Greubel Forsey fue una de las firmas pioneras en la relojería vanguardista, un concepto estético y técnico que hace tan solo 25 años no existía. Sus relojes siempre han sido extremadamente técnicos y su slogan de «Art of Invention» lo dice todo. Greubel Forsey nunca se ha limitado a optimizar esquemas técnicos ya existentes. Su filosofía es volcarse en crear otros nuevos.

Desde sus inicios, la característica técnica que constituye el ADN de Greubel Forsey es el volante inclinado, ya sea con tourbillon o sin él. Centrándonos en el órgano regulador del Greubel Forsey GMT Balancier Convexe, es un reloj que basa su concepto técnico en el volante inclinado, concretamente 30 grados. La finalidad de ello es generar un efecto parecido al de un tourbillon ya que con esta inclinación, en un punto intermedio entre la vertical y la horizontal, se busca compensar el efecto de la gravedad.

Aparte de esta sofisticación técnica, el movimiento del GMT Balancier Convexe ofrece las indicaciones de horas, minutos, pequeño segundero, GMT, hora universal terrestre mediante la rotación del globo (a través de la esfera), hora universal por husos horarios (a través del fondo del reloj), día/noche, hora de verano y hora de invierno. Por tanto, estamos ante un reloj que centra todas sus indicaciones en el concepto que podemos definir como reloj de viajero.

La caja conserva el peculiar diseño de este reloj de vanguardia, caracterizado principalmente por su bisel asimétrico y su cristal de zafiro combado. El material elegido el el titanio y sus dimensiones son de 43,5 mm de diámetro (medido a la altura de la carrura), 46,5 mm (medidos a la altura del bisel, 13,75 mm de grosor (midiendo la caja) y 17,4 mm de grosor (medidos entre los dos cristales).

Obviamente se trata de unas dimensiones muy considerables y su grado de comodidad dependerá de la morfología de cada persona. Atendiendo a percepciones estéticas, la imagen del modelo vistiendo este reloj transmite un tamaño que parece más contenido de lo que dicen las cifras.

Greubel Forsey emitirá el GMT Balancier Convexe en formato de edición limitada a 66 piezas, que se producirán entre los años 2022 y 2024. El precio no está especificado pero es probable que ronde los 400.000 EUR. Ciertamente es una cifra que podría calificarse de obscena en términos absolutos, pero si tenemos en cuenta la extrema complejidad de la obra de arte mecánica tridimensional en miniatura que representa, ya no se trata de si lo vale, sino de si podemos…

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Aunque está muy lejos de ser reservada con 46,5 mm de ancho, la caja arqueada de titanio sin asas del Greubel Forsey Balancier S² es una versión suavizada del concepto deportivo del Balancier S. Entre todos los cambios implementados, el más importante atañe al bisel, ya que prescinde del ostentoso grabado que enumera los valores de la firma, optando por un diseño biselado mucho más tradicional, que luce un bello contraste de acabados pulido y cepillado horizontal.

Si desde una perspectiva perfectamente cenital parece una caja redonda con un bisel plano, al cambiar hacia una visión lateral vemos como todo el perfil de la caja está arqueado hacia arriba, incluidos el bisel y el cristal de zafiro. Este enfoque de geometría variable conduce a un proceso de fabricación y acabado notablemente complejo. La carrura también se han rediseñado a partir del Balancier S original, reemplazando la sección central oscurecida con un marcado cepillado horizontal que coincide con el de la parte superior del bisel. Igualmente, la corona dentada de engranajes está ligeramente rediseñada, con un dentado más grande y un acabado cepillado más complejo.

Aunque más escondidos, la enumeración de los valores sigue presente en la caja: Greubel Forsey los ha desplazado al anillo que rodea el zafiro de la trasera. Como era de esperar, la hermeticidad del conjunto se mantiene en los mismos 100 metros.

Con el mismo espíritu simplificador del restyling de la caja, la esfera mantiene la misma configuración y arquitectura del Balancier, y cabe decir que los cambios también logran mejorarla. La escala perimetral incluye unos índices horarios aplicados más prominentes, elimina todos los detalles en rojo y traslada el nombre de la marca desde la cubierta del barrilete a la esfera bajo las 12 horas. Además, la indicación de la reserva de marcha en arco y su gran aguja se minimalizan con una más discreta ranura arqueada y una aguja escondida bajo el dial, de la que sólo asuma su punta roja (el único detalle que rompe el monocromatismo de la esfera). Por último, el doble puente arqueado suspendido que sostiene las grandes manecillas y el tren de rodaje está esqueletizado, el mismo diseño del puente que soporta el volante expuesto en la esfera. A pesar de todos estos cambios, mantiene el elemento visualmente más impactante: marcado por la línea que une las 5 con las 8 horas, el tercio final de la esfera está inclinado a 30º, un plano que incluye el volante y el pequeño segundero.

La decoración del calibre visible a través del zafiro de la trasera es totalmente geométrica, con tres grandes puentes de titanio (esmerilados y biselados a espejo) que abarcan la práctica totalidad del movimiento. Latiendo a 21.600 alternancias por horas, este mecanismo de remonte manual ofrece, gracias a sus dos barriletes, una más que respetable reserva de marcha de 72 horas.

Se fabricarán 88 ejemplares del Greubel Forsey Balancier S² con esfera gris carbón, mientras que este número se rebaja hasta 64 para la versión con esfera gris hormigón. Su precio de venta es de 205.000 CHF con correa de caucho, disparándose hasta los 245.000 CHF si optamos por el fabuloso brazalete de titanio.

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El reloj deportivo de Greubel Forsey

La idea de reloj deportivo de lujo con pulsera integrada no es un concepto precisamente nuevo. Como bien sabéis, fue en 1972 cuando Audemas Piguet inauguró esta categoría al crear el mítico Royal Oak, a la que se sumaron esa misma década grandes como Patek Philippe, Vacheron Constantin o IWC. Casi cincuenta años después (veremos qué nos depara el 50ª aniversario del RO el año que viene), están presentes en el portafolio de la mayoría de las marcas, incluyendo últimamente algunas tan clásicas como Lange & Söhne, L.U.C Chopard o Laurent Ferrier.

Dicho esto, el GMT Sport es digno de mención por una simple razón: es el reloj deportivo con brazalete integrado más complicado y quizás con mejor nivel de acabados que se puede comprar, combinando el titanio con hora mundial, segundo huso horario y un tourbillon inclinado. Aunque Greubel Forsey se ha tomado su tiempo en incorporarse al grupo, lo ha hecho con . De todos modos, permitidme matizar la definición del GMT Sport como reloj deportivo.

