De todos modos, conceptualmente esto no es nada nuevo en Blancpain ni en la colección Ladybird, que bajo el mismo nombre de Colors ya presentó en el 2021 (artículo) siete versiones de esta gama femenina de relojes. No obstante, hay una diferencia fundamental entre las versiones del 2021 y estas que ahora anunciamos; las primeras justificaban el concepto «Colors» por los colores de sus correas y las del 2023 lo aplican también a sus esferas.

Otra gran diferencia es que las versiones coloridas del 2021 eran todas del modelo «solo hora» de esta colección y las que ahora tratamos lo hacen en él y además en la gama Phases de Lune. Personalmente me parece mucho más coherente el concepto de estas nuevas versiones, ya que una correa jamás puede identificar un modelo de reloj al ser siempre intercambiable.

El concepto básico estilístico de los Ladybird se mantiene, con su característica geometría redonda de caja, el engaste de diamantes en diversas de sus partes y la base de esfera realizada con nácar. De las cinco versiones que ofrece Blancpain de cada gama, dos recurren al oro blanco para su caja y tres al oro rosa. Con un diámetro de 34,9 mm y un grosor de 10,43, las dimensiones con idénticas en todas las variantes.

El factor diferencial de estos Ladybird lo encontramos en su esfera, ya que ahora los números romanos de los índices horarios presentan la misma tonalidad de color que la correa. Su fondo recurre al nácar blanco, un material que se ha convertido en casi exclusivo de relojes femeninos.

Los Ladybird Colors «solo hora» equipan el calibre 1163 y los Phases de Lune recurren al calibre 1163L, que toma la base del primero y le añade en su anverso el módulo mecánico de la fase lunar (L). Por lo demás se trata de movimientos idénticos, cuyo volante oscila a una frecuencia de 3 Hz y ofrece una más que generosa reserva de marcha de 100 horas.

El cristal de zafiro que equipa el fondo de la caja nos permite admirar la gran calidad de los acabados de todos los componentes del movimiento. Visualmente destaca la elegante masa oscilante esqueletizada, lo que permite una máxima visibilidad del resto de componentes del reverso de este calibre.

La imagen anterior nos muestra las 10 versiones del Ladybird que nos ha presentado Blancpain. En la fila superior tenemos los «solo hora» y en la inferior los Phases de Lune. Podemos comprobar que con una sola excepción, Blancpain ha optado por los tonos azules y muy especialmente por los verdes. Desconozco el motivo de esta clara segmentación, pero es posible que la manufactura de Villeret se haya reservado la posibilidad de futuras ediciones con la gama cromática que aquí se ha obviado.

De todos modos, estas tonalidades azules y verdes tienen la cualidad de aportar un importante grado de frescura sin caer en extravagancias. Lo que su propietaria no podrá disimular es el profuso y elegante engaste de diamantes talla brillante que adorna su bisel, sus asas, el círculo central de la esfera y el pequeño segundero. Son 59 diamantes los que adornan la caja y 70 los que decoran la esfera, que en total suman 2,22 quilates.

El precio de los Blancpain Ladybird «solo hora» es de 33.000 €. El de las versiones Phases de Lune es de 35.200 €.

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A lo largo del tiempo, de vez en cuando, se han desarrollado versiones extremas de estos iconos de la relojería, con un carácter focalizado casi exclusivamente a ser utilizados en actividades subacuáticas. Este es el caso del Fifty Fathoms Tech Gombessa, pero con matices muy importantes. Si normalmente estos relojes extremos se centran en ofrecer incrementos exagerados de su hermeticidad, este Blancpain se focaliza en otros aspectos muy distintos. Vamos a verlo por pasos.

Una caja potente

La caja del Fifty Fathoms Tech Gombessa ya delata que ha sido desarrollada con parámetros puramente profesionales. Ello se percibe primeramente por la utilización de titanio grado 23 para elaborarla, el más puro que existe. Se trata de un material que pesa la mitad que el acero pero al que prácticamente iguala en cuanto a dureza. Por tanto, es una elección de material perfecta para un reloj de carácter profesional.

Sus dimensiones, de 47 mm de diámetro por 14.81 mm de grosor, también son coherentes con las exigencias de un reloj profesional de buceo. Uno de los parámetros críticos de este tipo de reloj es que debe ofrecer una gran legibilidad, incluso debajo del agua. Por lógica, ello pasa por una esfera de gran tamaño, lo que condiciona directamente el diámetro de la caja que la protege.

En la parte izquierda de la carrura encontramos la válvula de Helio, un elemento indispensable en inmersiones a grandes profundidades. Cuando los profesionales realizan estas prácticas de buceo, durante la fase de ascenso deben efectuar la fase de descompresión en cámaras dedicadas a ello, que contienen mezclas de aire con un elevado porcentaje de helio. Las moléculas de este gas son tan ínfimas que penetran por las juntas del reloj, pero es posible que durante la descompresión el helio no se escape con la suficiente velocidad, generando una presión que puede provocar que se suelte el cristal. La válvula, ya se manual o automática, deja escapar el Helio cuando hay un exceso de presión en el interior del reloj.

Aparte de estas características, comunes a la mayoría de relojes de buceo de carácter profesional, el bisel de cerámica del Fifty Fathoms Tech Gombessa sorprende por una característica que formará parte del ADN de este reloj y que no aporta ningún otro. La observación inicial de este bisel genera extrañeza a cualquier persona que no practique el buceo de forma profesional; ¿Que sentido tiene una escala de 3 unidades? Pues tiene todo el sentido del mundo en buceo moderno ya que se basa en la duración aproximada de 3 horas de los sistemas modernos de botellas de aire. Por ello encontramos en el bisel intervalos fuertemente señalados de 30, 1, 1:30, 2, 2:30 y 3 horas, que indicaran permanentemente el tiempo que se ha consumido de aire.

Una última característica totalmente atípica de la caja del Fifty Fathoms Tech Gombessa es que carece de las típicas asas necesarias para fijar la correa. En lugar de ello, podemos ver como la correa de caucho negra que equipa se une directamente a la carrura mediante unas fijaciones ubicadas en el fondo de la caja.

Muy coherentemente, Blancpain se limita a ofrecer una hermeticidad de 30 bares (aproximadamente 300 metros) en el Tech Gombessa, una resistencia a la presión más que suficiente para casi cualquier actividad de buceo que pueda realizar el ser humano ya que el record mundial está en 332 metros.

Una esfera de máxima legibilidad

Llegamos a la esfera del Fifty Fathoms Tech Gombessa, un elemento en el que predomina ante todo la extrema claridad de sus indicaciones. Para ello, Blancpain recurre al máximo contraste que genera su fondo negro mate con el tono anaranjado de los índices horarios y de las agujas que los recorren.

