A pesar de que su funcionalidad ha pasado a un segundo plano desde la generalización de los relojes de pulsera, el tourbillon es uno de los mecanismos más delicados, ingeniosos y complicados de la historia. Creado en 1795 y patentado en 1801 por Abraham Louis Breguet, el tourbillon compensa las alteraciones que causa la gravedad sobre la marcha del volante y la rueda de escape, afectando a la precisión del reloj (sobretodo los de bolsillo) cuando éste permanece en reposo en la misma posición durante un cierto tiempo. Ya en 1920, más de un siglo después, el relojero de Glashütte Alfred Helwing incrementó su sofisticación al inventar el tourbillon volante. Para celebrar el centenario de esa efeméride, Glashütte Original rinde homenaje al relojero y a su innovación con una deliciosa edición limitada de únicamente 25 unidades.
Tourbillon volante
A diferencia del clásico tourbillon Breguet, anclado mediante un puente superior y uno inferior, un tourbillon volante únicamente recurre al subyacente, de modo que parece estar flotando en la jaula. Esta arquitectura permite deleitarnos con las vistas sin restricciones del movimiento del escape, órgano regulador y jaula.
Sólo al alcance de las firmas más capacitadas, el tourbillon acostumbra a ser exhibido a través de una abertura en la esfera. Un ejemplo de ello es el Glashütte Original Senator tourbillon Edition Alfred Helwing, otra edición especial dedicada al relojero alemán que la firma lanzó hace tres años. Lejos de esta fastuosidad mecánica, el Glashütte Original Alfred Helwig Tourbillon 1920 hace gala de una absoluta discreción al esconderlo de las miradas más indiscretas y revelarse únicamente desde el reverso del reloj.
Caja clásica de oro rosa y elegante esfera minimalista
Como corresponde a un reloj clásico, su caja está fabricada en oro (esta vez rosa) de acabado pulido. Su tamaño de 40 mm de diámetro y 11,60 mm de grosor me parece sumamente equilibrado y adecuado para un uso eminentemente de vestir. Junto a su bisel escalonado, cabe destacar su corona en forma de cebolla, un bello detalle que retoma el diseño clásico que nos remite a los relojes de bolsillo.
Fabricada en oro y chapada en plata, la esfera es un precioso ejemplo de sobriedad y elegancia. En su perímetro se dispone una clásica minutera chemin de fer en color negro que da paso a unos minimalistas índices horarios aplicados en forma de varilla y dos manecillas horarias de tipo bastón, todo ello en oro rosa.
Si bajo las 12 horas encontramos serigrafiado el nombre de Glashütte, sobre las 6 se ubica el verdadero protagonista de este reloj, el pequeño segundero conectado al oculto tourbillon volante. Ligeramente empotrado, también cuenta con una escala chemin de fer, esta vez acompañada con numerales cada diez segundos, una manecilla azulada y la discreta inscripción que delata la gran complicación mecánica que oculta.
Calibre 54-01
En su interior encontramos el calibre 54-01 de remonte manual. Sobre la placa base se dispone la platina 3/4 que, unida mediante cuatro pilares, cubre gran parte del movimiento. Esta construcción deja visible el tourbillon volante a las seis horas que gira 360º cada minuto. Además de las rayas distintivas de Glashütte, los acabados son impecables: bordes biselados y pulidos, decoración rayos de sol de la tapa del barrilete, tornillos azulados, chatones de oro montados sobre tornillos, además de un gran número de piezas de acero pulido. Latiendo a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias por hora), el calibre 54-01 dispone de una excepcional reserva de marcha de 100 horas.
El montaje final de las 25 piezas de la nueva edición limitada se realizará en el edificio histórico que albergó la Escuela de Relojería Alemana Glashütte donde Alfred Helwig enseñó durante 41 años y que, desde 2008, es el hogar no solo del Museo Alemán de Relojería Glashütte, sino que también alberga el Taller Histórico de Glashütte Original, cuyo personal se especializa en la restauración y mantenimiento de las piezas históricas. Entregado con una correa de piel de aligátor de Luisiana de color marrón, el Glashütte Original Alfred Helwig Tourbillon 1920 tiene un precio de 122.100 €.
