Hanhart – Watch Test

Hanhart Pioneer Stealth 1882 Limited Edition.

Jordi Colomé — Wed, 31 Oct 2012 06:00:00 +0000

Una de las novedades presentadas por Hanhart este 2012 tiene como objetivo celebrar los 130 años de historia de la marca. Suponemos que para dar un mayor énfasis y notoriedad a este hecho, el Pioneer Stealth 1882 se produce en edición limitada a 130 piezas en cada una de las dos variantes existentes, es decir, en un número igual a los años acumulados desde el inicio de la andadura de la firma. El término “Stealth” que este guardatiempos incorpora a su nombre responde a la técnica de camuflaje utilizada en el campo aeronáutico durante los años 30.

Puesto que de los orígenes y ciertas características comunes a los relojes que integran la colección Pioneer ya os he hablado en anteriores ocasiones como, por ejemplo, en los artículos dedicados al MonoScope y a los recién llegados Racemaster, comentemos otros aspectos interesantes en cuanto a la producción de esta manufactura suizo-alemana.

Hablemos en primer lugar de la caja que, para toda la colección está basada en un mismo diseño y presenta las mismas características: 45 mm de diámetro, 16 mm de altura, 100 metros de estanqueidad y fondo ciego atornillado. Hasta hace poco, el material de la caja para todos los modelos de la colección era el acero, variando el acabado aplicado en la finalización, pero este año Hanhart nos sorprendía llevando a sus relojes de producción regular el acero HDSPro® del que ya os hablamos anteriormente. El material de la caja del Stealth 1882 es el acero convencional con recubrimiento ADLC en color negro.

Ciertamente, y aún siendo las cajas idénticas en cuanto a morfología, los distintos modelos de la colección Pioneer presentan apariencias que los distinguen fácilmente a unos de otros básicamente, y dejando a parte el acabado de la caja, por dos motivos: el primero de estos motivos es el bisel, que en la mayoría de componentes de la colección como es el caso de Stealth 1882, se presenta en la versión estriada con la marca en color rojo a las 12 y en la correspondiente a la versión pulida sin la marca anterior y suavizando, si es que este hecho es posible, el carácter de instrumento de este reloj. El segundo rasgo distintivo lo encontramos en el dial que, independientemente de su cromatografía, varía en función del tipo de indicación.

De hecho, la última parte del párrafo anterior no es del todo cierta, puesto que si hablamos de lo que consideramos habitualmente como indicaciones en un guardatiempos, todos los modelos de la colección Pioneer corresponden a cronógrafos de configuración bi-compax con subdiales desplazados excéntricamente a las 3, para el contador de 30 minutos del crono, y a las 9 para albergar el pequeño segundero del movimiento base.Horas y minutos, así como la trotadora del crono, son centrales. Quizás hubiera sido más correcto hablar del calibre que alberga cada uno de los modelos.Los Pioneer albergan uno de los siguientes calibres todos ellos de remonte automático, con una frecuencia de oscilación de 28.800 alternancias por hora, 42 horas de reserva de marcha y consistentes en modificaciones de estructura modular sobre un calibre de base ETA:

HAN4212. Aplicado a los modelos de Hanhart con cronógrafo monopulsante como el MonoScope y Racemaster GTM.
HAN4011. Es el calibre montado en aquellos modelos, como el Racemaster GT, que presentan la disposición convencional de dos pulsadores de crono (con la peculiaridad de la marca de desplazar hacia las asas el pulsador ubicado a las 2) y una configuración de contadores bi-compax que, en realidad, corresponde a las indicaciones de una tri-compax debido a que el subdial ubicado a las 9 alberga, además del pequeño segundero, un contador de 12 horas para el cronógrafo.
HAN4312. Es el calibre que presenta una mayor complicación dentro de la colección Pioneer al añadir al anterior HAN4011 la función Flyback al crono. Es el movimiento que encontramos, por ejemplo, en el interior del Racemaster GTF.

Obviamente, y puesto que sin lugar a dudas la ocasión lo requería, el calibre albergado por el Stealth 1882 es el HAN4312. De este modo y según lo comentado, las indicaciones que podremos encontrar en el dial, en el que predomina el color negro acorde al tratamiento final ADLC de la caja, son horas, minutos y trotadora del crono centrales, pequeños segundero y contador de 12 horas en subdial a las 9 y contador de 30 minutos a las 3.

Como rasgos y características adicionales a destacar en este dial son el tratamiento luminiscente con Super-LumiNova® aplicada a las agujas, cifras arábigas a las 6 y a las 12, índices, esferas de contadores y, finalmente, a las escalas telemétrica y taquimétrica.