Estos índices, de fuerte relieve, están tratados con una sustancia luminiscente que en condiciones de oscuridad emite un tono azul. En la esfera apreciamos las tres agujas centrales habituales, de horas, minutos y segundos. Pero las convenciones se acaban con una cuarta aguja, también central, que es la que nos indica el periodo de tres horas, dividido en tramos de 5 minutos, de la escala del bisel. Se distingue de la aguja segundera por la forma de su punta. La imagen superior nos muestra que el buceador ha consumido aproximadamente 1 hora y 10 minutos de las 3 horas de aire que le ofrece su sistema de botellas.

Un mecanismo avanzado y fiable

La aguja que acabamos de describir realiza un giro completo a la inusual frecuencia de 3 horas. Lógicamente ello debe calificarse como una complicación mecánica adicional, que en consecuencia requiere de un nuevo mecanismo. Este es el Calibre 13P8, un movimiento de carga automática cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.

El sistema de doble barrilete que equipa permite una generosa reserva de marcha de 120 horas. Este calibre consta de 204 componentes, su diámetro es de 30,6 mm y su grosor de 5.65. A igual que la mayoría de relojes de las marcas de alto nivel del Swatch Group, este movimiento equipa una espiral de silicio. El fondo de cristal de zafiro del Tech Gombessa nos permite apreciar el reverso de este movimiento y nos muestra la rara combinación que ofrece de carácter industrial y acabados de Alta Relojería.

Conclusiones

El nombre de Gombessa viene de la sociedad del mismo nombre, co-fundada por Blancpain, cuyo objetivo es investigar y preservar la vida de los mares y los océanos. Por tanto, se gtrata de un proyecto que no puede ser más afín con el Fifty Fathoms, el «primer reloj de buceo moderno». En este año 2023 se celebra el 70 aniversario del lanzamiento del primer Fifty Fathoms en 1953 y Blancpain ha decidido celebrar este aniversario por fases.

La primera se desveló el Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 1 (artículo). Ahora ha llegado el turno del segundo Acto de este aniversario con el Tech Gombessa que acabamos de ver, un reloj de carácter extremadamente profesional que además cumple con los genes de innovación propios de este legendario reloj de buceo.

¿Es el Fifty Fathoms Tech Gombessa un reloj para todo el mundo? Mi respuesta es un claro no. No digo que deba estar reservado para buzos profesionales pero sí para personas firmemente ligadas con las actividades acuáticas. En la imagen, tomada en Madrid el pasado día 13 durante el acto exclusivo de presentación de este reloj, se puede ver este Tech Gombessa ceñido a mi muñeca, que es más bien delgada. Inesperadamente, una vez puesto no trasmite la sensación del tamaño que realmente tiene. De todos modos, utilizarlo en el día a día sería como recurrir a un tanque para circular por la ciudad. Por contra si ya posees algún reloj de alto nivel para un uso diario y te apasiona el ambiente marino, esta es una opción a considerar muy seriamente como segundo o tercer reloj.

Sorprendentemente, Blancpain no ha decidido emitir el Fifty Fathoms Tech Gombessa en formato de edición limitada, con lo que pasa a formar parte del catálogo de producción regular de la marca suiza. Su precio es de 28.950 EUR.

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Blancpain Fifty Fathoms – 1953

Nacido en 1953, se fabricó durante tres décadas hasta principios de los 80. Tras un período de inactividad de veinte años, Marc A. Hayek, director ejecutivo de Blancpain, decidió revivirlo en 2003 coincidiendo con su 50 aniversario, mediante tres series de 50 piezas que marcaron su retorno definitivo a la colección de la firma de Le Brassus a partir de 2007, convirtiéndose en uno de los pilares de Blancpain. Hoy, 70 años después del debut de Fifty Fathoms y 20 años después de su renacimiento, Blancpain inicia un año de celebraciones con un nuevo modelo de 42 mm que se ofrece en tres series de 70 piezas cada una.

Blancpain Fifty Fathoms 70th Anniversary

Fifty Fathoms, los inicios

Pero empecemos por diseccionar los inicios del que se considera el prototipo de reloj de buceo moderno. Su reconocimiento empezó cuando el Capitán Robert «Bob» Maloubier y el teniente Claude Riffaud, co-fundador de la unidad de élite de los «Nageurs de combat» de la Marina francesa, buscaban un reloj capaz de asegurar su exactitud y la legibilidad durante sus misiones subacuáticas. Sometieron a pruebas a varios relojes que se encontraban a la
venta en París, pero las conclusiones fueron nefastas: eran demasiado pequeños, poco legibles bajo en agua y, peor aún, el agua se filtraba. Tras reunirse con Jean-Jacques Fiechter en Suiza, los oficiales franceses se llevaron algunos relojes Fifty Fathoms de muestra para someterlos a pruebas. Puesto que el reloj superó las pruebas con gran éxito, la Armada francesa decidió adoptar el Fifty Fathoms como su reloj de buceo.

Fietcher antes de una de sus inmersiones

¿Y de dónde proviene su nombre?. Sabiendo que la unidad tradicional de medición de la profundidad es la «braza» (fathoms en inglés), tiene origen en la técnica utilizada por los marineros consistente en lanzar al mar una cuerda con una plomada hasta el fondo marino, para recuperarla luego contando el número de brazadas. La profundidad máxima alcanzada por los buceadores en esa época era de unas 50 brazas (91,45 metros), por lo que las especificaciones presentadas por la Marina francesa concretaban que el reloj debía ser capaz de acompañar a sus buzos hasta esta profundidad. Un año más tarde, en 1953, Blancpain presenta el resultado: nace el Fifthy Fathoms.

Fietcher con un Blancpain Fifty Fathoms

Fue todo un desafío, pues en aquella época aún no existía ningún precedente relojero del que pudieran partir. Guiándose por sus propias experiencias, definió y desarrolló las especificaciones fundamentales que debía tener un reloj de buceo: agujas e índices luminiscentes que contrastaran con una esfera oscura, un bisel giratorio protegido, una corona de doble sellado, un movimiento automático para minimizar el desgaste de la corona y una caja antimagnética. En 1954, Fiechter había presentado patentes para el innovador bisel giratorio con bloqueo, que tenía que empujarse hacia abajo antes de que pudiera girarse, para el fondo de caja doble y la corona con junta tórica doble.

Blancpain Fifty Fathoms – 1953

Estas características se han convertido en normativas en la definición de reloj de buceo según la ISO 6425, pero en esos días todo lo que tenían como referencia era una hoja de papel en blanco. El Fifty Fathoms de 1953 se convirtió en parte esencial del equipamiento del equipo de nadadores de combate del ejército francés, y más tarde lo adoptaron también fuerzas navales de otros países. Gracias al explorador e investigador Jacques-Ives Cousteau y la película The Silent World (1956) y los documentales televisivos abordo del Calypso, la popularidad del Fifty Fathoms creció y su uso se extendió al submarinismo civil.

