Han pasado ocho años para ver aparecer la colección Singer 1969. Fue en el 2015 cuando Singer presentó su primer reloj; el ahora icónico Track 1 (artículo). Más tarde se añadió la colección Flytrack, pero a nivel de diseño de base, nada cambiaba con respecto a la Track 1.
Ahora, Singer da el gran paso que todos esperábamos y presenta una nueva colección que, conservando el ADN de la marca, se diferencia claramente del Track 1. Crear un nuevo diseño de caja de reloj es una de las tareas más arduas que existen ya que después de más de 100 años de relojes de pulsera, poco queda por explorar. Por tanto, con toda la coherencia del mundo, Singer ha recurrido a un diseño icónico muy especial de los años 60. De ahí el nombre de esta nueva colección.
El primer factor diferencial de los nuevos Singer 1969 es la muy peculiar geometría de su caja, que popularizaron en los años 60 los Mark II o el Memomatic de Omega. Su forma básica puede calificarse como «tounneau», lo que implica una proporción alargada, pero con caras curvadas. Esta geometría de tonel es relativamente común en relojería y casi todas las marcas relojeras tienen algún reloj con este diseño en su catálogo.
Lo que se sale de todo estándar es el perfil de esta caja, que adquiere una geometría de tronco de cono, un diseño que algunos denominan «ovni». Lo que es evidente es que difícilmente encontraremos un diseño más original, que parecía destinado a desaparecer y que afortunadamente, aunque en pocos casos, ha revivido en la última década.
El carácter de potencia y de instrumento que otorga este tipo de caja es inigualable y por tanto beneficia a relojes con complicaciones como son las de cronógrafo. Otra consecuencia de este diseño de caja es que inevitablemente implica un grosor considerable del reloj, algo que no es negativo en un reloj de carácter decididamente deportivo como es el caso del Singer 1969. En una maniobra que n o me cabe sino elogiar, Singer ha decidido rebajar a 40 milímetros el diámetro de la caja de los 1969, nada menos que 3 mm inferior al de los Track 1 y Flytrack.
El segundo factor que otorga carácter a esta nueva colección es el brazalete que equipan los relojes. Al igual que en el caso de la caja, este es un elemento en el que es extremadamente difícil innovar, pero Singer lo ha logrado de nuevo.
Cada eslabón del brazalete del Singer 1969 presenta un diseño decididamente piramidal, abandonando la planitud con la que se diseñan la práctica totalidad de los que encontramos en otros brazaletes. En su parte central, estos eslabones tan unidos por una pieza que abandona esta geometría y se decanta por un diseño ovalado, huyendo de todo tipo de ángulo. Con ello, Singer consigue conjuntar dos arquitectura geométrica teóricamente antagónicas obteniendo un resultado de sorprendente originalidad y atractivo.
Ya habréis apreciado que he utilizado el plural en diversas ocasiones para referirme al Singer 1969. Ello se debe a que Singer estrena esta gama con dos relojes que aportan dos complicaciones totalmente distintas, lo que implica también la utilización de dos mecanismos muy distintos. Esta es una muestra. de la importancia de esta nueva colección.
Singer 1969 Timer
El primer miembro de la nueva colección Singer 1969 es el Timer, que es el que implica mayor grado de novedad con respecto a anteriores relojes Singer. Por primera vez, esta manufactura nos ofrece un reloj «solo hora» que indica las horas y los minutos mediante el sistema convencional de agujas centrales.
El Singer 1969 Timer es una derivación del Flytrack y conserva su especial característica de ofrecer un cronógrafo de 1 minuto. De hecho, también lo podríamos calificar de una aguja central de segundos que cuenta con la particular función Flyback. A nivel práctico, esto implica que cada vez que accionamos el pulsador ubicado a las 2 horas, la aguja central de segundos retorna ala posición de cero y reanuda su medición deforma prácticamente instantánea.
El calibre 6363 que equipa el Singer 1969 Timer es un derivado del calibre 6364 que utilizan los Flytrack. Las modificaciones que se ha efectuado al calibre de base han tenido como objetivo adecuarlo a la nueva forma de indicar las mediciones y adaptarlo al nuevo tamaño de caja de 40 milímetros.
El Calibre 6363 formado por 237 componentes, es un movimiento de carga manual que ofrece una muy generosa reserva de marcha de 72 horas. El elevado nivel de sus acabados es el que ya conocemos de todos los calibres desarrollados conjuntamente entre Singer y Agenhor.
La producción del 1969 Timer está limitada a 50 piezas en el año 2023. Su precio es de 29.900 CHF, a los que habrá que añadir los impuestos de cada país.
Singer 1969 Chronograph
Si el 1969 Timer es una adaptación técnica del Flytrack, el Singer 1969 Chronograph lo es del célebre Treack 1. Comparte con el Timer el nuevo diseño de su caja y brazalete realizados en acero, así como su contenido diámetro de 40 milímetros.
Además del nuevo diseño de los elementos externos, el Singer 1969 Chronograph ofrece en su esfera una novedad trascendental con respecto a los Track1. Me refiero a la gran apertura, en forma de arco, que encontramos entre las 5 y las 7 horas. Dos marcadores fijos nos indican las horas y los minutos del tiempo local mediante los números alojados en dos discos giratorios.
En el centro de la esfera encontramos las tres agujas características de las mediciones de los cronógrafos Singer; segundos, minutos saltantes y horas saltantes, todas ellas indicando una escala de base 60 unidades.
En el interior del Singer 1969 Chronograph encontramos el calibre 6365 que, como en el caso del Timer, es una evolución de su antecesor, el calibre 6361, utilizado en los Track 1. Se trata de un movimiento de carga automática, cuyo volante oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y ofrece una generosa reserva de marcha de 72 horas. La función cronográfica está controlada mediante una rueda de pilares que ostenta tres patentes.
Al igual que el Timer, el Singer 1969 Chronograph está limitado en su producción anual, en este caso a 50 piezas en el 2023. Su precio sin impuestos es de 51.000 CHF.