Si, ciertamente el hecho de recurrir a una caja de titanio con brazalete integrado y exhibir un diseño deportivo lo pueden hacer acreedor a esta definición, lo que resulta innegable es que sus complicaciones adicionales a las básicas horas, minutos y segundos complican su inclusión si tenemos en cuenta el uso que le podemos dar. No es lo mismo jugar al tenis con un solo hora que con un guardatiempo cuyo calibre está compuesto por 435 piezas e implementa un delicado tourbillón y un GMT mediante globo terráqueo giratorio. Del mismo modo, no podemos comparar el hecho de arriesgar los 19.000 € que cuesta un Royal Oak con los 470.000 € del Greubel Forsey. ¿Deportivo?. Sí, pero entre comillas.

Nuevo GMT Sport, con un nuevo bisel y esfera azul

La caja del GMT Sport está sutilmente curvada, lo que permite que el reloj se asiente perfectamente sobre nuestra muñeca. Y la ergonomía es importante porque el reloj es grande, no por sus contenidos 42 mm de diámetro, sino por su grosor de 15,7 mm. Más allá de esta geometría, la ligereza de la caja de titanio (y el brazalete) también colabora decisivamente a su comodidad.

Definitivamente, me gusta más el nuevo GMT Sport a la versión anterior. Por un lado, el bisel elíptico ahora es mucho más simple al prescindir de las pequeñas inscripciones en relieve de los valores de Greubel Forsey, provocando un innecesario estrés visual por saturación decorativa. Demasiado recargado, vamos. Ahora es limpio y elegante, con cepillado satinado horizontal realizado a mano en su parte superior y un impecable pulido de los bordes, que amplifica y permite centrar toda nuestra atención en la escultural esfera. El resultado es una estética más distinguida que nos remite directamente a los relojes deportivos de lujo más icónicos (el Nautilus de Patek Philippe, por ejemplo).

Por otro, exhibe la familiar esfera tridimensional (o más exactamente, el movimiento) que había convertido al primer GMT Sport en un éxito entre los coleccionistas. En ella encontramos suficientes capas, acabados y funciones para permitir perderse en los detalles hasta el punto de olvidar qué actividad deportiva se suponía que debíamos realizar. Y ahora, además, su color completamente azul le da un look más moderno.

En la posición de la una en punto, la jaula del tourbillon está inclinado 25º y completa una vuelta cada 24 segundos. A las tres en punto, un indicador de reserva de marcha en forma de arco muestra la parte restante de las 72 horas que llega a acumular su barrilete. En el cuadrante sureste se monta el pdoble puente en forma de V que, arqueado y esqueletizado, soporta las grandes agujas centrales de horas y minutos, cuya minimalista escala se encuentra en la periferia de la esfera. A las diez en punto, una manecilla triangular muestra la segunda zona horaria y un disco giratorio muestra los segundos a través de una abertura en arco.

Pero es a las 8 donde se dispone el polo de atracción de todas las miradas: el hipnótico globo terráqueo tridimensional situado a las ocho en punto que hace una rotación completa en sentido antihorario cada 24 horas, moviéndose en la dirección de la rotación de la Tierra. Fijado a la placa base solo en su parte inferior, ofrece una visión intuitiva del tiempo en todo el mundo mediante el anillo de zafiro de 24 horas que lo rodea. Además también funciona como un indicador de día y noche, gracias a que el anillo de 24 horas está dividido en dos mitades: la parte oscura indica la noche y la más clara, evidentemente, el día.

En la parte posterior del reloj, un disco de ciudades completado por dos anillos permite leer la hora mundial UTC y el horario de verano en las 24 ciudades correspondientes a las principales zonas horarias.

Un brazalete a la altura de Greubel Forsey

Por supuesto, el otro elemento central del GMT Sport es el nuevo brazalete integrado de tres eslabones, el primero para un reloj Greubel Forsey. Conociendo el amor por el arte y la pasión por los detalles que profesa el taller de La Chaux-de-Fonds, el armis de titanio debía ser una obra impecable por sí misma, y a fe mía que lo han conseguido. Sin poder tenerlo en mis manos debido a la virtualidad de este Watches & Wonders, las imágenes y las descripciones técnicas nos muestran un brazalete de tres hileras absolutamente espectacular, tanto por su construcción como por el nivel de detalle y acabados.

Con lo que parece una precisión micrométrica, el armis se integra de tal modo que mantiene la fluidez y continuidad estética con el perfil ovoide que trazan la caja y bisel: el lateral de los tres primeros eslabones muestra una zona interior rebajada y graneada que prolonga la misma estructura de la carrura. Este mismo patrón se muestra en la parte superior e inferior de todos los eslabones laterales, combinado con el mismo cepillado vertical que los eslabones centrales. Además, todos los ángulos están biselados y pulidos, mientras que no hay ni rastro de tornillos que delaten exteriormente el sistema de enlace entre eslabone, y deberemos mirar a la parte interna para descubrir los pequeños pulsadores de liberación a presión .

Como era de esperar, Greubel Forsey no se ha olvidado de implementar un sistema de ajuste rápido mediante pulsadores en el cierre desplegable para proporcionar unos pocos milímetros de amplitud que le permitirán elegir entre un ajuste holgado e informal, o uno más ceñido a la muñeca. Esta pulsera integrada añade aproximadamente un 10% más al precio respecto a la versión con correa de caucho, unos 40.000 CHF adicionales que resultan tan impresionantes como el mismo brazalete. Cuando lo pensamos fríamente, cuesta bastante más que el precio de venta de los dos principales iconos entre los relojes deportivos, el AP Royal Oak. 15500ST o el Patek Philippe Nautilus 5711/1A, aunque supongo que en relación con el precio del reloj, será un sobrecoste aceptable para los 33 afortunado (y ricos) futuros propietarios.

El Greubel Forsey GMT Sport es fascinante se mire por donde se mire: diseño, materiales, arquitectura, acabados, mecánica, exclusividad, atrevimiento, comodidad… A pesar de ello no puedo dejar de criticar lo único criticable: no me gusta la corona y sus «tacos» de goma azul (esperemos que la mejoren en próximas versiones). Finalmente, comentar que su precio con correa de caucho es de 480.000 €, mientras que si optamos por la versión con brazalete (otra decisión sería un sacrilegio), sube hasta los 520.000 €. Personalmente, tendría serios problemas para quitarme el brazalete, cuya integración es tan perfecta que da la impresión de ser una parte estructural y no opcional del reloj.

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La enorme caja tiene un diámetro de 46,50 mm de diámetro y 17,45 mm de alto, un tamaño XXL que tiene el fin de albergar las múltiples indicaciones de la esfera y, especialmente, el globo terráqueo que es ya todo un icono de Greubel Forsey. Para la esférica representación terrestre y la subesfera horaria, la caja se adapta más allá de la circunferencia, mientras que el cristal de zafiro muestra una geometría asimétrica.

Construido en diferentes niveles, su punto más alto es la subesfera principal de horas y minutos entre las 1 y las 2 en punto, acompañada por otra en un más discreto disco a las 4 que incluye la indicación de 12 horas y el pequeño segundero. La esfera presenta varios detalles de nuevos acabado nuevos como el anillo horario y la indicación de reserva de marcha de 72 horas que aparecen, por primera vez en un azul brillante, o la platina en gris grené, al igual que los puentes, biselados y con flancos alargados.