Fifty Fathoms 70th Anniversary

Permitidme una primera aclaración sobre porqué se dividen en tres series las 210 unidades que se fabricarán del Fifty Fathoms 70th Anniversary: simplemente cada una de las series está reservada para una región específica del mundo: Europa, Medio Oriente y África (EMEA), Asia-Pacífico y América.

A primera vista, lo que más sorprende de este modelo es su diámetro de 42,30 mm, un tamaño intermedio que no encaja ni con los 45 mm de los modelos de la colección regular ni con los 40 mm habituales de las ediciones limitadas de 40 mm). El motivo es un gesto históricamente significativo, ya que es el mismo diámetro del Fifty Fathoms original de 1953.

La caja de acero presenta un acabado pulido e implementa el logotipo de Blancpain grabado en el lado izquierdo de la caja. Al igual que la edición de 2003, el bisel de acero inoxidable tiene una incrustación de cristal de zafiro abovedado con marcas luminosas y el rombo a las 12 horas. Por su parte, la esfera negra tiene un acabado cepillado con rayos de sol, manecillas rectas de estilo vintage (mejor con este diseño que las habituales de tipo espada), grandes numerales arábigos en las posiciones cardinales e índices rectangulares, todos ellos aplicados y tratados con Super-LumiNova de color crema. Marcado por una punta en forma de flecha, el pequeño segundero tiene una flecha luminiscente con un deportivo toque rojo en su extremo. Además, incluye el logotipo JB 1735, el nombre de la marca, Fifty Fathoms, 300 m/1000 pies y justo encima del índice a las 6 en punto, las palabras 70th Anniversary y la serie correspondiente: I, II o III, según la región.

En su interior late el otro motivo por el que su diámetro supera los 40 mm: el calibre automático 1315. En comparación con las ediciones de 40 mm de 2003 equipadas con el calibre FP 1151 de 27,40 mm de diámetro, el calibre 1315  mide 30,60 mm. Presentado en 2007, este robusto mecanismo vibra a una frecuencia de 4 Hz y, gracias a sus tres barriletes, ofrece una excelente reserva de marcha de cinco días. Además, dispone de una espiral de silicio que le confiere propiedades amagnéticas, eliminando así la necesidad de una jaula de hierro dulce para lograr el mismo fin, tal como sucedía en la época del primer Fifty Fathoms. La masa oscilante de esta edición de aniversario, que luce el logotipo “Fifty Fathoms 70th”, es de platino. Como un homenaje más, presenta una abertura, un diseño utilizado en la década de 1950 para flexibilizar el rotor y mejorar así su resistencia a los golpes.

Con un precio aún por confirmar, el Blancpain Fifty Fathoms 70th Anniversary se entrega con una correa negra NATO fabricada con redes de pesca recicladas recuperadas del mar. Las tres series estarán disponibles exclusivamente mediante pedido anticipado en la web de Blancpain a partir de este mismo mes de enero.

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El femenino Fifty Fathoms Bathyscaphe Saint-Valentin 2023 está fabricado en acero satinado y dispone de un diámetro de 38 mm que, tal como corresponde a los estándares de los Fifty Fathoms, es hermético hasta los 30 bar (unos 300 metros). El bisel giratorio unidireccional con inserto de cerámica blanca e índices de Liquidmetal, va a juego con la esfera en la que destacan los índices piramidales en las posiciones cardinales (el resto de horas implementan índices aplicados circulares de oro blanco) y la minimalista escala de minutos perimetral en color rosa claro. Este delicado color también bordea el corazón luminiscente situado, a modo de distintivo, en el extremo del segundero central.

Las manecillas presentan un diseño rectangular de inspiración vintage, siendo la horaria más ancha y corta que la minutera. Ambas lucen una pequeña prolongación en su parte superior que mejora la precisión y rapidez de lectura. Sus formas geométricas implican que la superficie recubierta con material luminiscente sea considerable, lo que repercute en una excelente legibilidad.

Entre las 4 y las 5 horas encontramos la ventana rectangular de fecha que acompaña las leyendas transferidas: bajo las 12 horas, el logo de Blancpain, el nombre de la marca y el inequívoco Fifty Fathoms con su típica tipografía de época. Sobre las seis horas, implementa la denominación bathyscaphe, también en color rosa.

Tras su fondo de zafiro se descubre el calibre 1150.Este mecanismo de remonte automático tiene una frecuencia de oscilación de 3 Hz (21.600 alternancias por hora), una espiral de silicio y una espectacular reserva de marcha de cuatro días gracias a sus dos barriletes conectados en serie. La platina base es perlada, mientras los puentes están decorados con las tradicionales côtes de Genève.

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Joan Roca y Lara Bartolomé, Brand Manager de Blancpain para España y Portugal

La ceremonia dio paso a un cóctel cena durante la cual se pudieron degustar platos de 9 chefs de restaurantes con estrellas de Castilla La Mancha, coordinados por Fran Martínez (restaurante Maralba, Almansa) e Iván Cerdeño (restaurante Iván Cerdeño, Toledo).
La alianza de Blancpain con la célebre guía gastronómica Michelin comenzó en el año como una colaboración a nivel mundial que dio continuidad a los vínculos que unen, desde hace ya más de treinta años, a la Manufactura con el universo de la Alta Cocina.

Lara Bartolomé y Joan Roca

Blancpain, cronometrador oficial de reconocidos concursos de cocina y cronista de las mejores mesas del mundo en su revista institucional Lettres du Brassus, lleva más de treinta años vistiendo las muñecas de cocineros de renombre. Blancpain y la Guía Michelin se propusieron así promover juntos la excelencia, la pasión y el saber hacer que les caracterizan. Tanto la Alta Relojería como la Alta Cocina se rigen por un mismo principio: la calidad. Los relojes Blancpain y las obras culinarias requieren precisión en la ejecución y un perfecto maridaje de tradición, creatividad y autenticidad. Los maestros relojeros y los grandes chefs tienen en común su fascinante capacidad de combinar múltiples elementos e ingredientes y crear con ellos obras de arte. Además, el tiempo juega un papel crucial en la elaboración de manjares.

Joan Roca

Fundada en 1735 por Jehan-Jacques Blancpain en el Jura suizo, Blancpain es la marca relojera más antigua del mundo. Fiel a su tradición de innovación, la Manufactura sigue desafiando los límites de la relojería para llevar este arte a cotas cada vez más altas. La confluencia entre los mundos de la Alta Relojería y la Alta Cocina, entre Blancpain y el Arte de vivir, es evidente tanto por la devoción que comparten por la artesanía como por la importancia que confieren a la calidad del producto y por su respeto por la gastronomía local y las tradiciones. Por este motivo, la Casa Blancpain mantiene una relación privilegiada con los chefs más prestigiosos con estrellas Michelin.

