El Corum Bubble Skull X-Ray llena un hueco casi imperdonable en el catálogo de esta relativamente joven y atípica firma. El calificativo de atípico referido a Corum debe interpretarse en el sentido totalmente positivo porque en este caso implica atrevimiento y extrema originalidad.
Varios son los relojes icónicos que forman parte del ADN de Corum y todos tienen en común el factor de apartarse totalmente de lo convencional. Entre ellos podríamos citar el Coin Watch, el Golden Bridge y el Bubble. Sobre el primero, su nombre lo dice todo; un reloj encajado en una moneda. El Golden Bridge se distingue por recurrir a un mecanismo de geometría lineal, algo totalmente atípico en relojería. El tercero difícilmente puede pasar desapercibido, tanto por su tamaño como por su descomunal cristal abovedado. De ahí el origen del nombre «Bubble», burbuja en castellano. A esta colección pertenece el Skull X-Ray que tratamos en este artículo.
Como también dice su nombre, la característica que añade el Skull X-Ray es la calavera que ornamenta su esfera. Sin tener en cuenta factores históricos, el incluir una calavera en un reloj podría parecer una extravagancia absurda, pero no es así. Entre los primeros Bubble, que lanzó Corum al crear esta colección en el año 2000, ya se encontraba una versión con la calavera en su esfera.
Severin Wunderman
El motivo que se especula para este atrevimiento es el deseo explícito de Severin Wunderman, que por entonces acababa de adquirir la marca Corum. Al parecer, Wunderman estaba obsesionado con el concepto de la vida y la muerte, algo plenamente justificable si tenemos en cuenta que durante su infancia, durante la ocupación nazi de Polonia, estuvo escondido en una escuela para ciegos.
Si nos salimos del entorno propio de Corum, la calavera no solo no es una figura rara sino que es protagonista en la historia de la relojería suiza. No entraremos en detalles sobre las influencia de la religión en la relojería suiza ya que excedería con mucho la finalidad de este artículo, pero es obligado mencionar que en el siglo XVII, la calavera era una figura habitual en la relojería suiza. Los motivos derivan directamente de las creencias religiosas, concretamente de las influencias de Calvino y su estricto protestantismo. Se trataba de un «memento mori», un recordatorio de la mortalidad humana, de la brevedad de la vida y de la necesidad de humildad frente a la muerte inevitable.
Por otra parte, una búsqueda en esta web con el término Skull nos mostrará una ingente cantidad de resultados de relojes de muchas marcas con la calavera como motivo en su esfera. Centrándonos en la actualidad y en el Corum Bubble Skull X-Ray, su caja conserva la geometría de los Bubble y se decanta por un más que considerable diámetro de 47 milímetros. Como es obligado, mantiene su característico cristal de zafiro, extremadamente curvado, que constituye el gran signo identitario de este reloj. El material elegido para elaborar la caja es el acero recubierto con un tratamiento PVD negro. El motivo de recurrir al negro es enfatizar el contraste con la calavera de su esfera.
Corum no se contenta con implantar la calavera en la esfera sino que además la trata con un recubrimiento luminiscente a base de SuperLuminova. Ello no solo permite su visibilidad en condiciones de oscuridad sino que origina un contraste espectacular, creando un efecto de rayos X y generando la sensación fantasmagórica que se persigue deliberadamente en el Skull X-Ray.
En el interior de este Bubble se aloja el calibre CO 082, un movimiento mecánico de carga automática cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de 42 horas.
Obviamente, el Bubble Skull X-Ray no es un reloj discreto por lo que las personas que no se apasionan con lo espectacular se alejarán de él como alma que lleva el diablo. Tampoco es una opción que se pueda aconsejar como único reloj de uso diario. No obstante es una pieza que puede resultar interesante para personas que no se incluyan en los dos casos mencionados.
Es posible que muchas personas nos miren con expresión de escepticismo cuando vean el Skull X-Ray en nuestra muñeca, pero desconocerán el legado que hay detrás de este reloj, tanto en Corum como en la historia de la relojería suiza. El Corum Skull X-Ray se emitirá en formato de edición limitada a 666 piezas. El precio es de 4.000 CHF, y variará en cada país en función de la paridad de la divisa y de los impuestos locales.