Ubicado a las 8 horas, el globo terráqueo permite la visualización simultánea de varios husos horarios: en el lado de la esfera, con una indicación de las 24 horas alrededor del globo terráqueo en constante rotación; en la trasera, gracias a un disco que representa las 24 ciudades de referencia de los diferentes husos horarios. En él se distinguen las que aplican el horario de verano (en tono claro) y las que no (en tono oscuro). Una abertura de cristal de zafiro completa el conjunto: situada en el ecuador, ofrece una visión total de la Tierra en movimiento. ¿El resultado final? Una versión más brillante, atractiva, ligera y deportiva del modelo 2019.

Basado en el Double Tourbillon 30º, tenemos dos tourbillones dobles sincronizados en los que una primera jaula inclinada 30°, que realiza un giro por minuto, está insertada en una segunda jaula en posición horizontal, que gira cada cuatro minutos. Un diferencial esférico transmite la media de marcha de los cuatro tourbillones, lo que mejora el rendimiento cronométrico del conjunto. Una auténtica locura.

El Greubel Forsey GMT Quadruple Tourbillon en titanio es una edición limitada a únicamente 11 unidades que se entrega con una correa azul que combina a la perfección con la esfera. Podemos elegir material: caucho o piel de aligator. Su precio es de 760.000 francos suizos.

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El ADN de Greubel Forsey en una caja de comedidas dimensiones

El subdial descentrado de horas y minutos se dispone las 2 en punto y presenta manecillas de acero azulado posicionadas sobre un puente elevado en forma de trípode. La abertura a sus 7 horas revela parte del volante, mientras que el centro vaciado ofrece la continuidad visual del barrilete en oro rojo con el grabado del nombre de la marca. A las 10 en punto y a un nivel ligeramente más bajo se encuentra el indicador de reserva de marcha de 72 horas sobre un puente de acabado graneado.

Si bajamos otro nivel, encontramos el segundero pequeño a las 8. El puente esmerilado sobre el que se asienta presenta una abertura para dejar ver el anteriormente citado barrilete.

Un volante majestuoso, garantía de estabilidad y rendimiento

Por último, en la parte meridional de la esfera, el plano inferior acoge un volante un volante tradicional, lo que resulta una excepción dentro de una marca que recurre habitualmente a tourbillones y osciladores dobles.

Aunque evidentemente menos complicado, es interesante por su gran tamaño de 12,6 mm (casi un tercio del tamaño de la caja) que le proporciona una estabilidad óptima, y su precioso puente de acero biselado y pulido en negro.

El reverso del reloj nos desvela otro diseño típico de Greubel Forsey: las inscripciones de los valores de la marca grabadas en relieve y posteriormente pulidas en negro, extendiéndose sobre el gran puente de oro blanco. Para romper la monotonía de la superficie plana, se pueden ver tres enormes chatons de oro que contienen los cojinetes de rubíes con avellanados pulidos. Un medallón de oro que contiene la numeración de edición limitada se atornilla en el centro de la placa de movimiento. Latiendo a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias por hora), su reserva de marcha de 72 horas es generada por dos barriletes colocados en serie.

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Vista desde arriba, la forma de la caja de 45 mm parece simplemente redonda.

Pero es al cambiar el ángulo cuando desvelamos la verdadera naturaleza de este diseño. Toda la caja está arqueada, creando una única curva ininterrumpida de un extremo al otro del bisel que cambia drásticamente la geometría del bisel y la carrura. Ésta cuenta con un corte trapezoidal profundo que muestra una zona central de goma negra que agrega un contrapunto tanto visual como táctil.

Si bien las formas fluidas y cambiantes de la caja me resultan hipnóticas (igual que la asombrosa y compleja curvatura del cristal de zafiro), no puedo decir lo mismo del grabado del bisel. Personalmente hubiera preferido una simple escala horaria como alternativa a esta inútil retahíla de los valores de la firma, algo que, por desgracia, ya hemos visto en otras creaciones de Greubel Forsey.

Con un fondo de zafiro, la hermeticidad del Balancier S alcanza los 100 metros, una buena cifra que va en consonancia con su carácter deportivo, una definición mucho más acorde a sus características si lo comparamos con el anteriormente citado GMT Sport que, recordemos, implementa un delicado tourbillon.

Recuperando una de sus invenciones, Greubel Forsey utiliza  el gran volante inclinado 30º presentado por primera vez en 2016.

Este ángulo respecto al plano horizontal del movimiento demuestra ser una solución excepcional para los restrictivos errores de tiempo provocados por los efectos de la gravedad en el órgano regulador (volante, muelle y escape) en posiciones estables. Como podéis ver, se asienta en el hemisferio sur de la esfera sobre un plano inclinado que rompe la planimetría del dial. Junto al volante de 12,60 mm encontramos a su izquierda un pequeño segundero cuyo fondo blanco y manecilla roja contrastan vivamente sobre el color negro del plano inclinado sobre el que se asienta.

No es el único protagonista en la esfera, ya que debe compartir los honores con el doble puente arqueado suspendido de titanio que sostiene un rodaje inclinado y las curvadas agujas de horas y minutos, esqueletadas y con puntas rojas. Es una solución atractiva y limpia que evita gran parte del desorden visual generalmente asociado con los diseños esqueletados, y que se acentúa con el ensamblaje del doble barrilete coaxial que encontramos a las 11 en punto. Con otra muestra de grabado, hace una rotación completa en poco más de tres horas. Por último, el indicador de reserva de marcha de diseño deportivo se ubica entre la una y las dos horas, ayudando a equilibrar visualmente la esfera.

Mientras que el lado de la esfera resalta visualmente el escape y el tren de engranajes, la decoración del calibre visible a través del zafiro de la trasera es totalmente geométrica, con tres grandes puentes de titanio (esmerilados y biselados a espejo) que abarcan la práctica totalidad del movimiento. Latiendo a 21.600 alternancias por horas, este mecanismo de remonte manual ofrece, gracias a sus dos barriletes, una más que respetable reserva de marcha de 72 horas.

A juego con su espíritu sport, el Greubel Forsey Balancier S se entrega con una correa de caucho negra y un cierre desplegable de titanio. SU precio es de 195.000 CHF.

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Esta reinvención del calendario perpetuo integra la ecuación del tiempo en el mismo calendario perpetuo, además de traer nuevas funciones prácticas e indicaciones que mejoran la legibilidad. La prioridad era simplificar la visualización completa del calendario perpetuo a la vez que facilitar su configuración usando la corona bidireccional. Para ello, Greubel Forsey inventó un sofisticado mecanismo patentado de codificación, bautizada como «Mechanical Computer», que está completamente integrada dentro del movimiento.

