Omega Seamaster 300 Master Chronometer. La perfección existe.

Analizamos a fondo la nueva colección Seamaster 300 Master Chronometer, la que es sin duda la novedad más importante de Omega en este 2021.

\\ WT REF 73845 Se lee en 12' 15''
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • pinit
  • WhatsApp

Empecemos por puntualizar que el término Seamaster 300 Master Chronometer, no se refiere a un reloj sino de una colección, que sustituye a una ya existente en el catálogo de Omega. Acertadamente, la manufactura suiza ha añadido el término «Master Chronometer» al final de su nombre lo que, además de ser muy descriptivo con lo que aporta, ayuda a diferenciarlo semánticamente de la anterior.

Las novedades 2021 de Omega - Seamaster 300 steel

Cuando Omega presentó en el 2014 la nueva colección Seamaster 300, muchos apasionados de la marca ya pensamos que era un reloj que se acercaba mucho a la perfección, tanto por sus características técnicas como por su estética. Ahora, con los nuevos Seamaster 300 Master Chronometer, esta pequeña brecha que lo separaba de la perfección se ha reducido hasta casi rozarla. Como antesala de este análisis, os recomiendo leer el exhaustivo artículo que Jordi Colomé dedicó a la anterior generación del Seamaster 300.

También creo importante puntualizar que, como ocurre con la mayoría de novedades que se han presentado durante este periodo azotado por el covid, no he podido tener en mano este nuevo Seamaster 300 Master Chronometer. Por ello, algunos aspectos del análisis, especialmente los estéticos, pueden deberse a deducciones basadas en el conocimiento previo de Omega y del Seamaster.

 

Seamaster 300 Master Chronometer – la caja

Como no puede ser de otro modo en un reloj que intenta reflejar al máximo la estética del reloj original de 1957, el nuevo Seamaster 300 Master Chronometer mantienen en su práctica totalidad la geometría de la caja del Seamaster al que sustituye, que se inspiraba en la misma fuente.

Además de su diseño, Omega también mantiene en el Master Chronometer el diámetro de 41 milímetros de la anterior edición del Seamaster 300. Como ya se comentó en el artículo sobre el Seamaster 300 del 2014, el tamaño de su caja es superior a los 39 mm del Seamaster 300 original de 1957, pero no sobrepasa ningún límite razonable que comprometa la ergonomía ni la elegancia.

Omega Seamaster 300 Master Chronometer - steel black

A diferencia del Seamaster que sustituye, Omega ha decidido prescindir del titanio y emitir inicialmente este reloj con caja realizada en acero. Obviamente el titanio aporta una notable ventaja en cuanto a ligereza pero también implica un par de desventajas; es más caro y los arañazos son mucho más visibles que en el acero, con el que comparte la misma dureza. Por tanto, creo que es un decisión coherente por parte de Omega ya que la relación coste/beneficios del acero en la caja de un reloj sigue siendo imbatible.

La diferencia de materiales también se traslada al bisel, que abandona la cerámica para utilizar aluminio endurecido mediante un anodizado oxálico. Nuevamente es una decisión de Omega que parece encaminada a contener precios ya que a buen seguro el coste de la cerámica es más alto que el del aluminio. También, al igual que en la disyuntiva acero/titanio, las desventajas de utilizar aluminio en el bisel son mínimas. Mi Seamaster 300 de principios de los 2000 ya utilizaba aluminio en su bisel y lo que siempre me ha asombrado de él es que no muestra ni el más mínimo rastro de arañazos.

Otra diferencia que encontramos en el bisel de nuevo Seamaster 300 es que Omega prescinde del Liquidmetal para realizar los índices y utiliza en su lugar SuperLuminova que, como veremos más adelante, coincide en color con la de los índices horarios. Siguiendo con el bisel, aunque a simple vista parece idéntico, Omega nos transmite que ha experimentado una ligera reducción de su ancho, lo que, a igual diámetro externo, ofrece una mayor superficie libre a la esfera.

Omega Seamaster 300 Master Chronometer - corona

Un rasgo de diseño que sí se modifica en el nuevo Seamaster 300 es su corona, que ahora adquiere una geometría que podríamos calificar de cónica invertida. Este es un rasgo que se aparta tanto del Seamaster 300 original como de la edición 2014 y la única explicación lógica es que permite una mejor sujeción, especialmente con guantes, un elemento que utilizará su propietario si decide vestir el Omega Seamaster 300 Master Chronometer para practicar buceo, la actividad para la cual fue diseñado.

En muchas ocasiones he repetido que la delgadez de un reloj es una de las «complicaciones» más difíciles y comprometidas de dominar. En las dos últimas décadas han proliferado multitud de relojes con grosores descomunales, lo cual puede ser debido a cuestiones de tendencias y modas y/o a que resulta mucho más fácil de producirlos, ajustarlos y garantizar su fiabilidad.