Lara Bartolomé y Berta Collado

Todo comenzó en 1986, mucho antes del actual entusiasmo por la alta gastronomía, cuando la marca regaló a su amigo Frédy Girardet un reloj especialmente grabado para él al haber sido nombrado «Mejor cocinero del mundo». Tres años más tarde, Blancpain reafirmó su compromiso cuando Frédy Girardet, Paul Bocuse y Joël Robuchon fueron proclamados «Cocineros del siglo». La manufactura les honró obsequiándoles con un reloj grabado, como recuerdo de aquel momento. Desde entonces, el círculo de amigos de Blancpain ha ido creciendo. Hoy, cuenta con nuevos grandes de la gastronomía internacional, como el cocinero español Martín Berasategui, el suizo Edgard Bovier o el chef auvernés Julien Royer, todos ellos galardonados con estrellas Michelin.

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Efectivamente, como ya dice su nombre, el Bathyscaphe Quantième Complet nos ofrece las funciones de fecha, día de la semana, mes y fase lunar, unas indicaciones que nadie necesitará consultar mientras está debajo del agua. De todos modos, este no es un caso aislado ni mucho menos ya que se ha hecho con prácticamente todos los grandes iconos de relojes deportivos.

Por otra parte, es innegable que estas indicaciones en teoría superfluas en un reloj de este tipo, la añaden una versatilidad importante si lo queremos utilizar para actividades cotidianas.

La versión inaugural del Fifty Fathoms Bathyscaphe Quantième Complet, disponible hasta hoy en día en el catálogo de Blancpain, recurrió al acero para elaborar su caja, a la cerámica negra para el bisel y al tono gris oscuro para su esfera. Ahora, Blancpain nos ofrece dos nuevas variantes de este Fifty Fathoms que combinan distintos materiales y colores de sus elementos externos.

Son dos versiones que podemos calificar de extremas ya que una de ellas desprende deportividad y carácter instrumental, mientras que la segunda apunta al lujo. La primera utiliza el titanio para elaborar su caja y también su brazalete en la versión que equipa este sistema de sujeción. Tanto el bisel, realizado en titanio, con inserción de cerámica e índices en Liquidmetal™, como la esfera recurren al gris antracita. El conjunto resultante bien podría calificarse de monocromo y de estética industrial.

La segunda versión que nos presenta Blancpain del Fifty Fathoms Bathyscaphe Quantième Complet, nos desplaza al otro extremo estético. La caja y el bisel están elaborados con oro rosa. A este último se le aplica una inserción de cerámica y sus índices se realizan con Ceragold™. Blancpain elige el color azul para este bisel y para la esfera, lo que crea un contraste espectacular con el oro rosa de la caja. Si la versión de titanio transmite una estética instrumental, la de oro se decanta por el lujo sin disimulos.

Ni la geometría, ni el tamaño ni las prestaciones de estas nuevas versiones varía con respecto a la existente de acero. Así, se mantienen los 43 milímetros de diámetro, los 30m bares de hermeticidad y el calibre 6654.P, un movimiento de carga automática cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y ofrece una más que generosa reserva de marcha de 72 horas.

El Bathyscaphe Quantième Complet de oro rojo está disponible con una correa NATO o con una de tela técnica azul. La versión de titanio se presenta con tres opciones de sujeción: brazalete de titanio, tipo NATO y tela técnica gris.

Los precios de estos nuevos Fifty Fathoms Bathyscaphe Quantième Complet son los siguientes:

• Caja de titanio con brazalete de titanio – no comunicado
• Caja de titanio con correa NATO – 15.640 EUR
• Caja de titanio con correa de tela técnica náutica – no comunicado
• Caja de oro rosa con correa de tela técnica náutica – 31.170 EUR
• Caja de oro rosa con correa NATO de tela técnica – 29.590 EUR

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El Bathyscaphe es probablemente el más atractivo dentro de la gama de relojes de buceo Fifty Fathoms de Blancpain. Tiene el punto correcto de estilo retro a la vez que es relativamente compacto, evitando ser demasiado diferente, demasiado histórico o demasiado grande, como lo son muchos de los otros  Fifty Fathoms; el bathyscaphe es perfecto en muchos sentidos.

La nueva edición es una versión poco creativa, aunque el resultado final es más que destacable. En contraste con el casi monocromático modelo estándar, los detalles en oro Sedna le aportan elegancia y lujo pero sin excesos debido al equilibrio conseguido entre ambos metales: sólo el bisel y la corona acompañan la caja de titanio de 43 mm, y además lo hacen con su mismo acabado cepillado, lo que rebaja la ostentosidad de la que habría presumido si se hubiera implementado un acabado pulido del oro. Sin embargo, echamos de menos un brazalete, ya que se entrega con una correa de tela. Si queremos potenciar su polivalencia, siempre podremos comprar el armis de titanio que tiene Blancpain para el Bathyscaphe. No es bicolor, pero debería combinar bien con este reloj.

El oro Sedna es una aleación de oro rosa patentada por Omega que incluye una buena cantidad de paladio, lo que evita que su tonalidad se desvanezca con el tiempo tal como ocurre con las aleaciones de oro rosa tradicionales. Formando parte del grupo Swatch y aprovechando las sinergias, Blancpain ya ha utilizado oro Sedna en el pasado, pero solo para toda la caja del reloj y no en una combinación de dos tonos como en esta oacsión. Otra parte de la tecnología Omega que implementa este reloj es el inserto del bisel, que es de cerámica cepillada. Los índices en el bisel son de Ceragold, dispuestos sobre la base cerámica y luego pulidos para que queden al ras con la superficie.

Como en el resto de las versiones con caja de titanio, la esfera de color gris oscuro muestra un acabado cepillado vertical que me gusta más que el habitual rayos de sol. Su estructura no varía un ápice respecto a sus hermanos de colección. Tremendamente minimalista, las agujas presentan un diseño rectangular de inspiración vintage, siendo la horaria más ancha y corta que la minutera. Ambas presentan una pequeña prolongación en su parte superior que mejora la precisión y rapidez de lectura. Sus formas geométricas implican que la superficie recubierta con material luminiscente sea considerable, lo que repercute en una excelente legibilidad bajo las malas condiciones de visibilidad submarina. Compartiene eje central se dispone la segundera lollypol de punta roja.

Índices aplicados circulares de oro rosa pulido ocupan las posiciones horarias, excepto las posiciones de las 3, 6, 9 y 12 horas, en que son trapezoidales. Lástima que la incidencia de la luz en esas pequeñas superficies, bajo ciertas condiciones crea un exceso de reflejos que pueden llegar a ser molestos.