Este sistema de 25 piezas se compone principalmente de elementos co-axiales codificados que giran obedeciendo un patrón gracias a secciones móviles programadas. Dependiendo de su geometría y velocidad de rotación, cada elemento genera su propia indicación de una manera cíclica pre-establecida. De esta forma, el sistema es capaz de mostrar de forma automática todas las indicaciones: calendario perpetuo junto con la ecuación del tiempo, las estaciones, equinoccios, solsticios, fecha, día, mes, año de cuatro dígitos y año bisiesto, además de las horas, minutos y pequeño segundero.

Otra mejora importante se refiere al ajuste de estas indicaciones del calendario. A pesar de la inmensa complejidad de su mecanismo, el reloj es sorprendentemente simple de operar, controlando todas las indicaciones a través de la corona. Mediante el pulsador integrado podremos seleccionar si ajustamos el calendario perpetuo o las horas y minutos, algo que queda reflejado en el indicador de funciones situado entre las 2 y las 3 horas. El usuario simplemente puede girar la corona en cualquier dirección para hacer ajustes sin ningún riesgo de dañar el mecanismo, algo realmente importante en mecanismos tan sensibles a ajustes incorrectos como son los calendarios perpetuos.

En el lado de la esfera, todas las indicaciones del calendario se encuentran agrupadas en un área circular a las 4 horas que contiene tres ventanas. La posición central y más visible es para la fecha, flanqueda por la indicación del día a su izquierda y del mes a su derecha. Este círculo elevado también incluye la descripción de las características funcionales del reloj. Justo sobre las seis horas encontramos el pequeño indicador circular de año bisiesto, mientras que entre 7 y 8 se ubica el indicador de 24 horas y el pequeño segundero. En la parte superior izquierda de la esfera se abre la gran abertura del tourbillon inclinado de 24 segundos, dejando para el cuadrante derecho el indicador en arco de la reserva de marcha de 72 horas y el indicador de función de la corona. Por su parte, las grandes manecillas caladas de horas y minutos mantienen su preponderante posición central.

Debido a la distinta velocidad del movimiento de traslación terrestre alrededor del Sol y a la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al plano de su órbita, el tiempo solar aparente (el que marcaría un reloj de sol) no coincide con el tiempo solar medio o civil (el que nos da un reloj). Esta diferencia es la ecuación del tiempo, un valor que varía a lo largo del año y alcanza una mayor diferencia a principios de noviembre, cuando el tiempo solar medio está a más de 16 minutos por detrás del tiempo solar aparente (en concreto a 16 minutos 33 segundos cerca del 3 de noviembre), y a mediados de febrero, cuando el tiempo solar medio va más de 14 minutos por delante del aparente.

Greubel Forsey recurre a dos discos de cristal de zafiro accionados por la computadora mecánica que los gira independientemente para mostrar la diferencia horaria a medida que cambia a lo largo del año, mostrando los meses, estaciones, solsticios y equinoccios. La sinuosa línea pintada en el disco giratorio, cuyo trazado recuerda vagamente a una mariposa, es la que indica ese atraso o adelanto leyendo su intersección sobre la escala vertical fija de 16 minutos. 

Su trazo azul indica que el valor leído es de retraso de la hora solar sobre la civil, mientras que si intersecta en sus tramos rojos supone lo contrario, que la hora solar se avanza a la civil. Tomemos el ejemplo de la fecha que vemos en  las imágenes que acompañan a este artículo, 28 de enero. En este momento, la ecuación del tiempo en la trasera muestra la línea azul cortando la escala sobre los 14′ (es difícil verlo con precisión debido a la inclinación de la imagen). El hecho de que sea azul nos indica que la hora solar lleva 14′ de retraso respecto la civil.

Como vemos, es una forma muy gráfica y didáctica de ofrecer la ecuación del tiempo, sobretodo si lo comparamos con otros relojes que la implementan, generalmente mediante una simple escala de ± 15 o16 minutos recorrida por un indicador, como es el caso del Vacheron Constantin Les Cabinotiers Grand Complication Phoenix. En el Greubel Forsey sin embargo, no solo obtenemos el mismo dato, el valor en el día en curso, sino que de un simple vistazo tendremos información de su variación anual, de la distribución de máximos, mínimos y de aquellos cuatro instantes al año en que no hay diferencia entre ambos tiempos. Finalmente, justo a su derecha, una ventana muestra la indicación del año mediante cuatro dígitos.

Esta nueva versión es la mejor de las ahora cuatro disponibles. Sin duda, la armonía cromática entre el oro rojo y el marrón de la esfera le confieren una calidez y elegancia hasta ahora desconocidas en el QP à Équation. La caja sigue midiendo 43,5 mm de diámetro y 16 mm de grosor, un tamaño que se justifica por la complejidad arquitectónica de su calibre y la multitud de indicaciones que ofrece. La anterior versión lanzada en 2017 salió con un precio de 670.000 CHF (antes de impuestos), por lo que cabe suponer que, una vez actualizados estos tres años, rondará los 700.000 CHF.

La entrada Greubel Forsey QP à Équation, ahora en su mejor versión se publicó primero en Watch Test.

«La edición 2019 fue testigo de la última participación de Greubel Forsey en el SIHH, recientemente renombrado «Watches and Wonders». El modelo de un salón a gran escala ya no está en consonancia con la evolución de nuestros mercados mundiales, por lo que hemos tomado la decisión de abandonar este evento a partir de 2020.

Greubel Forsey optará por un sistema de comunicación más personalizado, iniciado con éxito este otoño con el «Greubel Forsey World Tour».

Robert Greubel y Stephen Forsey desean agradecer sinceramente a la FHH por su siempre amable acogida.»

Stand Greubel Forsey en el SIHH 2016

La tradición que aporta el propio bagaje histórico es uno de los principales valores en los que se apoyan muchas firmas de la alta relojería, tanto a nivel de imagen como de producción. Fundada en 2004, Greubel Forsey, a pesar de no disponer de este poderoso activo, implementa en su filosofía todo el savoir-faire de la mejor tradición relojera y la eleva a su máximo nivel técnico y artístico. Para ello, han adoptando a una de las máximas complicaciones existentes, el tourbillon, como el eje sobre el que giran sus creaciones.

Stephen Forsey y Robert Greubel

Pero su gran virtud no ha sido sumarse a la gran cantidad de marcas que recurren a este mecanismo inventado por Breguet hace casi 230 años, sino saber reinterpretarlo, desarrollarlo y perfeccionarlo hasta un punto nunca visto, ofreciéndose como un perfecto nexo de unión entre la tradición y la vanguardia relojera. Su lema “Art of Invention”, resume perfectamente su ADN.

Su capacidad de innovación se refleja en el impresionante número de invenciones patentadas y creaciones extraordinarias que jalonan su corta existencia, sin olvidar los prestigiosos galardones acumulados durante este tiempo. La simbiosis entre elementos altamente técnicos y artísticos es una piedra angular de Greubel Forsey, y todas sus creaciones surgen inevitablemente de esta hibridación. Hasta la fecha, seis de sus siete inventos han encontrado aplicaciones concretas: el Double Tourbillon 30 °, el Quadruple Tourbillon, el Tourbillon 24 Secondes, el Double Balancier, el Mechanical Computer y el Différentiel d’Égalité. Cada reloj da forma a los principios de una empresa cuya filosofía se puede resumir en tres palabras: creatividad, tecnicismo y artesanía.

