Durante la celebración del SIHH, diversas marcas que no exponen en el salon ginebrino aprovechan la ocasión para mostrar sus nuevas creaciones a la prensa y a los coleccionistas invitados. Es una práctica que no gusta demasiado a la organización del SIHH pero que es inevitable, ya que por si solas estas marcas no lograrían atraer tan selecta asistencia. Así, encontramos diversas suites de los prestigiosos hoteles de la Rue du Rhone habilitadas a modo de exposición.
Un caso aparte es F.P. Journe, una marca que lleva el nombre de su propietario, el relojero más importante de las últimas décadas. Es como la reminiscencia contemporanea de firmas como Patek Philippe, Vacheron Constantin, Audemars Piguet, Girard-Perregaux y otras, cuando hace siglos aun estaban regentadas por los relojeros y emprendedores que las fundaron. Además, la manufactura y la exposición permanente de F.P. Journe está sita en pleno centro de Ginebra, con lo que su legitimidad está fuera de toda duda. No se trata de que F.P. journe aproveche el SIHH sino todo lo contrario. Somos los asistentes al SIHH los que aprovechamos el desplazamiento y la ocasión para visitarle.
Habitualmente F.P. Journe nos presenta una novedad de gran calado por año, que suele coincidir con la celebración del SIHH, o bien se adelanta ligeramente, tal como ha sucedido este 2013 con el impresionante Chronomètre Optimum, del que os informamos en un reciente artículo. Por tanto, este es el reloj que centraba la atención de nuestra visita, y por ello nuestra gran sorpresa cuando además de esta pieza nos descubrieron el nuevo Octa Quantième Perpétuel.
Se trata de un calendario perpetuo que, por primera vez, nos muestra todas las indicaciones de esta complicación de forma digital, es decir, mediante dígitos que se visualizan a través de ventanas. Además, como colofón, todas estas indicaciones son de salto instantáneo. La finalidad de esta complicación es optimizar la visibilidad de dichas indicaciones, prescindiendo de las clásicas agujas que recorren subdiales, lo que inevitablemente origina una esfera muy poblada y de difícil lectura. No me extenderé más ya que una pieza de este nivel merece un futuro análisis a fondo.
Además de esta novedad inesperada, tambien pudimos tener en nuestras manos el Chronomètre Optimum que he citado anteriormente. Otro reloj que será objeto de un artículo en profundidad para ampliar el que ya publicamos en su día. Señalar que, como ocurre en todos los relojes F.P. Journe, al natural mejoran de forma espectacular la impresión estética que desprenden las imágenes. Recomiendo a cualquier aficionado o coleccionistas que si tiene ocasión de viajar a Ginebra visite la manufactura y exposición de F.P. Journe. Allí podreis contemplar todas las piezas de la colección y os atenderán magníficamente.
Aunque ya lo conocíamos y lo habíamos visto en vivo, tuvimos la ocasión de tener de nuevo en nuestras manos el increíble Répétition Minutes Souveraine, el reloj con repetición de minutos más plano del mundo. Una características esta, la delgadez, que es común e irrenunciable a todos los relojes firmados por F.P. Journe, y que por si misma ya representa una importante complicación adicional.
Agradecer a Brigitte Bocquet-Makhzani, Directora de Comunicación Internacional de F.P. Journe su magnifica atención, al igual quer felicitar a François-Paul Journe por sus dos nuevas creaciones, que sin duda pasarán a la historia de la relojería mecánica. Terminamos esta previa de nuestra visita a F.P. Journe con la imagen de una bandeja cuyo contenido pocas veces, muy pocas, se puede llegar a ver en conjunto.
