A finales del año pasado, Greubel Forsey nos sorprendió con su última interpretación de su reconocido GMT gracias a una novedosa y espectacular caja de forma elipsoide arqueada. Bautizada como Sport y fabricada en titanio, comparte ahora protagonismo con una no menos fascinante esfera que muestra todo el esplendor de su volante inclinado 30º: os presentamos el Balancier S.
Vista desde arriba, la forma de la caja de 45 mm parece simplemente redonda.
Pero es al cambiar el ángulo cuando desvelamos la verdadera naturaleza de este diseño. Toda la caja está arqueada, creando una única curva ininterrumpida de un extremo al otro del bisel que cambia drásticamente la geometría del bisel y la carrura. Ésta cuenta con un corte trapezoidal profundo que muestra una zona central de goma negra que agrega un contrapunto tanto visual como táctil.
Si bien las formas fluidas y cambiantes de la caja me resultan hipnóticas (igual que la asombrosa y compleja curvatura del cristal de zafiro), no puedo decir lo mismo del grabado del bisel. Personalmente hubiera preferido una simple escala horaria como alternativa a esta inútil retahíla de los valores de la firma, algo que, por desgracia, ya hemos visto en otras creaciones de Greubel Forsey.
Con un fondo de zafiro, la hermeticidad del Balancier S alcanza los 100 metros, una buena cifra que va en consonancia con su carácter deportivo, una definición mucho más acorde a sus características si lo comparamos con el anteriormente citado GMT Sport que, recordemos, implementa un delicado tourbillon.
Recuperando una de sus invenciones, Greubel Forsey utiliza el gran volante inclinado 30º presentado por primera vez en 2016.
Este ángulo respecto al plano horizontal del movimiento demuestra ser una solución excepcional para los restrictivos errores de tiempo provocados por los efectos de la gravedad en el órgano regulador (volante, muelle y escape) en posiciones estables. Como podéis ver, se asienta en el hemisferio sur de la esfera sobre un plano inclinado que rompe la planimetría del dial. Junto al volante de 12,60 mm encontramos a su izquierda un pequeño segundero cuyo fondo blanco y manecilla roja contrastan vivamente sobre el color negro del plano inclinado sobre el que se asienta.
No es el único protagonista en la esfera, ya que debe compartir los honores con el doble puente arqueado suspendido de titanio que sostiene un rodaje inclinado y las curvadas agujas de horas y minutos, esqueletadas y con puntas rojas. Es una solución atractiva y limpia que evita gran parte del desorden visual generalmente asociado con los diseños esqueletados, y que se acentúa con el ensamblaje del doble barrilete coaxial que encontramos a las 11 en punto. Con otra muestra de grabado, hace una rotación completa en poco más de tres horas. Por último, el indicador de reserva de marcha de diseño deportivo se ubica entre la una y las dos horas, ayudando a equilibrar visualmente la esfera.
Mientras que el lado de la esfera resalta visualmente el escape y el tren de engranajes, la decoración del calibre visible a través del zafiro de la trasera es totalmente geométrica, con tres grandes puentes de titanio (esmerilados y biselados a espejo) que abarcan la práctica totalidad del movimiento. Latiendo a 21.600 alternancias por horas, este mecanismo de remonte manual ofrece, gracias a sus dos barriletes, una más que respetable reserva de marcha de 72 horas.
A juego con su espíritu sport, el Greubel Forsey Balancier S se entrega con una correa de caucho negra y un cierre desplegable de titanio. SU precio es de 195.000 CHF.