Precisamente estas dos escalas son dos de los rasgos distintivos del Stealth 1882 al rememorar la disposición del cronógrafo Tachy Tele de la firma en el año 1939. En la posición en la que habitualmente solemos encontrar la escala taquimétrica, este cronógrafo alberga una escala telemétrica destinada a medir las distancias tomando como referencia la velocidad del sonido. En términos bélicos, esta escala se utilizaba para calcular la distancia existente a la posición de las tropas enemigas: el cronógrafo se activaba en el momento de percibir el destello luminoso de un disparo y se detenía al oír su sonido. La lectura sobre la escala telemétrica en el momento de detener el contaje informaba de la distancia, en kilómetros, de la posición de origen.

No menos curiosa es la posición y representación de la escala taquimétrica en este Pioneer. Dispuesta en forma de espiral alrededor del centro de la esfera permite utilizar tres vueltas de la trotadora central del crono para la lectura de la velocidad aumentado de este modo y considerablemente el rango de medición partiendo de velocidades ciertamente bajas de 20 km/h en lugar de los habituales 60 de las escalas taquimétricas convencionales.

La correa del Stealth 1882 contribuye descaradamente a reforzar el carácter de reloj-instrumento de este cronógrafo. De anchura y grosor considerables, está fabricada en piel de becerro negra con remaches y hebilla recubiertos con el mismo tratamiento aplicado a la caja. Esta correa incorpora una extensión, desmontable, que recorre la parte inferior de la caja del reloj.

Las dos versiones disponibles del Pioneer Stealth 1882, como hemos dicho en edición limitada a 130 unidades cada una, difieren únicamente en el diseño del bisel, estriado para la referencia 735.510-001 y liso para la 734.510-001.

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Hanhart Pioneer MonoScope: El monopulsante de los años 30.

Jordi Colomé — Mon, 01 Oct 2012 06:02:00 +0000

Hace aproximadamente un mes, cuando os hablábamos de la historia de Hanhart, remarcábamos el decisivo papel que la marca había desempeñado durante la primera mitad del siglo veinte en el desarrollo de cronógrafos de precisión dotados de una alta funcionalidad. Entre el abanico de relojes-instrumento fabricados por la manufactura suizo-alemana destaca el modelo con monopulsador creado en 1938 para los oficiales de la marina y que albergaba el movimiento mecánico propio de Hanhart conocido como “Calibre 40”.

Precisamente este legado histórico es sobre el que Hanhart basó el desarrollo de uno de sus nuevos modelos presentados en febrero de este año 2012: el cronógrafo monopulsante Pioneer MonoScope.

Ref. 732.210-001

Sobre los cronógrafos monopulsantes y su funcionamiento hemos hablado en anteriores ocasiones. Este tipo de cronógrafo elimina el pulsador que montan los cronógrafos convencionales en la carrura, a la altura de las 4, implementando la función de puesta a cero que les corresponde al único pulsador que permanece a la altura de las 2. De este modo, y de manera secuencial, se activan las funciones de inicio, paro y puesta a cero del contador. En este tipo de mecanismos es imposible retornar los contadores del cronógrafo a cero sin antes detener el contaje en curso, es decir, no es posible reanudar la marcha de la trotadora de los segundos después de detenerla sin pasar por su posición de reposo. La finalidad original de esta función estaba orientada a la navegación ya que, al renunciar al cronometraje de tiempos parciales, se eliminaba cualquier error provocado por una secuencia incorrecta de activación de los contadores.

Precisamente en este pulsador encontramos las primeras características distintivas con las que Hanhart identifica a este guardatiempos y que constituyen verdaderos rasgos de identidad de la manufactura, aportando uno de los parámetros implícito a cualquier reloj de la marca: la funcionalidad. En primer lugar y, sin lugar a dudas, el rasgo más llamativo y el que permite identificar con facilidad un cronógrafo Hanhart: el característico color rojo de la cabeza del pulsador que se convirtió en señal de identidad de la marca desde el año 1939. En segundo lugar, quizás menos apreciable a simple vista pero de extrema utilidad cuando de activar el cronógrafo se trata, la posición relativa de este pulsador respecto de la caja.

Habitualmente, este pulsador se encuentra localizado en la carrura de la caja a la altura de las 2. Si nos fijamos en las imágenes podremos apreciar como Hanhart lo sitúa ligeramente por encima de esta posición de manera que resulta mucho más accesible para nuestro dedo índice.

Con el objetivo de mejorar aún más la manipulación la cabeza del pulsador, ésta se ubica a una mayor distancia de la caja de lo considerado como convencional. Para ello Hanhart integra en la caja una palanca de desvío construida específicamente para este fin. Esta palanca es la encargada de desviar en los milímetros necesarios la fuerza producida por el pulsador.