De forma inteligente, el motivo de esta edición aniversario se coloca discretamente en la parte posterior de la caja en forma de impresión en la parte inferior del cristal. Lamentablemente, no hace sino entorpecer la vista del mecanismo.

Dicho movimiento es el cal. 1315, un calibre de fabricación propia de Blancpain con una gran reserva de marcha de cinco días. Como todos los movimientos de Blancpain, tiene un acabado limpio y profesional que se encuentra entre los mejores de su categoría, incluyendo una espiral de silicio para evitar los efectos potencialmente perturbadores de los campos magnéticos. Formado por 227 componentes y 35 rubíes, late a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.

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Las organizaciones dieron a conocer esta colaboración en la 9.ª Cumbre Mundial de los Océanos, el evento emblemático de la World Ocean Initiative de The Economist Impact, a la que asisten los principales líderes mundiales de los sectores empresarial, científico, gubernamental y de organizaciones sin fines de lucro, para abordar los problemas más importantes que enfrenta el planeta azul.

“Blancpain y PADI tienen una rica historia arraigada en la exploración y la conservación de los océanos, lo que ha inspirado a ambas organizaciones a convertirse en poderosos catalizadores del cambio planetario”, afirma Drew Richardson, presidente y CEO de PADI Worldwide. “La protección de los océanos no solo es un elemento central de nuestra ética, sino que también es fundamental para nuestra propia supervivencia. El mundo debe unirse para frenar la crisis urgente que enfrentan nuestros océanos, y nosotros tenemos la inmensa oportunidad de provocar un cambio. Estamos orgullosos de trabajar junto a un socio tan destacado que comparte nuestra visión optimista del futuro y un profundo compromiso para seguir impulsando a nuestra comunidad global a buscar la aventura y salvar el océano”.

Blancpain y PADI trabajarán con comunidades locales del mundo entero para acelerar el establecimiento de áreas marinas protegidas. En el centro de esta iniciativa multianual y multimillonaria se encuentra el programa insignia de ciencia ciudadana Adopt the Blue™, en el que se activarán 6.600 resorts y centros de buceo registrados en PADI para desarrollar la mayor red de áreas marinas protegidas del planeta, permitiendo que millones de buzos recreativos PADI participen de forma activa en la conservación marina en cada ocasión.

Otra piedra angular de la asociación es la creación de la subvención comunitaria Blancpain/PADI, que financia esfuerzos de conservación fundamentales en las comunidades locales. Estas subvenciones contribuirán tanto en la conservación de los océanos como con las comunidades autóctonas, beneficiando así a la humanidad y a los océanos.

“Con nuestro legado de casi 70 años del reloj de buceo Fifty Fathoms, Blancpain no solo ha desarrollado una pasión, sino también un profundo compromiso con los océanos”, afirma Marc A. Hayek, presidente y CEO de Blancpain. “Estamos muy orgullosos del papel que hemos desempeñado para que avancen los esfuerzos por la protección marina global y estamos encantados de colaborar con PADI y su comunidad de buzos para lograr un cambio aún más positivo”.

La implementación exitosa de las áreas marinas protegidas es primordial para la salud del ecosistema más grande e importante del mundo, y se ha demostrado que permite restaurar la biodiversidad, crear resiliencia al cambio climático y restablecer las poblaciones de especies vulnerables.

“Para mejorar el estado de los océanos será necesario un esfuerzo unificado y dedicado. Juntos, estamos orientando el poder de nuestras organizaciones hacia una de las misiones más importantes –y urgentes– del planeta”, afirma Richardson.

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2022: el Año del tigre

La ocasión ideal para lanzar de nuevo el Calendrier Chinois Traditionnel es el Año Nuevo chino, la festividad tradicional más importante del año su calendario, cuya fecha de inicio viene determinada por el calendario lunisolar utilizado tradicionalmente en China. En 2022, diremos adiós al año del buey y recibiremos al año del tigre en poco más de seis semanas, el 1 de febrero. La astrología china está relacionada con los animales zodiacales en un ciclo de 12 años, y al animal de cada ciclo se le asigna uno de los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal o agua. La pareja que se forma de cada animal del zodíaco con un elemento determina los rasgos de personalidad específica que caracterizan a las personas nacidas en ese año.

Contrariamente al calendario solar gregoriano que utiliza el día solar como unidad de base, el calendario chino tradicional es un calendario luni-solar, es decir un calendario solar cuya unidad de base es el ciclo lunar (29,53059 días). Como un año de 12 meses lunares (354,36707 días) cuenta con aproximadamente 11 días menos que el año trópico (o solar, 365,242374), de vez en cuando se intercala un mes para preservar la correspondencia con el ciclo de las estaciones. Como cada mes del calendario chino, incluyendo el mes intercalado, empieza el día de la nueva luna, su extensión es de 29 ó 30 días. Así, cuando un año incluye un mes intercalado, este año tendrá 13 meses y será más largo que el año trópico. Al contrario, cuando no se incluye un mes intercalado, el año de 12 meses lunares es más corto que el año trópico. Esta particularidad explica por qué la fecha del Año Nuevo Chino varía.

Blancpain Villeret Calendrier Chinois Traditionnel

A pesar de los 45 mm de su caja de platino, mantiene intacto el diseño clásico de los Villeret. Su gran tamaño no es un capricho, sino que responde a la necesidad de abrir el máximo espacio posible para acoger, de forma legible y armoniosa, la gran cantidad de indicaciones que muestra la esfera. La firma remata su elegancia con un único cabujón de rubí de Madagascar en la corona.

Una de las características funcionales que más se agradecen en las creaciones de la firma de Le Brassus con complicaciones como el calendario perpetuo, completo o carrousel con fases lunares, es la ausencia de los habituales pulsadores que nos permiten ajustar las distintas indicaciones. En un excelente ejemplo de dominio técnico y estético, Blancpain integra los cinco correctores bajo las asas, una perfecta solución destinada a mantener la pureza de líneas de su elegante caja “double pomme”.

La esfera luce un espectacular esmaltado Grand Feu, con numerales horarios romanos en oro que han sido aplicados previamente al horneado del esmalte. En ella se muestra el calendario gregoriano junto a las indicaciones del calendario chino: horas, minutos, día, mes con las indicaciones de los meses intercalados, signo del zodiaco, así como los 5 elementos y los 10 troncos celestes. La combinación de estos últimos con los 12 animales del zodiaco, que representan las ramas terrestres, sigue el ciclo sexagenario central de la cultura china. No podía faltar las fases de la luna, un elemento recurrente en los calendarios completos de Blancpain, sobretodo teniendo en cuenta el vínculo entre el ciclo lunar y los meses chinos tradicionales.