Greubel Forsey Grande Sonnerie Titanium

Después de que el Grupo Richemont adquiriera en 2006 una participación del 20%, la compañía se trasladó en 2009 a sus actuales ultramodernas instalaciones en La Chaux-de-Fonds y debutó en el SIHH. Como vemos, una etapa de once años que se cierra inesperadamente en otro movimiento telúrico que se une al terremoto permanente en el que parecen vivir últimamente los dos grandes salones, y por ende todo el mundo relojero.

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A pesar de ser casi idéntico al GMT existente en cuanto a su funcionalidad, combinando la hora mundial con un tourbillon inclinado, el GMT Sport no se parece a ningún otro Greubel Forsey. Su movimiento está fabricado principalmente en titanio, y además su arquitectura ha sido rediseñada para encajar en la nueva y espectacular caja elipsoidal. Empecemos por esta última.

Lo que personalmente me parece más interesante es la geometría del bisel y el cristal de zafiro. Si miramos el reloj de frente desde arriba, parece que estamos ante una habitual caja redonda. Pero conforme ladeamos el punto de vista, nos damos cuenta de que ambos elementos están curvados respecto un eje horizontal, adoptando una forma elipsoidal y arqueada que recuerda la de una patata chip. Y tan llamativo con su perfil es la inclusión de texto en el bisel. Las líneas de texto en caja, movimiento o esfera no es un concepto decorativo nuevo para la firma, pero nunca hasta ahora había recurrido a incluirlas en el bisel. Este micrograbado en relieve de la filosofía de la marca me parece un poco exagerado, causando una innecesaria saturación decorativa.

A pesar de su gran tamaño (45 mm de diámetro y 15,70 mm de grosor), el conjunto es ligero y goza de una excelente ergonomía, además de ofrecer una hermeticidad de 10 bares (100 metros). La parte frontal, posterior y las asas son de titanio cepillado, mientras que el centro de la carrura está recubierto en ADLC negro. El resultado recuerda ligeramente a las cajas de Richard Mille o Hublot, que se basan en una construcción bitonal similar.

Al igual que en el GMT anterior, la esfera está en tres niveles. En el más elevado se dispone la indicación de segundo huso horario, mientras que la inferior acoge el globo y el tourbillon. Pero en el GMT Sport, los diversos elementos  se han reorganizado para maximizar la profundidad visual y encajar en la caja curva. Las manecillas de hora y minutos ocupan el plano más alto del movimiento, con todos los demás elementos sentados progresivamente más abajo.

El movimiento de 435 componentes incluye un tourbillon montado en un ángulo inclinado de 25 grados (que gira una vez cada 24 segundos), junto con las indicaciones de horas y minutos, pequeño segundero, indicador de reserva de marcha, indicador de día/noche (AM / PM) y función GMT. Esa última utiliza medio globo terráqueo, así como un segundo indicador de la segunda zona horaria situado a las10 en punto y un disco con los husos y las ciudades de referencia en la parte posterior de la caja.

La pieza central de la esfera es este globo tridimensional situado a las ocho en punto que hace una rotación completa en sentido antihorario cada 24 horas, moviéndose en la dirección de la rotación de la Tierra. El globo, fijado a la placa base solo en su parte inferior, ofrece una visión intuitiva del tiempo en todo el mundo gracias al anillo de zafiro de 24 horas que lo rodea. Gracias a él, podemos saber aproximadamente el tiempo en todo el mundo, aunque se requiere de ciertos conocimientos de geografía. Además también funciona como un indicador de día y noche, gracias a que el anillo de 24 horas está dividido en dos mitades: la parte oscura indica la noche y la más clara, evidentemente, el día.

La función GMT se combina con otro de los principales inventos de Greubel Forsey: un tourbillon de 24 segundos inclinado a 25 °, situado esta vez entre la una y las dos horas. Si bien es mecánicamente idéntico al tourbillon inclinado de modelos anteriores, la ejecución se ha rediseñado para que coincida con la estética del reloj. Por lo tanto, el tourbillon se mantiene en su lugar mediante un puente de acero pulido negro que forma una suave «V», con su parte central está arenada y recubierta también en ADLC negro. La ventaja del tourbillon inclinado, a diferencia de uno vertical o biaxial, es que permite utilizar un volante bastante grande sin necesidad de que la caja sea excesivamente gruesa.

Las manecillas caladas abandonan la posición descentrada de los anteriores GMT, pasando a girar entorno al eje central y a ocupar el plano más alto del movimiento. Su geometría y la del rodaje, montado en el puente central arqueado suspendido con aberturas tratadas en negro, siguen a la perfección las curvas del cristal y del puente sobre el globo terráqueo. Sus extremos triangulares, del mismo modo que los marcadores horarios perimetrales, están realzados con revestimiento luminiscente.
Una esfera secundaria entre las 10 y las 11 combina el segundero pequeño en un gran disco giratorio, y la indicación del segundo huso horario con una aguja en rojo. Por su parte, la reserva de marcha de 72 horas está indicada en un arco a las 3 horas con su aguja calada terminada en un triángulo.

En la parte posterior del reloj, un disco de horas mundiales muestra la hora en 24 zonas horarias, todas ellas representadas por sus ciudad de referencia grabadas en un disco de zafiro, y una indicación diferenciada por tarjetas con el horario invernal (anillo exterior) y estival (anillo interior). Las zonas horarias con fondo blanco corresponden a las que tienen horario de verano, mientras que las que aparecen con fondo negro, no tienen horario de verano y deberemos leer la hora en el anillo exterior.

Como hemos visto, el Greubel Forsey GMT Sport goza de varios elementos novedosos que le aportan un espíritu deportivo: diseño más agresivo, fabricado en titanio, ergonómico, correa de caucho, hermeticidad a 100 metros… En cambio, el hecho de implementar un delicado órgano regulador como es el tourbillon hace que pierda gran parte de su funcionalidad como reloj deportivo. Además, aunque la arquitectura del movimiento ha sido rediseñada, no tenemos constancia de que se haya reforzado en vistas a su declarada deportividad.

Limitada a únicamente 11 unidades, el Greubel Forsey GMT Sport tiene un precio de 480.000 CHF.

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Los antecedentes: Proyecto Naissance d’une Montre

En 2007, Robert Greubel, Stephen Forsey y Philippe Dufour, los tres miembros de la Fundación Time Æon, hicieron una declaración alarmante: debido al aumento de la industrialización y al uso masivo de la automatización en el mundo de la relojería, todo un patrimonio de técnicas artesanas tradicionales y conocimientos ancestrales estaban a punto de desaparecer. Para ayudar a su preservación, decidieron tomar cartas en el asunto y lanzar el proyecto Naissance d’une Montre. Unieron sus esfuerzos para instruir a un alumno y transmitirle su conocimiento. Éste debía aplicar las técnicas aprendidas para elaborar un guardatiempo utilizando únicamente sus manos y herramientas antiguas, y luego transmitir a su vez los conocimientos adquiridos a las generaciones venideras para rescatar de un olvido seguro una forma de entender la excelencia relojera. El elegido fue el francés Michel Boulanger, profesor de relojería en la técnica Lycée Diderot, en París; El proyecto iniciado en 2009 se lanzó oficialmente en enero de 2012.