El calibre que alberga el nuevo Pioneer MonoScope es el HAN4212 con una frecuencia de oscilación del volante de 28.800 alternancias por hora, remonte automático y una reserva de marcha tasada en un mínimo de 42 horas. Este calibre HAN4212 toma como base el movimiento de cronógrafo ETA Valjoux 7750 sobre el cual se han realizado una serie de modificaciones con el fin de adaptarlo a las funcionalidades presentadas por este guardatiempos.

La primera de las modificaciones es la ya comentada referente a la palanca de desvío que permite una mayor distancia desde el monopulsador hasta la caja. La segunda variación efectuada sobre el calibre de base afecta al método de accionamiento. Dado que el 7750 se manipula con el tradicional sistema de dos pulsadores (a las 2 para inicio y paro de contaje y a las 4 para la vuelta a cero de los contadores), Hanhart ha alterado la configuración de accionamiento para convertirlo en un cronógrafo monopulsante.

Siendo la configuración de los contadores del tipo conocido como bicompax con trotadora central del crono, pequeño segundero a las 9 y contador de 30 minutos a las 3, la última modificación introducida sobre el 7750 sería motivo de ciertas objeciones si de otras circunstancias se tratara. Me explico.

Ref. 733.220-011

Si nos fijamos en el dial del nuevo MonoScope veremos que los pequeños contadores situados a las 3 y a las 9 quedan desplazados excéntricamente. En muchas ocasiones hemos criticado este tipo de configuración y la opuesta, es decir, aquella en la que los subdiales quedan demasiado cercanos al centro de la esfera creando una sensación de bizqueo. La razón de nuestras críticas siempre han estado basadas en el aspecto técnico que ocasiona el 99% de estas disposiciones: la utilización de un calibre cuyas dimensiones no corresponden a las de la caja que lo contiene.

Lo cierto es que, en el caso de este Pioneer, sucede justamente lo contrario. El calibre base se ha modificado para conseguir esta disposición separada de contadores por dos motivos. El primero de ellos está basado en la legibilidad que aporta el hecho de desplazar los subdiales hacia el perímetro de la esfera ya que las agujas centrales interfieren en menor medida en la visibilidad de los mismos. El segundo motivo tiene raíces históricas y pretende mantener la estética de los cronógrafos de la manufactura de los años 30, en los que esta disposición de contadores era debida al calibre manufactura Hanhart de 15,5 líneas que albergaban. El centro de ambos subdiales se encuentra sobre la perpendicular que, imaginariamente, uniría los numerales 8 y 10 para el pequeño segundero y, 2 y 4 para el contador de 30 minutos.

Continuemos con el dial. El Pioneer Monoscope se presenta en dos diales distintos difiriendo el uno del otro en la combinación de colores: negro o plateado. En ambos casos los números arábigos y las agujas incorporan tratamiento luminiscente gracias a la Super-LumiNova aplicada. La trotadora central y la aguja del contador de 30 minutos tienen el extremo en color rojo para que sean rápidamente identificables en la lectura del contaje de tiempos. De manera adicional y siguiendo la norma de la funcionalidad, la aguja de los minutos está ligeramente curvada en su extremo de manera que facilita la lectura sobre la escala perimetral del dial.

Ref. 733.210-001

Como era de esperar en un reloj-instrumento de estas características la caja, fabricada en acero, tiene unas dimensiones considerables que, probablemente, condicionará el uso a las muñecas de poca envergadura: 45 mm de diámetro y 16 mm de espesor. La estanqueidad del conjunto tampoco decepciona y alcanza unos más que adecuados 100 metros. El cristal que cubre el dial es de zafiro convexo con tratamiento antireflejos por ambos lados y el fondo es ciego con cierre atornillado.

Precisamente en la caja es donde el nuevo MonoScope presenta dos versiones, además de las ya comentadas del dial. Si en el dial las dos versiones disponibles se diferenciaban en el color, en el caso de la caja el único rasgo que distingue a las dos variantes es el bisel: estriado con la típica marca roja a las 12 al más puro estilo Hanhart, o bien liso en un intento de aportar cierta sobriedad al guardatiempos.

En cuanto a la correa está fabricada en cuero de becerro, con pespuntes en blanco, y

Ref. 732.220-011

remachada a ambos lados de la caja con hebilla del tipo ardillón en acero inoxidable. Se trata de una correa de un grosor considerable y un acabado vintage acorde al carácter de este guardatiempos. Al igual que sucede con el bisel y con el objetivo de suavizar los rasgos de instrumento implícitos al MonoScope, se ofrece la posibilidad de montar un brazalete de acero inoxidable con cierre del tipo deployante de longitud ajustable.

A modo de resumen, las principales referencias se sintetizan como sigue:

733.220-011 Dial plateado con bisel estriado y correa de cuero de becerro marrón.