Una manecilla azulada serpentina recorre la escala perimetral de día del mes del calendario gregoriano, acompañando así a los índices horarios. ¿Pero dónde se ubican cada una de las indicaciones del calendario chino?. El contador situado a la altura de las 12 h muestra las horas dobles en dígitos y en símbolos (ciclo de 24 h) mientras el de las 3 h revela los elementos y los troncos celestes (ciclo de 10 años). El mes del calendario chino (ciclo de 12 meses), su fecha (ciclo de 30 días) y el indicador de los años bisiestos se presentan a las 9 h, mientras que la apertura a la altura de las 12 h hace visible el signo del zodiaco del año en curso (ciclo de 12 años).

Su calibre 3638 es un movimiento automático dotado de una excelente reserva de marcha de 168 horas (7 días) gracias a sus tres barriletes. Compuesto por 434 piezas, su diámetro es de 32 milímetros y su grosor de 8,3. Este notable grosor del calibre condiciona los 15 milímetros de grosor total del reloj, un tanto excesivos para un guardatiempo de corte elegante pero contenidos si tenemos en cuenta su complicación. Cuenta con una masa oscilante de oro blanco grabada con un tigre en conmemoración del año 2022.

Bajo el número de referencia 0888F 3431 55B, la edición limitada Blancpain Villeret Calendrier Chinois Traditionnel se entrega con una correa de cuero negro, y su precio es de 82.510 €.

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Sus medidas, geometría y especificaciones no han cambiado, manteniendo el diámetro de 45 mm, un grosor de 14,80 mm y una hermeticidad de 300 metros. Si bien el titanio es una novedad en este modelo (ya existía en oro rojo), ahora la caja muestra un acabado completamente satinado que resalta su vertiente más deportiva. A ello hemos de sumarle que la esfera y el bisel abovedado de zafiro adoptan un bello color azul que, en el caso del dial, se acompaña de un acabado rayon soleil. Dicho bisel sigue mostrando la escala de 60 minutos con la graduación unitaria en el primer cuarto, un índice de diamante a las 12 y tres grandes numerales arábigos para los 15, 30 y 60 minutos. Por su parte, la esfera implementa uno de los principales cambios de estas nuevas versiones: prescinde del gran indicador circular de reserva de marcha, y su espacio lo ocupan los textos anteriormente repartidos a izquierda y derecha del dial.  Personalmente creo que, gracias a su mayor nitidez, simpleza, su diseño es más equilibrado. Una de las consecuencias es que el tourbillón volante bajo las 12 horas acapara todo el protagonismo.

A través de su fondo de zafiro tenemos una inmejorable vista de su calibre 25C, un mecanismo de remonte automático que late a 3 Hz y tiene una excepcional reserva de marcha de 192 horas, o lo que es lo mismo, 8 días. Básicamente nos encontramos con el mismo calibre que encontrábamos en las anteriores versiones (el calibre 25A), con la variación antes citada de que prescinde del indicador de reserva de marcha.

con su rotor calado satinado, veteado circular y decoración Côtes de Genève en los puentes. A diferencia del calibre 25A que alimenta las ediciones anteriores del tourbillon, el 25C prescinde del indicador de reserva de marcha. El movimiento mide 26,20 mm x 4,86 ​​mm, late a 3 Hz y ofrece una impresionante reserva de marcha de 192 horas / 8 días.

Ciertamente, no estamos ante una combinación muy natural que digamos, aunque hemos de reconocer que a la inmensa mayoría de los diver, los relojes-instrumento por antonomasia, raramente se les exige cumplir con la función para la que fueron diseñados y casi nunca descienden bajo las aguas más allá de metro y medio. Ya es cuestión de gustos, pero personalmente, si me quisiera comprarme un Fifty Fathoms optaría por una versión lo más coherente posible con el uso para el que fue diseñado: un sólo hora en acero o titanio. En cambio, si quisiera un Blancpain tourbillón, sin duda me decantaría por alguno de los maravillosos guardatiempos de la colección Villeret.

Gustos subjetivos aparte, nos falta por comentar que la versión en titanio del Fifty Fathoms Tourbillon 8 Days está disponible con una pulsera del mismo metal, con correa NATO azul y hebilla, o con correa de tela y cierre desplegable. La primera opción tiene un precio de 112.000 €, bajando a los 110.100 € para la segunda y 110.700 € para la tercera.  En cuanto a la referencia en oro rojo, podemos decantarnos por las mismas correas NATO o de tela, siendo su precios respectivos 125.000 € y 128.100 €.

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Inspirado en el citado reloj de buceo Fifty Fathoms creado en 1953, el Air Command estaba equipado con una caja de acero de 42 mm, un bisel bidireccional con escala regresiva, una esfera negra con manecillas y números arábigos luminosos, una escala taquimétrica en la esfera y el calibre Valjoux 222. La función flyback del cronógrafo resultaba muy útil para los pilotos, ya que les permitía, con una sola pulsación, restablecer el cronógrafo estando este en marcha y comenzar instantáneamente una nueva cuenta desde cero.

Con estos antecedentes, una de las bondades del Blancpain Air Command Flyback Chronograph ha sido mantener prácticamente incólume su estética vintage, empezando por su caja de 42,50 mm. Además de la evidente modernización del mecanismo, las principales diferencias radican en implementar un bisel (cerámico) más ancho y unas asas más rotundas, aunque con un perfil muy similar. Su punto débil es su hermeticidad de 30 metros, una cifra realmente escasa para los estándares actuales.

La esfera azul muestra un acabado rayon soleil, mientras los dos totalizadores exhiben una decoración azuré. La escala horaria está formada por numerales arábigos con misma tipografía original. Si en el modelo de 2019 estaban pintados con Super-LumiNova de tonalidad beige en falsa pátina, en esta dos nuevas versiones se adaptan a una imagen más actual gracias a su color blanco, igual que las manecillas de horas y minutos.

La configuración de la esfera es clásica, con una escala taquimétrica  perimetral y dos subdiales de 30 minutos y 12 horas a las 3 y 9 horas respectivamente. Como vemos, debido al movimiento, prescinde del pequeño segundero del modelo de los 50 y lo sustituye por el totalizador horario.

El Blancpain Air Command Flyback Chronograph aloja en su interior el calibre F388B, un cronógrafo flyback basado en el Frederic Piguet 1185 que es una variente del F385 utilizado en los Fifty Fathoms Bathyscaphe. Con una frecuencia de 5 Hz, este mecanismo de remonte automático cuenta con un embrague vertical y rueda de pilares, además de un espiral de silicio. A diferencia de la edición de 2019 y su controvertida hélice, el rotor calado es congruente con la versión moderna de un reloj vintage, especialmente en el modelo en titanio.