El primer fruto del proyecto fue el Montre Ecole, un reloj que en 2016 alcanzó la fabulosa cifra de 1.461.507 $ en la subasta de Christie’s en Hong-Kong, después de multiplicar su precio de salida de 450.000 $. Los beneficios fueron destinados a la Fundación Time Æon para asegurar la transmisión de conocimientos de la relojería excelencia en los próximos años.

Greubel Forsey Hand Made 1

Antes de la Revolución Industrial y del inicio de la producción masiva, los componentes de los relojes se hacían uno a uno y requerían de unas habilidades y herramientas muy específicas, así como de máquinas completamente manuales. Con el Hand Made 1 no solo se trata de revivir esas antiguas técnicas y habilidades o gestos olvidados, sino que el objetivo es tomar estas habilidades y este saber hacer y llevarlos a niveles de excelencia y precisión nunca antes alcanzados, reforzándolas con una exigencia en la elaboración manual y una precisión que compite incluso con las máquinas modernas de producción.

Para completar este reto y alcanzar la precisión a escala micrométrica usando herramientas tradicionales, los artesanos deben lograr una exactitud que las máquinas tradicionales no pueden ofrecer fácilmente por ellas mismas. Confían en «la inteligencia de la mano», que corrige sin cesar al más mínimo detalle para acercarse cada vez más a la perfección, conseguir la calidad necesaria y asegurar una operación perfecta e impecable.

En este proceso, el tiempo empleado pasa a un segundo plano. La consecuencia es que cada reloj requiere de unas 6.000 horas. Eso equivale a tres años de trabajo, realizado en gran parte por un equipo de relojeros de Greubel Forsey, al que se incorporaron algunos especialistas independientes.

No es simplemente una recreación artesanal de un calibre existente, sino una revisión completa del proceso creativo tal como lo conoce Gruebel Forsey, por lo que el Hand Made 1 está completamente creado desde cero. Funcionalmente es un reloj «sencillo»: muestra las horas, los minutos y los segundos, y está equipado con un tourbillon. El movimiento tiene 272 componentes, mientras que la caja suma 36 más. Pero la complejidad del reloj proviene de cómo está hecho, completamente a mano o con herramientas manuales, desde el movimiento hasta la caja, la correa de cuero, la esfera y las agujas, con las únicas excepciones de los dos cristales de zafiro, las juntas de la caja, los resortes, las piedras y el muelle real.

Mecanizada con un torno pantógrafo mecánico, la caja de oro blanco tiene unas medidas de 43,5 mm de diámetro y 13,5 mm de espesor. Los lados tienen un acabado satinado mientras que las superficies superiores están pulidas.

Visualmente, el reloj muestra al instante el inconfundible ADN de Greubel Forsey, con la característica esfera tridimensional cortada ofreciendo la visión esqueletada de puentes, platina (todos ellos con el mismo acabado «Gratté»), engranajes, barrilete… todo un espectáculo. Las escalas son las imprescindibles, ya que se reducen a los anillos esmaltados en blanco correspondiente a los minutos (en su perímetro) y al pequeño segundero, sobrevolados por las tres manecillas de acero azulado. Dos pequeños puentes sujetan el pequeño segundero y el tourbillon a la platina mediante tornillos también azulados, luciendo un acabado satinado y pulido.

Todos los componentes del movimiento reciben un acabado manual acorde a la más exquisita tradición relojera, incluidos los puentes con sus flancos verticales pulidos interiores y exteriores, y las ruedas con sus biseles superiores e inferiores pulidos a mano (40 ángulos agudos internos para una rueda de cinco radios).

La realización manual del carro del tourbillon, con sus 69 componentes que pesan un total de 0,521 gramos, representa otro reto de gran envergadura, ya que no es posible replicar la misma geometría de una máquina de control numérico en un taladro de plantilla tradicional. La consecuencia es que se tuvo que aumentar el número de componentes con tal de que cada uno de ellos pudiera hacerse manualmente.

Para la fabricación de la jaula fue necesario invertir 35 veces más tiempo que lo que se tarda para un tourbillon de alta gama. Asimismo, el tiempo de creación de una sola rueda del Hand Made 1 es 600 veces mayor que el que lleva el crear una rueda industrial de alta gama. En cambio, otras partes del movimiento fueron rediseñadas con la idea de simplificarlas.

Su carácter excepcional se confirma en la esfera a las 6 en punto, donde la inscripción Hand Made reemplaza al habitual Swiss Made, un último recordatorio del tiempo y esfuerzo dedicado a la creación artesanal de esta obra de arte. Vista la ingente cantidad de tiempo necesaria para su fabricación, solo se producirán dos a tres ejemplares por año. Con una primera fecha de entrega prevista para mediados del 2020, dada la singularidad de cada proyecto, el tiempo incierto o los costos de los materiales, no hay precios oficiales disponibles, aunque no creo osado especular que podría rondar los 800.000 CHF.

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Concebir los guardatiempos como un medio de expresión artística fue el motivo de su nacimiento. El primero de ello, la Art Piece 1 (2013), creada en colaboración con el artista británico Willard Wigan, se caracterizó por una microescultura alojada en el interior de la caja, junto con un sistema óptico en miniatura que brinda unas vistas sorprendentes de la obra de arte, apenas perceptible a simple vista. La Art Piece 2 – Edition 1 (2016) rindió un espléndido homenaje al arte relojero suplantando la microescultura por un boceto micrograbado del Double Tourbillon 30° que lo anima. La Art Piece 2 – Edition 2 (2017) expandía los límites creativos combinando el Double Tourbillon 30° con una indicación a petición de las horas y los minutos, y una indicación de reserva de marcha extragrande. Esta última indicación es en realidad el único signo del paso del tiempo cuando la abertura de horas y minutos se cierra.

Como continuación de las Art Pieces anteriores, el Art Piece Edition Historique alberga en su caja de 44 mm de diámetro un nuevo movimiento con una variación de su ya conocido Double Tourbillon 30°. Su aspecto más llamativo es la construcción multinivel, en la que el Double Tourbillon 30° se dispone sobre un fondo azul real,  con un tourbillon interno inclinado a 30° que describe una rotación por minuto y un tourbillon externo que completa una revolución en 4 minutos. En el mismo nivel se encuentra el segundero pequeño, situado entre las 10 y las 11 horas. En el plano más elevado, la indicación de reserva de marcha presenta unos números árabes de gran tamaño y una aguja azulada.