733.210-001 Dial negro con bisel estriado y correa de cuero de becerro negra.

732.220-011 Dial plateado con bisel liso y correa de cuero de becerro marrón.

732.210-001 Dial negro con bisel liso y correa de cuero de becerro negra.

El Hanhart Pioneer MonoScope no es un reloj polivalente, ni pretende serlo. Sin lugar a dudas estamos ante una pieza deportiva en extremo, diseñada y pensada para su funcionalidad como reloj-instrumento y concebida según todos y cada uno de estos principios. Para aquellos que deseen suavizar el carácter de este cronógrafo existe la versión con bisel liso pero, en mi opinión, perderá uno de los rasgos que a lo largo de su historia han caracterizado a la manufactura.

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Hanhart Pioneer Racemaster: los pioneros del HDSPro®

Jordi Colomé — Wed, 26 Sep 2012 06:11:00 +0000

Hanhart nos sorprende este mes de septiembre por dos motivos. El primero de ellos, en mi opinión, es el hecho de que la manufactura suizo-alemana cumple con su palabra y saca a la luz los primeros guardatiempos de su catálogo que incorporan el ya anunciado acero HDSPro® sobre el que os hablaba Enric el pasado mes de febrero. Considero de suma importancia que las nuevas tecnologías y sistemas de las que oímos hablar en repetidas ocasiones se conviertan en realidades y no queden en meros estudios y prototipos que nunca llegan a materializarse. El segundo motivo lo constituyen las tres atractivas versiones del reloj que os presentamos: el Pioneer Racemaster.

No repetiré lo ya comentado en el artículo que precisamente este mismo mes dedicábamos a los 130 años de historia de la marca, tan sólo citar que, con estos tres nuevos modelos, Hanhart rinde homenaje a los estrechos lazos que durante su existencia, y sobretodo durante las décadas de los años 60 y 70, la ha unido al mundo de las carreras automovilísticas.

El nuevo Pioneer Racemaster se presenta en tres versiones de cronógrafo: GTM, GT y GTF; todos ellos en caja de acero HDSPro® de 45 mm de diámetro, 16 mm de espesor y una estanqueidad de 100 metros. También para las tres variantes el fondo es ciego, atornillado y con el grabado de las típicas banderas cruzadas de salida y llegada de las carreras automovilísticas. Obviando las excelentes características mecánicas de este nuevo acero, y manteniendo siempre la visión de las piezas de Hanhart más como relojes-instrumento que únicamente como relojes sin más, únicamente advertir a los interesados en que 45 mm de diámetro no son aptos para todas las muñecas.

También como característica común a los tres modelos se monta una correa de cuero de becerro negro en estilo “racing design”, con forro interior de color rojo y cierre ardillón en acero inoxidable que complementa de manera perfecta el espíritu del reloj.

Las diferencias existentes entre cada uno de estos tres cronógrafos las encontramos en su dial, en el calibre que albergan y las funciones que implementan.

Pioneer Racemaster GTM.

Se trata de un cronógrafo monopulsador de construcción análoga al modelo Pioneer MonoScope sobre el que tenemos previsto hablaros el próximo mes de octubre. El calibre que alberga la versión GTM es el de remonte automático HAN4212 y que corresponde a un ETA modificado con módulo de cronógrafo añadido, 28.800 alternancias por hora y un mínimo de 42 horas de reserva de marcha.

Si nos trasladamos al dial de este GTM observamos que la disposición de los subdiales corresponde a una configuración bi-compax con horas, minutos y trotadora central del crono, pequeño segundero del movimiento base a las 9 y contador de 30 minutos a las 3.

Los colores aplicados a los diales de cada una de las tres versiones constituyen también parte de los rasgos que los diferencian entre ellos. El modelo GTM presenta agujas de horas y minutos en color rojo, trotadora central del crono en color blanco y extremo en rojo, fondo del dial antracita con contadores en color plata y anillo de índices en color azul claro. Parte de las agujas, así como los índices aplicados cada cinco minutos incorporan tratamiento luminiscente de Super-LumiNova aplicada.

Pioneer Racemaster GT.

Cronógrafo tradicional de dos pulsadores que alberga el calibre de remonte automático HAN4011 y que corresponde a un ETA modificado con módulo de cronógrafo añadido, 28.800 alternancias por hora y un mínimo de 42 horas de reserva de marcha.

El dial de este GT responde, inicialmente, a una disposición de los subdiales en configuración bi-compax, aunque las indicaciones presentadas corresponden a una configuración tri-compax ya que el subdial ubicado a las 9 y que alberga el pequeño segundero hace lo propio con un contador de 12 horas. El resto se mantiene análogo al modelo GTM, es decir, horas, minutos y trotadora central del crono, y contador de 30 minutos a las 3.