Las dos versiones del Blancpain Air Command Flyback Chronograph no son ediciones limitadas, sino que forman parte de la colección estándar. Se entregan con una correa de piel de becerro azul y pespunte blanco. La referencia AC02-12B40-63 en titanio tiene un precio de 18.020 €, mientras que la referencia AC02-36B40-63 en oro rojo sube hasta los 28.980 €.

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La caja de 34,89 mm está fabricada en oro rojo u oro blanco, y su bisel, asas y corona están engastadas con 59 diamantes para un total de 2 quilates. Antes de colocar las piedras en los orificios previstos a este fin, los engastadores horadan el material con buriles para crear un filete de metal a ambos lados de los diamantes. Esta etapa, llamada “recorte”, es muy importante, ya que influye considerablemente sobre el brillo de la pieza, produciendo un efecto espejo. Los diamantes se colocan uno a uno siguiendo una alineación precisa para que sus facetas reflejen la luz de manera uniforme. Los artesanos pliegan entonces los granos elaborados previamente en el metal precioso sobre las gemas para mantenerlas en su sitio. Luego, trabajan manualmente la separación entre los granos para perfeccionar su creación.

Realizada en nácar blanco, la esfera implementa grandes números arábigos aplicados que, con una bella tipografía redondeada y el mismo oro de la caja, están dimensionados para formar un disco horario asimétrico coronado por el número doce. Estos índices quedan realzados por un anillo de diamantes que a su vez enmarca las agujas centrales de horas, minutos y segundos. Como cabía esperar, las dos primeras manecillas adoptan la tradicional forma de los relojes más clásicos de Blancpain: hojas de salvia caladas.

A través del cristal de zafiro que cierra su trasera, descubrimos el calibre 1153, un mecanismo de remonte automático con una excepcional reserva de marcha de cuatro días de la Manufactura y espiral de silicio. Combina una platina perlada con puentes biselados y satinados, decorados con côtes de Genève, mientras que el diseño de la masa oscilante de oro esqueletada es el resultado de la interacción de varios círculos.

Basadas en los dos modelos de oro rojo u oro blanco, el elemento que define las siete versiones es el color de su correa de cuero de aligator (de ahí el nombre del modelo, Ladybird Colors). El modelo de oro rojo está disponible con una correa verde pavo real, azul noche o blanco satinado. La pieza de oro blanco puede asociarse con una correa amarillo limón, naranja mandarina, lila o blanco satinado. Cada correa está equipada con una hebilla de hebijón o desplegable de oro engastada con nueve diamantes.

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Blancpain Fifty Fathoms, un icono de la relojería

Una fecha crucial en la historia de Blancpain tuvo lugar cuando Jean-Jacques Fiechter, un enamorado del buceo, tomó el timón de la firma en 1950 comenzando a trabajar en un instrumento fiable y robusto capaz de acompañarlo en su pasión subacuática. En su pensamiento estaba que los relojes de buceo, un género poco desarrollado en la época, debían ser cruciales en la medición de los tiempos de inmersión y la capacidad de cronometrar las diversas operaciones subacuáticas posibles.

Jean-Jacques Fiechter, CEO de Blancpain entre 1950 y 1980

Paralelamente, el Capitán Robert «Bob» Maloubier y el teniente Claude Riffaud, co-fundador de la unidad de élite de los «Nageurs de combat» de la Marina francesa, buscaban un reloj capaz de asegurar su exactitud y la legibilidad durante sus misiones subacuáticas. Como no encuentran en el mercado un modelo que cumpla sus expectativas, presentan el proyecto a Blancpain. Evidentemente, Jean-Jacques Fietcher acepta el desafío de presentarles un reloj de pulsera capaz de resistir la presión de las profundidades y con una garantía de fiabilidad absoluta, que debía ser crucial en la medición de los tiempos de inmersión y la capacidad de cronometrar las diversas operaciones subacuáticas posibles, garantizando la supervivencia de los buceadores.

Fue todo un desafío, pues en aquella época aún no existía ningún precedente relojero del que pudieran partir. Guiándose por sus propias experiencias, definió y desarrolló las especificaciones fundamentales que debía tener un reloj de buceo: agujas e índices luminiscentes que contrastaran con una esfera oscura, un bisel giratorio protegido, un movimiento automático, una perfecta estanquidad y una caja antimagnética. Estas «bondades» se han convertido en normativas en nuestra definición de reloj de buceo según la ISO 6425, pero en esos días todo lo que tenían como referencia era una hoja de papel en blanco.

Modelo original del Blancpain Fifty Fathoms, 1953

¿Y de dónde proviene su nombre?. Sabiendo que la unidad tradicional de medición de la profundidad es la «braza» (fathoms en inglés), tiene origen en la técnica utilizada por los marineros consistente en lanzar al mar una cuerda con una plomada hasta el fondo marino, para recuperarla luego contando el número de brazadas. La profundidad máxima alcanzada por los buceadores en esa época era de unas 50 brazas (91,45 metros), por lo que las especificaciones presentadas por la Marina francesa concretaban que el reloj debía ser capaz de acompañar a sus buzos hasta esta profundidad. Un año más tarde, en 1953, Blancpain presenta el resultado: nace el Fifthy Fathoms.

Blancpain Fifty Fathoms RPG1, años 60

Blancpain desarrolló a mediados de la década de 1960 un reloj para el ejército alemán, o Bundeswehr, el llamado modelo Fifty Fathoms RPG 1, o Bund No Rad. Este reloj equipó al Kampfschwimmer, la unidad de élite alemana de sus buceadores, hasta principios de la década de 1970. El atributo distintivo del RPG 1 fue el logotipo «No Radiations» que se encuentra a las 6 en punto en el dial.

Blancpain Fifty Fathoms No Radiations

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Con las habituales formas simples y elegantes de la colección, su caja de oro rojo de 33,2 mm de diámetro y 9,28 mm de grosor enmarca una preciosa esfera elaborada en nácar blanco. Las agujas de las horas y los minutos, caladas, reafirman el refinamiento de esta pieza, convertida en una joya gracias a los diamantes engastados en su bisel y en los once índices horarios aplicados. Pero a pesar del lujoso engastado y el encanto del nácar, el protagonismo visual se lo lleva un pequeño pero decisivo detalle: la manecilla de los segundos, en un claro guiño a la flecha de Cupido, se acompaña de un corazón perforado de color rojo carmesí que combina a la perfección con el color de la correa de piel de cocodrilo con que se acompaña.

En su interior late el Calibre 1151, un mecanismo de remonte automático . Latiendo a una frecuencia de 3 Hz (21.600 vibraciones por hora) está dotado de un espiral de silicio y ofrece una reserva de marcha de 4 días, así como un indicador de fecha en ventana ovalada dispuesta a las 3 horas. Visible gracias al cristal de zafiro que cierra su trasera, la masa oscilante realizada en oro rojo que incluye un grabado que dibuja, como no podía ser de otra forma, un corazón.