Omega Seamaster 300 Master Chronometer - carrura

Por ello no puedo dejar de elogiar el esfuerzo de Omega en este sentido. El grosor total de la caja del nuevo Seamaster 300 ha experimentado un ligero adelgazamiento comparado con la versión anterior, pasando de 14,65 a 13,86 milímetros. Paradójicamente, a pesar de la mejora, en términos absolutos este es el único aspecto del nuevo Seamaster 300 con el que siendo muy estricto no estoy totalmente satisfecho. Si la caja de este reloj midiera alrededor de 10mm sería la perfección absoluta.

No obstante, siendo objetivo, también es obligado mencionar que probablemente el grosor que requieren los cristales de zafiro, y puede que también las juntas tóricas, para soportar una presión de 30 bares impidan adelgazarlo más. Es cierto que si para lograrlo se limitara la hermeticidad a 10 bares, más que suficiente para cualquier uso, sería perfecto desde el punto de vista práctico, pero aquí topamos con un obstáculo insalvable; ya no sería un Seamaster 300, una cifra intocable.

 

Seamaster 300 Master Chronometer – el brazalete

Aunque se ofrezca en versiones con correa de piel, un elemento irrenunciable en un reloj que quiera llevar la versatilidad por bandera es el brazalete metálico. Puede que descienda un escalón en elegancia comparado con una correa de piel, pero sube muchos en cuanto a versatilidad y durabilidad.

Partamos de la base de que cualquier tipo de piel es alérgica al agua, medio que la destruirá a muy corto plazo. Por tanto, este tipo de sujeción en un reloj con genes de buceo es bastante incoherente. No obstante, gracias a la generosa apertura en la cara interna de los eslabones que se unen a la caja, podemos manipular con relativa facilidad los pasadores y realizar nosotros mismos un cambio brazalete/correa si así lo deseamos.

Seamaster 300 vs Seamaster 300 Master Chronometer - brazalete

Seamaster 300 vs Seamaster 300 Master Chronometer

El brazalete es también un elemento externo que ha experimentado un rediseño con respecto a la generación anterior. Lo más notorio, que podemos apreciar a simple vista observando la imagen superior, es su geometría. Mientras en el Seamaster 300 del 2014 el ancho del brazalete es prácticamente invariable, en el nuevo Seamaster 300 Master Chronometer disminuye notablemente a medida que desciende hacia el cierre.

Aunque se trata de un aspecto totalmente subjetivo, esta geometría descendente del brazalete transmite una sensación de mayor integración con la caja, en línea con los brazaletes de los legendarios Nautilus o Royal Oak. Otro aspecto a reseñar del nuevo brazalete del Seamaster 300 es que Omega invierte los acabados, aplicando el satinado en los eslabones centrales y el pulido en los laterales. Este acabado pulido coincide con el de la parte superior de las asas, un detalle que nuevamente contribuye a la sensación de integración.

Seamaster 300 Master Chronometer - ajuste brazalete

Al igual que la generación anterior del Seamaster 300, el cierre de este Master Chronometer cuenta con un sistema de ajuste fino. Los sistemas con este fin son algo que ya se está empezando a generalizar en relojes de alta gama con brazalete y acaba con el único inconveniente intrínseco a este tipo de sujeción. Ahora podemos ajustar la longitud del brazalete, con facilidad y sin herramientas, para adaptarlo a los cambios de volumen que experimentan nuestra muñecas con los cambios de temperatura.

El ajuste del Seamaster 300 del 2014 era de 6 puntos y equivalía a 9,6 mm. El de este nuevo Seamaster reduce los puntos de ajuste a 3, pero Omega no menciona su equivalencia en longitud. La única explicación que se me ocurre de este cambio es que sea debido, tal como Omega afirma, a que en este nuevo brazalete se ha implementado un cierre de menor longitud para beneficiar su comodidad. Una vez más nos topamos con el inconveniente de no haber tenido este reloj en mano y no haber podido comprobar si estos 3 puntos son suficientes para la función que se persigue. No obstante, hay que confiar en la profesionalidad y experiencia de Omega, que sin duda ha estudiado a fondo este cambio antes de realizarlo.

Continua leyendo este artículo. Páginas: 1 2 3
\\ WT REF 73845
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • pinit
  • WhatsApp
, el autor

Décadas de pasión heredada por la relojería. 17 años transmitiendo esta pasión por internet. Primero fue MundoPanerai, luego Cronomundi, ahora Watch-Test. Unos proyectos que nacieron bajo una idea muy clara que se mantiene en el tiempo: el lector busca opinión de calidad y fiable. Con toda la subjetividad que conlleva, opinión y crítica razonada es lo que pienso seguir ofreciendo.

2 comentarios

    Dejar una Respuesta