En este caso los colores del dial varían únicamente en el anillo perimetral de los índices que, en este caso, es de color blanco.

Pioneer Racemaster GTF.

Es el modelo que presenta la mayor complicación de los tres presentados ya que el cronógrafo incorpora la función Flyback. Al igual que la versión GT, se trata de un cronógrafo de dos pulsadores, esta vez con el calibre de remonte automático HAN4312, y que corresponde también a un ETA modificado de estructura modular, con la misma frecuencia de oscilación del volante y reserva de marcha de los dos modelos anteriores.

La configuración del dial de este GTF, así como la de sus indicaciones, es idéntica a la mostrada por el GT variando únicamente el color del anillo que incorpora a los índices que, en este caso, es de color naranja.

Todos los modelos presentan una escala taquimétrica entre el bisel de la caja y el límite exterior del anillo de los índices.

Sin lugar a dudas, y como os comentaba al principio, se trata de una grata noticia el confirmar el uso “convencional” de un nuevo material en la fabricación de las cajas de los relojes que, afortunadamente, se ve reforzada por el hecho de que los tres modelos presentados son realmente atractivos y pueden representar una excelente opción como reloj descaradamente deportivo, de calidad y, muy posiblemente, a un precio contenido.

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HANHART: 130 años de historia.

Jordi Colomé — Tue, 04 Sep 2012 06:11:00 +0000

En octubre del pasado año Enric aprovechaba la publicación del test dedicado al Hanhart Primus para hacer una breve introducción de la historia de esta manufactura suizo-alemana. Precisamente este año 2012, Hanhart cumple sus 130 años de historia y, en Watch-Test, queremos aprovechar la ocasión para ampliar de manera más detallada los aspectos y hechos más importantes de esta marca durante este largo período de tiempo dedicado, sobretodo, a la fabricación de relojes instrumento.

Año 1882: los orígenes de Hanhart.

Corría el 1 de julio de 1882 cuando, en un anuncio publicado en el “Anzeiger am Rhein”, el relojero Johann A. Hanhart textualmente “anuncia respetuosamente a los honorables vecinos de Diessenhofen y sus alrededores” que ha adquirido un fondo de comercio tomando posesión del local para abrir en él una relojería. El local en cuestión estaba situado en el número 33 de la Hauptstrasse de Diessenhofen, una pequeña ciudad al noreste de Suiza. Este hecho supondría la base sobre la que, posteriormente, tomaría forma la manufactura relojera de Hanhart.

Anuncio de Hanhart en el «Anzeiger am Rhein» – 1 de Julio de 1882.

Johan A. Hanhart, nacido el 11 de mayo de 1856 en esta misma ciudad a orillas del Rin, ocupó también de manera simultánea con su negocio y durante varios años el cargo de alcalde de Diessenhofen hasta que, en el año 1902, trasladó su empresa a la ciudad que por aquel entonces era considerada como la capital de la industria relojera del sur de Alemania: Schwenningen. Eminentemente basada en una producción artesanal y orientada a la venta minorista, Hanhart tiene en pocos años un notable éxito que la conduce a convertirse en la empresa más grande de su tipo en la región.

Manufactura de Hanhart en Schwenningen.

Del taller de ensamblado a la manufactura.

Precisamente esta época marcará una de las primeras etapas extremadamente innovadoras de esta família de empresarios cuando el hijo menor de Johan, Wilhelm Julius, nacido el 31 de octubre de 1902 cuando el negocio ya se había trasladado a Schwenningen, ingresa en la empresa y, de manera progresiva, la va transformando desde un mero taller de ensamblado hasta convertirla en una verdadera manufactura.

Wilhelm Julius Hanhart

En 1924 Wilhelm Julius, que es un apasionado del deporte, lanza al mercado lo que por aquel entonces se consideraría el primer cronógrafo mecánico con un precio asequible. La historia que motivó la creación de este cronógrafo fue la siguiente.

Justo un año antes, en 1923, Wilhelm había participado en un evento de atletismo en el que sus organizadores, a pesar de su empeño, tan sólo habían podido reunir cuatro cronógrafos de distintas calidades. La adquisición de este tipo de instrumentos era una ardua tarea debido a su elevado precio motivado por la relativa novedad y compleja construcción de sus mecanismos, que tan sólo se fabricaban en Suiza y que los convertían en verdaderas piezas únicas. Este hecho alentó a Wilhelm a fabricar él mismo en sus talleres sus propios cronógrafos. En estrecha colaboración con un relojero, Hanhart diseña y construye un cronógrafo de mano iniciando la historia de una larga tradición en la fabricación de relojes instrumento. Poco tiempo después, distintos modelos de relojes de bolsillo y de pulsera completarían la colección de productos de Hanhart en esa época.