Justo a las dos horas, en ese mismo plano elevado se dispone una cúpula de titanio en el que figuran, grabados, los valores clave de Greubel Forsey. Las horas se muestran mediante una aguja roja en un anillo giratorio independiente, mientras que los minutos aparecen a petición en una abertura mediante el simple accionamiento de un pulsador ubicado en la corona. El grabado se extiende por los amplios flancos de la esfera elevada y la carrura, utilizando su profundidad arquitectónica como una ventaja visual.

Dentro de esta edición estrictamente limitada de 33 ejemplares, los 11 primeros guardatiempos Art Piece Edition Historique son de platino y los 22 siguientes de diferentes materiales. Para destacar el sentido de continuidad con las demás Art Pieces, Greubel Forsey ha querido añadir los modelos actuales a la secuencia de los 18 anteriores. De este modo, los 11 modelos Art Piece Edition Historique de platino estarán numerados del 19/51 al 29/51, en unas cifras visibles tanto en el fondo de la caja como en la pequeña placa situada al lado del Double Tourbillon 30°.

El Greubel Forsey Art Piece Edition Historique tiene un precio de 550.000 CHF antes de impuestos.

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Bovet gana l’Aiguille d’Or en una edición marcada por los éxitos de los relojeros independientes

El ganador del máximo galardón, l’Aiguille d’Or, ha sido el Bovet Récital 22 Gran Récital, un impresionante reloj astronómico que combina varias complicaciones como las horas indicadas por una Tierra giratoria con indicación día/noche, minutos retrógrados, tourbillon de un minuto, indicador de reserva de energía, calendario perpetuo retrógrado y fase lunar. Por si fuera poco, su nivel decorativo y de acabados es sencillamente espectacular. En el artículo publicado hace unos meses por Jordi podéis leer el análisis a fondo del Bovet Récital 22 Grand Récital.

Uno de los puntos a destacar de esta edición 2018 ha sido la gran cantidad de premios que han recaído en relojeros independientes, casi la mitad de los otorgados (9 de 17). Laurent Ferrier, Akrivia, Krayon, Singer, De Bethune, Greubel Forsey, Habring² y Konstantin Chaykin representan un sector de la Alta Relojería que, lejos de las inmensas cifras que manejan los grandes grupos, coge fuerza dentro del mercado.

En este artículo podéis ver las descripciones de las categorías y todos los relojes pre-seleccionados.

Lista de premiados del Grand Prix d’Horlogerie de Genève 2018

Aiguille d’Or: Bovet 1822, Récital 22 Grand Récital

Revival: Vacheron Constantin, Historiques Triple calendrier 1942 (ver artículo)

Innovación: Krayon, Everywhere Horizon

Reloj femenino: Chanel, Boy-friend Skeleton (ver artículo)

Complicación femenina: Van Cleef & Arpels, Lady Arpels Planétarium

Reloj de caballero: Akrivia, Chronomètre Contemporain

Complicación de caballero: Laurent Ferrier, Galet Annual Calendar School Piece (ver artículo)

Cronógrafo: Singer Reimagined, Singer Track1 Hong Kong Edition (ver artículo)

Cronometría: De Bethune, DB25 Starry Varius Chronomètre Tourbillon

Excepción mecánica: Greubel Forsey, Grande Sonnerie

Deportivo: Seiko, Prospex 1968

Reloj joya: Van Cleef & Arpels, Secret de Coccinelle

Oficios artísticos: Hermès, Arceau Robe du soir

“Petite Aiguille”: Habring², Doppel-Felix

Challenge: Nomos Glashütte, Tangente neomatik 41 Update (ver artículo)

Audacia: Konstantin Chaykin, Clown

Premio especial del jurado: Jean-Claude Biver, Presidente no ejecutivo de la división de relojería de LVMH Group, Presidente de Hublot & Zenith

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GMT Earth

El Greubel Forsey GMT hizo su aparición en 2011. Ahora, siete años después adopta su estética más cristalina creando una vista tridimensional completa del globo terráqueo, desde el polo norte al polo sur. La nueva arquitectura del movimiento y la caja realza aún más el planeta Tierra. Esto ha sido posible mediante la implementación de un cristal de zafiro abovedado que ejerce también las funciones de bisel, y al vaciado de las platinas. Además, la esfera ha ganado en profundidad gracias a su mayor grado de esqueletado y al uso también del zafiro en la subesfera de horas y minutos a las 12 horas.

Greubel Forsey GMT Earth

Las proporciones de la caja se tuvieron que diseñar para acomodar el bisel de cristal de zafiro abovedado y los detalles de artesanía en el canto. Las características placas laterales que resumen los valores de Robert Greubel y Stephen Forsey decoran el cuerpo de la caja. Esta edición de oro blanco está limitada a 33 ejemplares y tiene un precio de 610.000 francos suizos antes de impuestos.

Greubel Forsey GMT Earth

Différentiel d’égalité

Robert Greubel y Stephen Forsey presentaron su invención por primera vez en el marco del Laboratorio EWT, en la feria Baselworld 2008. Su 5.ª Invención Fundamental, el Différentiel d’Égalité, aporta una fuerza motriz regulada a la vez que optimiza la precisión de marcha del reloj. Esto implica que el Différentiel d’Égalité permite ofrecer de la energía del muelle del barrilete de forma constante al órgano regulador, que mantiene una amplitud uniforme durante las 60 horas que dura la reserva de marcha.

Différentiel d’Égalité

En la búsqueda de optimiza el confort de lectura y facilitar el ajuste preciso de la hora, la nueva referencia  incorpora un segundero muerto a uno de sus guardatiempos por primera vez en su historia. Este reloj está equipado con un freno del volante y un mecanismo de puesta a cero de los segundos, que se activa tirando de la corona.

Una abertura en la esfera permite vislumbrar la belleza y la complejidad del movimiento. Sobre la esfera, un cristal de zafiro “de forma” confiere una silueta ciertamente refinada a esta nueva creación. En el fondo, se aprecia el aspecto mecánico del mecanismo de parada y puesta a cero en el que algunos componentes lucen la inscripción de los valores de Robert Greubel y Stephen Forsey. Esta edición de oro blanco está limitada a 33 ejemplares, y tiene un precio de265.000 francos suizos antes de impuestos.

Différentiel d’Égalité

Double Balancier

La última novedad es la versión en oro rojo 5N y esfera negra de la 6ª invención de Greubel Forsey, el Double Balancier, un reloj equipado con dos volantes unidos al diferencial constante, el cual está dotado de un indicador de rotación que completa una vuelta en 4 minutos. Los dos órganos reguladores inclinados  a 30º se posicionan en planos tridimensionales distintos y separados, una configuración que ayuda a mejorar el rendimiento cronométrico, mientras que el Diferencial Esférico Constante divide por dos el margen de error.

Double Balancier

De nuevo, la esfera aparece dividida en dos partes bien diferenciadas. Una de ellas totalmente clásica que incluye la indicación de la reserva de marcha, mientras que la otra brilla por su ausencia, dejando al descubierto las maravillas técnicas de este mecanismo.

