático con rueda de pilares, embrague vertical, espiral de silicio y 70 horas de reserva de marcha, cuya cronometría es certificada por el COSC. No esta nada mal…

Tudor Black Bay Chrono Dark MT5813

Calibre MT5813

La esfera no varía en absoluto: Todavía encontramos este fondo abovedado, granulado y mate en el que se muestran los dos subdiales (pequeño segundero a las 9 horas y totalizador de 45 minutos a las 3), manecillas centrales para las horas, minutos y segundos del cronógrafo y una ventana de fecha a las 6 en punto en fondo blanco que equilibra el dial, e índices redondos aplicados. Como ya hemos dicho, las discutibles agujas snowflake son las que nos remiten a la colección Black Bay.

Tudor Black Bay Chrono Dark

Por último, este Tudor Black Bay Chrono Dark se presenta exclusivamente en un brazalete de acero sin el estilo vintage remachado que desde el 2016 exhiben los Black Bay. También recubierto en PVD negro, se acompaña con un cierre desplegable y cierre de seguridad.  El único «pero» a este acabado es la facilidad con que podríamos estropear el PVD debido a los continuos roces a los que se exponemos el brazalete o la caja. Y creedme porque lo sufrí de primera mano: ver una simple raya o golpe que desvele el brillante gris de acero subyacente es todo un drama en un reloj con acabado PVD.

Tudor Black Bay Chrono Dark

No soy un gran fan de los relojes ennegrecidos, pero he de reconocer que el look conseguido me gusta más que la versión primigenia en acero, quizás demasiado «metálica». Visualmente, el cambio es sencillamente espectacular, ya que mejora el contraste y refuerza su carácter deportivo racing. Evidentemente, su precio se incrementa respecto al modelo estándar de acero, pasando de los 4.820 € de éste a los 5.600 del Black Bay Chrono Dark. Sin duda, yo me quedo con el Dark.

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, el autor

Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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