Manufactura de Hanhart en Gütenbach. Década de 1930.

Johan A. Hanhart muere en 1932 y su hijo Wilhelm destina todos sus esfuerzos a la fabricación de sus propios ébauches a la vez que continúa con su proceso de expansión y, en 1934, abre una segunda manufactura en la ciudad de Gütenbach. Precisamente en estas instalaciones que cuentan actualmente con casi 80 de historia es en la que Hanhart realiza hoy en día la fabricación de los cronógrafos y los relojes de pulsera. Un año después de la fundación de la nueva manufactura, en 1935, es cuando ve la luz el cronógrafo complejo de dos agujas de la marca. Hanhart continúa ampliando su colección con nuevos modelos que albergan calibres cada vez más sofisticados y precisos, como un cronógrafo con una frecuencia de oscilación del volante de 360.000 alternancias por hora, que permite a la manufactura aparecer entre los primeros fabricantes de guardatiempos capaces de medir la centésima de segundo. Por aquel entonces, precisión y funcionalidad se habían convertido en las máximas de la empresa.

Talleres de la Manufactura. Década de 1930.

Modelos legendarios y la Segunda Guerra Mundial.

En 1938 se abre un nuevo capítulo en la historia de Hanhart con el inicio de la fabricación

Calibre 40

en serie del primer modelo de cronógrafo de la manufactura, el “Calibre 40”, dotado de un solo pulsador y que no tardaría en convertirse en el producto estandarte de la firma. Un año después, en 1939, le seguirían los cronógrafos de aviador conocidos como “Calibre 41” y “Tachy Tele”, ambos con el característico pulsador de color rojo que se convertiría en el principal rasgo identificativo de la marca y cuya función consistía en evitar la puesta a cero del cronógrafo de manera involuntaria.

Durante la Segunda Guerra Mundial muchos pilotos y oficiales de la marina usaron en sus muñecas modelos de cronógrafos Hanhart que, al igual que la práctica totalidad de la industria relojera alemana, basa parte de su producción en la fabricación de pedidos para el ejército. Pero las consecuencias de esta guerra son pésimas para Hanhart ya que, a la finalización del conflicto, sus dos plantas ubicadas en Schwenningen y Gütenbach quedan en la zona de ocupación francesa lo que ocasiona que sean saqueadas y desmanteladas. La mayoría de las máquinas y planos de construcción son requisados y llevados a Francia, mientras que Wilhelm es detenido y encarcelado durante diez meses y la empresa es cerrada a la fuerza.

Calibre 41

Dada la precaria situación, los asesores fiscales de Hanhart le recomiendan declarar la quiebra de la empresa pero, en lugar de seguir su consejo, Wilhelm con la ayuda de su esposa Gertraud, empieza a reconstruir la fábrica de Gütenbach.

Para evitar una nueva detención, en 1947 huye a Suiza para no regresar a Alemania hasta dos años después, en 1949. Durante estos dos años se dedica a adquirir máquinas que canjea por relojes de pulsera, mientras que los empleados de la empresa recuperan mecanismos, pequeñas máquinas y herramientas de los escondites que las habían albergado de manera segura durante la guerra. Gracias a ello, en 1948 es posible la reanudación de la producción de cronógrafos.

Por encargo de los franceses, el destino es ciertamente irónico, Hanhart fabrica el cronógrafo “Admiral” cuyo uso será destinado principalmente a médicos y oficiales. Al mismo tiempo también se sirven cronógrafos de precisión a la Marina Federal Alemana y, a inicios de la década de los 50, la planta de Hanhart trabaja a plena producción.

Los esfuerzos se orientan cada vez más a la fabricación de cronógrafos mecánicos de precisión y no tardará en tener una importante relevancia en el campo del cronometraje de eventos deportivos. Al mismo tiempo ven la luz otras innovadoras creaciones como los relojes temporizadores (o de cuenta atrás) y el reloj mecánico de pulsera con alarma conocido con el nombre de “Sans Souci”.

De izquierda a derecha: Calibre 40 – Calibre 41 – Calibre 42

La especialización en los cronógrafos.

En 1952 Hanhart reconstruye el edificio que había sido su Sede Social desde 1902 en Schwenningen. También en este año la manufactura se presenta por primera vez, y desde entonces de manera ininterrumpida, en Baselworld.

Wilhelm Hanhart en Baselworld 1956.