El Blancpain Villeret Women Date San Valentín 2021 Ref. 6127-2954-55B tiene un precio de 21.310 euros.

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Es un calendario solar que tiene como unidad de cuenta el ciclo lunar completo, o sea, 29,531 días. Si el año son 12 meses lunares o 354,367 días, entonces implica que tiene 11 días menos que el año solar occidental de 365,24 días. Con el fin de mantener su correspondencia con el ciclo de las estaciones, cada dos o tres años se intercala un mes en el calendario chino. Todos los meses del Año Chino, incluido el que se añade, comienzan el día de la luna nueva, por lo que su extensión es de 29 ó 30 días.

Por tanto cuando el año incluye ese mes de más será más largo que nuestro calendario solar gregoriano, mientras que cuando no se incluye es más corto. Esta particularidad explica por qué la fecha del Año Nuevo chino varía según el ciclo lunar, análogamente a lo que ocurre con nuestra celebración de Semana Santa.

El mercado chino es uno de los más importantes para muchas de las firmas de la Alta Relojería, entre las que se encuentra Blancpain. Para el grupo Swatch en concreto, representa el 35% de sus ventas. Un ejemplo de su trascendencia es que mientras en Europa tenemos 7 boutiques Blancpain, en China son nada más y nada menos que 17 las tiendas exclusivas de la marca. Cabe decir que este hecho se basa en la histórica política de comercialización mediante distribuidores que predomina en nuestro continente, donde según los datos actuales hay unos 168 puntos de venta frente a los 79 que podemos encontrar en China. Las proporciones nos dictan que en el país asiático hay casi 5 puntos de venta de distribución por cada boutique, mientras que en Europa esta relación sube hasta 24.

A nivel de España hemos de tener en cuenta que uno de los principales clientes de la boutique de Blancpain en Madrid y de los distribuidores españoles es, precisamente, el cliente chino que viaja a nuestro país de vacaciones o por negocios. Según el periódico Financial Times, una proporción abrumadora de las compras de artículos de lujo por parte de los chinos, el 75%, se realizan fuera del país.

Blancpain Villeret Calendrier Chinois Traditionnel

Presentado en caja de platino de 45 mm, esta edición limitada a únicamente 50 ejemplares muestra todas las indicaciones de ambos calendarios. En ella destaca su corona ornamentada con un cabujón de rubí, acompañando a una de las características que más os pueden sorprender de los relojes de Blancpain que implementan complicaciones como el calendario perpetuo, completo o carrousel con fases lunares: la ausencia de los habituales pulsadores que nos permiten ajustar las indicaciones. En un excelente ejemplo de dominio técnico y estético, Blancpain integra los cinco correctores bajo las asas, una perfecta solución destinada a mantener la pureza de líneas de su elegante caja “double pomme”.

La esfera de esmalte Grand Feu está protagonizada por la indicación del año zodiacal chino (dura 12 años y en este año es el del buey) desde una ventanilla situada a las 12 h. Debajo, se encuentra el disco de horas dobles (subdivisión del día en 12 horas dobles, que sustituyen a las 24 horas de 60 minutos del calendario gregoriano), expresadas en cifras y símbolos. Los diez troncos celestes y los cinco elementos pueden verse a las 3 h, mientras que la subesfera a las 9 h incluye las dos agujas que indican el mes y el día, así como la pequeña abertura que las complementa para mostrar los meses intercalados. Las fases de la luna, que delimitan los meses en el calendario chino y constituyen un elemento emblemático de los calendarios de Blancpain, se ofrecen en la ventanilla situada a las 6 h.

Finalmente, el calendario gregoriano asociado a estas indicaciones puede leerse en torno al disco horario con la ayuda de una aguja serpentina de acero azulado. Las manecillas esqueletadas en forma de hojas de salvia indican las horas y minutos al volar sobre la escala marcada por doce numerales romanos aplicados.

Su calibre 3638 es un movimiento automático dotado de una excelente reserva de marcha de 168 horas (7 días) gracias a sus tres barriletes. Compuesto por 434 piezas, su diámetro es de 32 mm y su grosor de 8,3 mm. Esta última notable cifra condiciona la altura final del reloj, unos 15 milímetros que se antojan un tanto excesivos para un guardatiempo de corte elegante. La «culpa» de ello recae en la fascinante complejidad del mecanismo.
En la parte trasera el zafiro permite ver el el rotor, esta vez grabado con el buey, el símbolo del zodiaco que corresponde al Año Chino que se inicia el próximo 12 de febrero.

Por último, comentar que el Calendario Chino Tradicional también está disponible en una versión no limitada de oro rojo y masa oscilante con decoración guilloché.

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Si bien su nítido diseño es sumamente simple, la mayoría de los elementos del Villeret lo hace reconocible al instante. Empezando por la antes citada caja con bisel escalonado double pomme y siguendo, ya en la esfera, por la particular tipografía de los numerales romanos aplicados y las manecillas caladas en forma de hoja de salvia. Lo que no es habitual es que Blancpain se haya decantado por el oro amarillo, una tonalidad muy poco utilizada por la marca que tiene su sentido al ofrecer una mejor combinación cromática con el verde satiné soleil de la esfera respecto al oro rosa habitual.

Con un diámetro de 40 mm y únicamente 8,70 mm de grosor, el Villeret Edición Boutique es un precioso reloj de vestir que emana calidez, elegancia y exclusividad a raudales… a pesar del indicador de fecha. Puede que sea una de las funciones más útiles en el día a día, pero en este caso rompe la armonía y el perfecto equilibrio simétrico de la esfera. Además, el pequeño diámetro de su calibre (27,40 mm) conlleva que la ventana se disponga en una posición demasiado cercana al eje central. Por suerte, el hecho de que su fondo también sea verde mitiga su impacto visual.

Basado en el cal. 1150 de Frederic Piguet lanzado en 1988, el calibre 1151 que alimenta el Villeret Edición Boutique se ha modernizado con una espiral de sílice que complementa una espectacular reserva de marcha de 100. Aunque los acabados son en su mayoría industriales, este movimiento automático que late a 3 Hz. está decorado con el perlado de la placa base y Côtes de Genève en los puentes, y además cuenta con el toque humano artesanal del biselado de los puentes y tornillos. Sin embargo, lo más destacable visualmente es el rotor de oro (también amarillo, evidentemente) decorado con un grabado en forma de panal.

Entregada con una correa de aligátor nobuk marrón, esta versión del Blancpain Villeret Extraplate estará disponible a la venta únicamente en las boutiques Blancpain. Más atrevido hubiera sido optar por una correa en el mismo verde oliva de la esfera, aunque el resultado quizás hubiera sido excesivo para el inherente carácter discreto del Villeret.

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