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En 2007, Robert Greubel, Stephen Forsey y Philippe Dufour, tres de los miembros de la Fundación Time Æon, decidieron tomar cartas en el asunto y unir esfuerzos para instruir a un alumno y transmitirle su conocimiento. Este alumno debía aplicar las técnicas aprendidas para elaborar un guardatiempo utilizando únicamente sus manos y herramientas antiguas, y luego transmitir a su vez los conocimientos adquiridos a las generaciones venideras para rescatar de un olvido seguro una forma de entender la excelencia relojera.

El elegido fue Michel Boulanger, profesor de relojería en el Instituto técnico Diderot de París. En 2009 se daba oficialmente el pistoletazo de salida al proyecto “Le Garde Temps – Naissance d’une Montre” en enero de 2012 con ocasión del Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra (SIHH). Todos los meses, el profesor Michel, reconvertido en alumno, acudía a La Chaux-de-Fonds para recibir los consejos de Robert Greubel, Stephen Forsey y Philippe Dufour, así como de otros especialistas que trabajaban en Greubel Forsey. Entre las idas y venidas de Suiza a su taller de La Beauce, ha tardado seis años en realizar un guardatiempo excepcional, un reloj de pulsera  muy refinado, accionado por un movimiento de tres agujas de cuerda manual y dotado de un mecanismo de tourbillon. Con el objetivo de dar relevancia a los mecanismos de tourbillon, la arquitectura de este reloj se articula en torno a una esfera descentrada sobre la que evolucionan las horas y los minutos. El acabado de cada pieza, aunque no sea visible, reviste una importancia especial, ya que simboliza el concepto de la perfección extrema en el trabajo manual.

Este guardatiempo es el primero de una serie de once piezas, y las ganancias de la subasta irán a la Fundación Time Æon para asegurar la transmisión de conocimientos de la relojería excelencia en los próximos años.

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Signature 1

Cada nueva referencia que se una a la colección Signature, será realizada por un relojero elegido por su talento y «savoir faire», que desarrollará sus propios relojes dentro del universo y filosofía de Greubel Forsey.  Brillante relojero y colaborador desde hace tiempo de Greubel Forsey, Didier Cretin inagura esta nueva línea con el Signature 1, un precioso guardatiempo que implementa tres características que lo hacen único dentro de la manufactura. Por primera vez en la historia de Greubel Forsey, presenta un «simple» reloj de tres agujas, sin tourbillon, aunque dotado de un nuevo volante de concepción exclusiva y manteniendo su típico diseño tridimensional. La segunda es que, con un diámetro de 41,40 mm y un grosor de 11,40 mm, es el modelo más pequeño de la firma.
La última viene definida por uno de los materiales usados en su fabricación. Me explico: el Signature 1 se ofrece en cuatro versiones en edición limitada; once en oro rojo, once en oro blanco, once en platino, y 33 en… acero!. Si, habéis leído bien, Greubel Forsey recurre al mundanal acero en una de sus creaciones, abriendo así un camino que, sin duda, nos deparará muchas alegrías en un futuro próximo.

Pero no todo son flores y alabanzas, porque en lo que refiere a los precios anunciados, el Signature 1 me ha dejado helado: la versión en platino costará 173.000 €, las de oro bajan hasta los 154.000 €, mientras la de acero alcanza los 136.000 €. Aunque estamos habituados a los elevados precios de Greubel Forsey, el hecho de que sus creaciones implementen grandes complicaciones técnica o mecánicas justifica en gran medida ese coste, pero en el caso del Signature 1, estamos ante relojes que simplemente muestran las indicaciones de hora, minutos y segundos, sin ninguna complicación adicional que pueda respaldar estos precios. Simple y llanamente, un solo hora en acero a 136.000 €… Un poco excesivo, ¿no os parece?.

Double Balancier 35º à Différentiel Constant

Segunda versión del espectacular Double Balancier 35°, el primer movimiento de Greubel Forsey que no estaba basado en el tourbillon. Si debutó en 213 con una caja de oro gris, este año el metal elegido es el oro blanco, pero la principal novedad la encontramos en la esfera y en su mecanismo. El dial, esta vez plateado, ha sido eliminado en su mitad inferior entre las 4 y las 10 horas, dejando al descubierto el espectáculo de los dos volantes unidos mediante un diferencial constante, la segunda primicia, que no hace sino mejorar su cronometría y la regularidad de la amplitud.
Con un precio de 318.000 CHF, el Double Balancier 35º White Gold à Différentiel Constant es una edición limitada a 33 unidades.

Tourbillon 24 Seconde Vision Red Gold

Greubel Forsey lanza esta versión de su creación de estética más clásica y elegante, que, recordemos, fue el ganador de l’Aiguille d’or 2015 del Grand Prix d’Horlogerie de Genève. En esta ocasión, el oro rojo sustituye al oro gris, mientras la esfera antractita coge el relevo del dial plateado de la versión ganadora. El foco de atención sigue recayendo en la abertura a las 9 horas, donde podemos admirar el tourbillon de 24 segundos inclinado 25º, su 3ª invención. Con un diámetro de 43,50 mm, su grosor de varía entre los 13,65 mm y los 16,02 mm, debido al domo de la trasera destinado a contener el tourbillon. Su precio es de 227.000 €.

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7th Invention – QP à Équation

Integrando un contador que permite calcular indicaciones cíclicas, este guardatiempos con calendario perpétuo nos muestra en la trasera la ecuación del tiempo, o sea, la diferencia entre la hora civil y la hora solar, y, lo más importante, a través del sistema de indicación más educativo, nítido y legible que he visto nunca para indicar esta complicación. Fabricado en oro blanco, su precio estará a la altura de su magnificencia: 670.000 francos suizos.

Tourbillon 24 Secondes Vision

Greubel Forsey nos sorprende con esta novedad que representa su creación de corte más clásico y elegante, alejada del extremismo estético al que tiene habituados. Esta edición única de 22 unidades está fabricada en oro gris, acompañada por una esfera con una única abertura correspondiente al tourbillon de 24 segundos inclinado 25º, su 3ª invención. Con un diámetro de 43,50 mm, su grosor de varía entre los 13,65 mm y los 16,02 mm, debido al domo de la trasera destinado a contener el tourbillon. PVP 290.000 francos suizos.

GMT Mouvement 5N

Otra versión del GMT, esta vez con la platina luciendo un delicado acabado PVD en oro rosa, tanto en lo que concierne  a la esfera como a la trasera. PVP 550.000 francos suizos. La imagen inferior corresponde al GMT Black: PVP 510.000 francos suizos.

Art Piece Robert Filliou

Esta pieza única incorpora el arte contemporáneo al arte relojero gracias a un homenaje a este atípico artista. A través del sistema óptico ubicado en la carrura izquierda, podemos observar ampliada la nueva microescultura de Willard Wigan. También podemos encontrar referencias a Filliou en la esfera y la trasera.

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