Después de proveer de cronógrafos de aviador al ejército alemán o Fuerza de Defensa

Publicidad Hanhart. Olimpiada 1952

Federal de Alemania, conocida también como “Bundeswehr” y creada en 1955, Hanhart deja de fabricar estos relojes en el año 1962 y, de manera progresiva, también todos sus modelos de relojes de pulsera. Es el momento de los cronógrafos. Sin lugar a dudas, Willy Hanhart es la pieza clave de esta transformación. Con su iniciativa y su pasión por los deportes, que todavía practica de manera activa, anima a los relojeros de la planta de Gütenbach que desarrollan continuamente nuevos modelos que llevan a la manufactura a convertirse en la empresa líder del mercado y mayor productor europeo de cronógrafos mecánicos.

Hanhart inaugura en 1963 una unidad de producción suplementaria a las ya existentes, esta vez en Neukirch. El uso de los cronógrafos Hanhart se extiende a toda Alemania en la práctica totalidad de escuelas y clubes deportivos.

La era del cuarzo.

1972 es el año que marca el inicio de la era de los relojes de cuarzo impulsada, paradójicamente, por la industria relojera suiza. Poco faltó para que significara el final de la relojería mecánica.

Hanhart TriStop.

Hanhart instala su propia fábrica dedicada a la inyección de material plástico y desarrolla un calibre de cuarzo del que llega a vender millones de unidades. Entre los distintos clientes con que cuenta Hanhart en esta época se encuentran diversas empresas de renombre que equipan con este mecanismo sus propios relojes, además de aquellas que encargan la producción de calibres según sus propios diseños.

Con lo que probablemente no contaba la potente industria relojera de la época, Hanhart incluida, asentada sobre unos principios de tradición y productos manufacturados, era con la incursión de mecanismos de bajo coste provenientes de Extremo Oriente, propiciada por la posibilidad de ser fabricados en cadena. La presión sobre los precios aumenta inevitablemente a la vez que la creciente competencia en el sector provoca un fuerte descenso en la cifra de ventas de la empresa.

La reacción de Hanhart ante tal contratiempo es quizás de las más significativas del sector en toda su historia. Los relojeros de Gütenbach responden a la ofensiva asiática desarrollando, en 1981, un nuevo calibre mecánico con un precio económico y equiparable al de los cuarzos. De este calibre, bautizado como Calibre 3305 y que se empezó a producir en 1982 se vendieron, nada más y nada menos, que 40 millones de unidades. Sin lugar a dudas una increíble cifra aún más teniendo en cuenta las condiciones y situación de la época de la que estamos hablando.

Tan sólo un año después, en 1983, el yerno de Wilhelm Hanhart, Klaus Eble, que había ingresado en la sociedad en 1966, asume la dirección de la empresa.

La década de los 90.

Con el regreso a la relojería mecánica Hanhart recurre a su historia para presentar en esta década guardatiempos que son fieles réplicas de sus legendarios cronógrafos de aviador y cronógrafos monopulsantes. La acogida de estos modelos entre los coleccionistas y amantes de la relojería mecánica es inmediata. Al mismo tiempo la manufactura continúa orientando parte de sus esfuerzos a nuevos modelos y, en 2004, lanza el “Dornier by Hanhart”.

El origen de este guardatiempos es Irén Dornier, nieto del célebre constructor de aeronaves alemán Claude Dornier. Irén diseña y hace construir en la planta de Gütenbach un cronógrafo dedicado al legendario hidroavión Do-X que le acompañará en un viaje muy particular: con el cronógrafo Hanhart en la muñeca dará la vuelta al mundo a bordo del histórico hidroavión.

Hanhart en la actualidad.

Con el fin de conseguir un posicionamiento adecuado y la comercialización a escala internacional de sus cronógrafos, el 1 de julio de 2008, es decir, exactamente 126 años después del anuncio de la creación de la empresa Hanhart, se funda en Suiza la sociedad Hanhart AG. Esta sociedad establece su sede en el número 17 de la Hauptstrasse de Diessenhofen, a tan sólo unos pasos de aquella casa en la que Johann A. Hanhart abría su relojería en 1882.

El 1 de octubre de 2010, Thomas Morf se hace cargo de la dirección de Hanhart, en la que tiene una participación financiera. Al mismo tiempo y ampliando su participación en Hanhart Group AG, la empresa Gaydoul Group AG Suiza se convierte en el accionista mayoritario.

Actualmente, Hanhart cuenta en su catálogo con las colecciones Pioneer, Primus y ClassicTimer.

Los modelos de la colección Pioneer, estética y técnicamente, tienen sus raíces en la larga tradición de los legendarios cronógrafos de la marca. Sus principales rasgos distintivos son el inconfundible pulsador rojo de puesta a cero, la indicación bicompax de los contadores y la disposición asimétrica de los pulsadores. Características destacables y de suma importancia en este tipo de relojes instrumento son claramente identificables: funcionalidad y legibilidad.

