Dada la situación económica actual, es sorprendente la frecuencia con la que aparecen nuevas marcas en el sector de la Alta Relojería. Normalmente en watch-test no les damos demasiada bola porque habitualmente son aventuras sin demasiado futuro y que no ofrecen nada nuevo. Estos días se acaba de presentar oficialmente Akrivia, con la que sí haremos una excepción por el conjunto de características que la envuelven, tanto como marca como por la singularidad de su primer producto: el reloj Akrivia Saturne.
Las bases fundacionales de Akrivia se asemejan a los de las más prestigiosas marcas del sector. Dos personajes que por cuestiones aleatorias se conocen, coinciden en su visión de la relojería y deciden unirse empresarialmente creando una nueva marca. En las firmas históricas; Jacques Barthélémy Vacheron y François Constantin, Antoni Patek y Jean-Adrien Philippe, Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet… casi siempre se trataba de la asociación de un relojero con un hombre de negocios. En el caso de Akrivia se trata de dos relojeros: Rexhep Rexhepi y Etienne Deschamps.
La corta pero intensa biografía de estos dos jóvenes relojeros es el primer motivo que me lleva a pensar que Akrivia puede llegar a ser algo más que una aventura pasajera, y seguidamente las reproducimos tal y como se plasman en la documentación oficial de esta nueva marca.
Rexhep Rexhepi A la edad de 12 año deja su kosovo natal para instalarse en Ginebra. Obtiene su diploma relojero en Patek Philippe. La gran marca ginebrina le propone su primer contrato como relojero profesional. Durante dos años pasará por casi todos los talleres de la manufactura. Le contrata BNB y desarrolla sus conocimientos trabajando en movimientos de gran complicación. A los 20 años se convierte en responsable del taller. François-Paul Journe se fija en su talento y le confía el montaje de lagunos calibres importantes. Aunque satisfecho con su trabajo, sus inquietudes le levan a desarrollar un proyecto para crear su propia marca. EL primer reloj que piensa es un cronógrafo con tourbillon. Se asocia con Etienne Deschamps, otro joven relojero con las mismas ambiciones.
Etienne Deschamps A la edad de 15 años inicia su aprendizaje relojero en Chopard. Después de 4 años de estudios obtiene el premio al mejor relojero de Ginebra en los exámenes de final de curso. Viaja 8 meses a Brisbane para perfeccionar su inglés. A su retorno, Chopard le propone un empleo como Agente de Método. Se inscribe en la universidad donde obtiene el título de Manegement en la Escuela de Management y Comunicación de Ginebra.
Como vemos se trata de dos relojeros jóvenes, brillantes y ambiciosos. Lógicamente, con estos parámetros, es lógica su asociación para crear una empresa y una marca: Akrivia.
El primer reloj nacido de esta sociedad ya denota su ambición, pues se trata de una conjunción de complicaciones muy poco común: cronógrafo y tourbillon. El nombre de esta nueva pieza es Saturne.
El Saturne aúna una serie de particularidades que lo hacen verdaderamente interesante y que lo alejan de muchas novedades que son «mas de lo mismo». En primer lugar su caja, con un diseño personal, contemporaneo y original sin caer en extravagancias. Otro elemento de gran mérito es su esfera, que a pesar de ceder un generoso espacio para visualizar el tourbillon, consigue implementar el contador del cronógrafo y el segundero con un notable tamaño que permite su fácil lectura. A ello hay que añadir un indicador de reserva de marcha y una apertura a las 12 donde podemos observar la rueda de pilares y su funcionamiento cuando activamos las funciones del cronógrafo.
Si todo esto lo unimos a la ya mencionada difícil conjunción de complicaciones y unos acabados que, por lo menos en fotografía, parecen dignos de ser denominados de Alta Relojería, el resultado es digno de mención. Por ello me guardo más detalles para un futuro test en profundidad de este Akrivia Saturne.
