Deseos irrefrenables entre los apasionados y coleccionistas de Patek Philippe es lo que despertará el Calatrava 6007A. Tiene dos particularidades que lo hacen muy especial; es muy distinto estéticamente de los demás Calatrava y su caja está realizada en acero.
Es un metal que encontramos habitualmente en sus colecciones más deportivas, como los Nautilus o los Aquanaut, o bien en colecciones femeninas como los Twenty-4. Con alguna inesperada concesión, como el reciente Calendario Semanal 5212A (artículo), Patek Philippe siempre ha mantenido la excepcionalidad de sus relojes clásicos con caja de acero. Prácticamente se han limitado a contadísimas ediciones especiales lanzadas de uvas a peras. La más reciente fue otro Calatrava, el 5522A (artículo) que Patek Philippe presentó con motivo del evento The Art of Watches Grand Exhibition celebrado en el 2017 en New York.
Se podría calificar este nuevo reloj de Patek Philippe como el Calatrava Bauhaus. No hay nada en su exterior ni en sus elementos estéticos que perjudiquen o alteren en lo más mínimo la funcionalidad. Esta sobriedad y practicidad se la otorga en primer lugar el acero, el metal más practico que existe para la caja de un reloj.
Hay materiales más duros que el acero, los hay más preciosos, los hay más ligeros, pero ninguno de ellos puntúa tan alto en todos los ámbitos ni es tan accesible desde el punto de vista económico. El Calatrava Pilot 5522 presentado en New York dejó con la miel en los labios a muchos apasionados de la manufactura suiza. Solo se produjeron 600 ejemplares y para más INRI solo estuvo disponible en le mercado estadounidense. Ahora estos apasionados tienen una segunda oportunidad.
Está claro que el concepto «edición especial» en Patek Philippe hace honor a su nombre y por ello se aparta de lo establecido y de lo esperado. En los años más recientes, la manufactura ginebrina nos había casi habituado a una creciente sofisticación en la arquitectura de sus cajas; el mismo Calendario Semanal 5212A es una prueba de ello.
Ahora, este Calatrava 6007A parece querer llevar la contraria y no aporta ni la más mínima forma que adorne su caja. Como queriendo desprender un aire de reloj instrumento, todo es liso y simple en su caja, lo cual no tiene porque considerarse como negativo. Su diámetro es de 40 milímetros y el grosor, medido entre los cristales delantero y trasero, es de 9,07 mm.
En el caso de este elemento, la practicidad se traduce como legibilidad. Un indice perimetral con segmentos de minutos y segundos bien marcados, doce números árabes aplicados a modo de índices horarios, agujas de horas, minutos y segundos tipo bastón y un sobrio fechador situado a la altura de las 3 horas.
Todos estos elementos son blancos, lo que produce un atractivo contraste con el azul de la esfera y, tan o más importante, genera una legibilidad óptima. Aunque no se pueda apreciar si se desconoce, tanto los números árabes como las agujas están realizados en oro blanco. Puede parecer una extravagancia, pero la utilización de un metal precioso en estos elementos tiene una razón muy práctica; el oro ni se oxida ni se corroe con el tiempo.
Otro detalle que enfatiza el carácter de instrumento y la practicidad de este Calatrava 6007 A es el recubrimiento luminiscente que se aplica a los índices horarios y a las agujas de minutos y segundos. Nuevamente se trata de una característica muy poco habitual en un reloj clásico de Patek Philippe, pero que ya habíamos visto últimamente en relojes de espíritu profesional como son los Pilot.
Centrándonos en aspectos estéticos, la esfera del Calatrava 6007A también sigue la pauta de su caja en cuanto a diferenciación. El primer aspecto diferencial es el azul de su fondo, que presenta una tonalidad distinta a lo visto hasta ahora en Patek Philippe. El comunicado oficial lo denomina «azul grisáceo», pero también lo podríamos bautizar como azul cobalto o con muchos otros apelativos más o menos poéticos pero poco técnicos. Claro que nominarlo por su código pantone, lo que sería totalmente objetivo, resultaría muy poco atractivo.
Pero, no es el azul de su fondo sino el decorado de la parte central de la esfera lo que incrementa el valor de «edición especial» de este Calatrava. Se trata de una decoración totalmente atípica en Patek Philippe que la firma ginebrina denomina motivo “carbono”. Todo este conjunto de características de la esfera de este reloj se codifican por las tres últimas cifras de su referencia completa, que es 6007A-001.
Ya tenemos pues tres elementos; el acero de la caja, el azul grisáceo de su esfera y su motivo decorativo que pueden calificarse de atípicos en Patek Philippe. Ello es precisamente lo que legitima la condición de «edición especial» de este Calatrava 6007A.
El fondo de la caja del Calatrava 6007A no presenta ninguna sorpresa. Como es habitual en Patek Philippe y único en la industria, carece de cualquier inscripción en su parte de acero. Como también es habitual en las ediciones especiales de Patek Philippe, esta condición se plasma impresa en el cristal de zafiro que permite «ver» el movimiento. Este es uno de los pocos aspectos que siempre he criticado de la firma ginebrina. No me parece que realizar una inscripción en el cristal resulte elegante y además perjudica notablemente la visión del mecanismo, pero es algo que ya forma parte del ADN de las ediciones especiales de Patek Philippe.
Os parecerá curioso, a mí también, que en dicha inscripción se plasme el año 2019. No es el año en el que se inicia el proyecto del PP6 ni es el año en que se inaugura este edificio. La justificación es, y cito textualmente el comunicado de Patek Philippe: «año en que los primeros grupos de trabajo se trasladaron al nuevo edificio de producción de PP6». Una nueva rareza que añadir al Calatrava 6007A.
El mecanismo que anima el Calatrava 6007A es el calibre 324 SC, el movimiento automático más utilizado en el actual catálogo de Patek Philippe. Como en la práctica totalidad de calibres actuales de Patek Philippe, el 324 SC utiliza la espiral Spiromax, realizada en el compuesto de silicio llamado Silinvar.
La correa de piel de becerro con la que se equipa y entrega el 6007A también es especial y poco habitual en Patek Philippe. Su primera particularidad es la tonalidad azul que presenta, prácticamente idéntica a la de la esfera. La segunda característica atípica es que está realizada en piel de becerro con un grabado que emula la textura de la tela técnica, que en cierto modo sigue el patrón del decorado del centro de la esfera. El cierre es del tipo ardillón.
La producción del Calatrava 6007A será de 1.000 ejemplares y su distribución no está limitada a ninguna área geográfica. Para ser un reloj Patek Philippe se trata de una cifra notable, que permitirá satisfacer a un buen porcentaje de los coleccionistas incondicionales de la marca.
El precio previsto del Calatrava 6007A es de 25.000 CHF. Lógicamente habrá que realizar la conversión del franco suizo a la moneda y a los impuestos vigentes en cada país.
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