Tudor descubre la tercera generación del Black Bay

Manteniendo todas sus virtudes, el nuevo Black Bay de Tudor recibe un calibre con certificado METAS y mejoras a nivel estético y ergonómico.

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Si bien el Black Bay 54 ha acaparado los highlights de Tudor en el Watches and Wonders 2023, el lanzamiento que personalmente creo más interesante es la, a primera vista, discreta evolución de su referencia estrella, el Black Bay 41 mm: recibe un movimiento Master Chronometer certificado por el METAS y evoluciona su diseño con pequeños pero interesantes cambios que no hacen sino mejor un producto que ya era de por sí excelente.

Tudor Black Bay 41

El Black Bay nació en 2012, y gracias al éxito comercial de su acertado diseño representó el resurgir de la firma. Primero se presentó con un bisel burdeos, para luego sumarle las versiones con bisel azul y el esperado bisel negro. La primera actualización tuvo lugar en 2016, cuando Tudor decidió reemplazar su calibre ETA por uno fabricado por Kenissi. En esta tercera generación, el protagonismo es, de nuevo, para su parte mecánica con el certificado Master Chronometer. Además, aunque el reloj parece estéticamente idéntico a sus predecesores, se han realizado mejoras en cuanto a comodidad y estética se refiere.

Tudor Black Bay 41

La caja

La caja de acero de este Black Bay de nueva generación es la mejor que ha tenido la colección al solucionar uno de los problemas endémicos: su grosor. Además de lucir unos 14,80 que jugaban claramente en su contra, el diseño recto de la carrura enfatizaba esta robustez al descender casi al mismo nivel que el fondo de la caja.

Tudor Black Bay 41

Ahora es un poco más delgado (se reduce más de 1 mm hasta los 13,60 mm) y tiene unas asas menos prominentes que ayudan a que el reloj mejore su ergonomía y comodidad de uso. Las asas tampoco corren a lo largo del lateral de la caja, por lo que centra un poco más la vista en lo realmente importante: la esfera.

Tudor Black Bay 41

Parte del grosor de la carrura se ha integrado dentro de un fondo de caja más estilo «burbuja». Por su parte, la corona tiene un diseño acanalado más tradicional, una rosa Tudor en relieve y se asienta más cerca de la caja, sin un tubo de aluminio intermedio. También el borde del bisel es diferente, con un borde estriado más pronunciado que brinda un mejor agarre. Por supuesto, mantiene la excelente hermeticidad habitual de 200 m.

Tudor Black Bay 41

Tudor presenta el nuevo Black Bay Master Chronometer con un nuevo brazalete estilo Jubilee de acero de cinco eslabones, con los exteriores cepillados y los intermedios pulidos. El clásico brazalete remachado de 3 eslabones completamente cepillado todavía está disponible y también se ha sumado a la colección una nueva correa de caucho negro.

Tudor Black Bay 41

El brazalete implementa un sistema de microajuste «T-fit» que brinda un rango de ajuste de 8 mm. El anillo de aluminio del bisel es granate, un color ya conocido en los Black Bay, que combina especialmente bien con los toques dorados de la esfera, logrando un conjunto cromáticamente atractivo.

Tudor Black Bay 41

Esfera

También hay novedades en la esfera, pero son difíciles de discernir hasta que tienes en las manos la nueva generación y la anterior. Tener la cantidad correcta de texto en el dial es un punto importante y foco de controversia. La actualización más notable no es el cambio de texto a las 6 en punto (y sí, solo hay 2 líneas), sino el hecho de que la esfera abovedada ya no es negra mate, sino que está decorada con un discreto cepillado con rayos de sol. En este modelo de color burdeos, las manecillas, los índices y las escalas son todos dorados y combinados con Super-LumiNova de color crema claro para conferirle una apariencia aún más vintage.

Tudor Black Bay 41

El diseño clásico snowflake de las manecillas ahora está reservado solo para la aguja horaria, ya que la segundera central adopta un estilo lollypop y el minutero es ahora de tipo lápiz, cuando antes tenía una geometría de tipo bastón.

Calibre METAS

Probablemente uno de los procedimientos de prueba más estrictos, la certificación Master Chronometer fue lanzada en 2015 por el METAS, el Instituto Federal Suizo de Metrología, y Omega, pero ya desde su inicio se abrió para todas las marcas que quisieran certificar sus relojes.

Tudor Black Bay 41

Pocos hubiéramos imaginado que este término aparecería en un Tudor hasta que el Black Bay Ceramic Master Chronometer del año pasado. Con ese elegante reloj de cerámica negra, el mundo de los relojes aprendió no solo que Master Chronometer no era un término exclusivo de los relojes Omega, sino que también Tudor estaba entrando en el juego de la certificación METAS, un nuevo estándar del gobierno suizo que supera los requisitos de la certificación COSC. Algunos de los aspectos más destacados de los relojes certificados por METAS son que se prueban con el movimiento dentro del reloj. Incluye una serie de requisitos como por ejemplo una precisión de 0/+5 segundos por día o una resistencia magnética de hasta 15.000 gauss. Master Chronometer no sólo certifica el movimiento, sino que certifica la calidad de un reloj.

Tudor Black Bay 41

Dentro del M7941A1A0RU Black Bay se encuentra el movimiento automático MT5602-U de Tudor. Este mecanismo late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz), implementa una espiral de silicio y ofrece una excelente reserva de marcha de 70 horas.

Tudor Black Bay 41

El precio del reloj Tudor referencia M7941A1A0RU Black Bay Master Chronometer con correa de caucho es de 4.130 €. Si optamos por el brazalete de tres eslabones y remaches, sube hasta los 4.330 €, mientras que si nos decantamos por el más elegante brazalete de estilo jubilée, su precio es de 4.440 €.

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, el autor

Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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