Hanhart Pioneer

La colección Primus ve la luz en el año 2009, resultado de una estrecha colaboración entre los talleres de Gütenbach y distintos proveedores del sector de la alta relojería suiza. Los cronógrafos integrantes de esta colección combinan elementos históricos de la marca con una moderna tecnología y un diseño más en línea con las tendencias del momento. Cada uno de los modelos que integran esta colección tiene nombre propio en alegoría al destino de cada uno de ellos: Pilot para el aire, Racer para la tierra y Diver para el agua.

Hanhart Primus (Racer – Diver – Pilot)

Ambas colecciones, Pioneer y Primus, albergan calibres Valjoux o modificaciones de éstos. Ciertamente, no podemos hablar en estos casos de calibres manufactura de la propia marca, aunque sin ninguna duda al respecto se trata de calibres de base de contrastada solvencia y fiabilidad que, de manera adicional, permiten contener el precio de estos guardatiempos. La producción de estos relojes de pulsera supone unas 2.500 unidades anuales, hecho que, a priori, podría hacernos considerar cualquiera de los modelos como verdaderas ediciones limitadas, aún sin serlo. Los principales mercados consumidores de estos productos Hanhart son Alemania, Suiza, España, Oriente Próximo, Rusia y Estados Unidos.

Por último, los cronógrafos como instrumento constituyen un importante segmento

Hanhart ClassicTimer

dentro de la gama de producción de la marca con unas 150.000 unidades anuales, de las cuales aproximadamente 25.000 se fabrican con calibres mecánicos en este caso sí, manufactura. Precisamente dentro de esto últimos se encuentra la colección ClassicTimer que hereda toda la esencia de los históricos cronógrafos de mano de Hanhart. Los mismos instrumentos que antaño se utilizaban en las carreras automovilísticas de renombre, tienen hoy su lugar en los rallys de coches de colección.

HDSPro® Acero inoxidable de última generación.

Actualmente Hanhart cuenta con una plantilla de unos 40 empleados y continúa destinando parte de sus recursos al desarrollo de nuevas tecnologías, como la presentada durante este año 2012 y que se aplicará a las cajas de sus cronógrafos de pulsera: un acero inoxidable sin níquel que, gracias a un procedimiento específico, se caracteriza sobretodo por su alto grado de dureza que le permite alcanzar una resistencia al rayado mejorada en más del 10.000% y patentado bajo la marca HDSPro®.

Sin duda alguna, la elevada dureza y resistencia a la corrosión de este nuevo material será el complemento perfecto para el uso de los relojes instrumento fabricados por Hanhart. La estructura de superficie de este nuevo acero inoxidable es, como mínimo, tres veces más dura que la de los aceros inoxidables convencionales utilizados hasta ahora. Esta dureza se traduce en una resistencia al rayado 100 veces superior, lo que permite aún exponiendo al reloj a las más duras condiciones, que éste presente el mismo aspecto que el primer día incluso tras años de uso.

Hanhart Instrumento de Panel.

Dado que durante el proceso al que se somete el acero éste no es recubierto, el material conserva su aspecto y sus propiedades hápticas originales, evitando además el desprendimiento de la capa de recubrimiento como consecuencia de su uso. Adicionalmente y dado que en este acero se ha renunciado a la adición de níquel, las cajas de los relojes fabricadas con este material no producen ningún tipo de alergia.

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Hanhart Primus Desert Pilot

Enric Moliné — Sat, 07 Jul 2012 06:03:00 +0000

La inmensa mayoría de relojes deportivos recurren al color negro para sus esferas. Un porcentaje mucho menor pero significativo utilizan el azul, especialmente debido a su carácter acuático. Hanhart, como antes habían hecho algunas marcas como Bell & Ross, ha pensado en las personas que prefieren realizar sus actividades deportivas en un entorno terrestre o montañoso y nos presenta su nuevo Primus Desert Pilot.

En realidad, todos estos códigos de colores tienen poca o ninguna funcionalidad real en la práctica deportiva, pero todos ellos derivan de los relojes utilizados en entornos bélicos. En dicha poco deseada circunstancia, el color de un reloj, al igual que el del uniforme, tiene una función vital que no es otra que el pasar desapercibido. Como denota claramente su nombre, el Hanhart Primus Desert Pilot se inspira en los relojes militares utilizados en entornos desérticos y para ello recurre a un tono beige arena para su esfera.

Este nuevo Hanhart es idéntico en su caja y mecanismo al Primus Pilot que analizamos en octubre del año pasado. La disposición de las indicaciones de su esfera tampoco varían, salvo por el color ya mencionado y por la utilización de SuperLuminova negra para sus índices y agujas. Otra diferencia menos visible a simple vista es el tratamiento del acero de su caja, que se somete a un proceso mediante chorro de arena y adquiere un acabado granulado y mate. El resultado final es ciertamente atractivo y le aporta una personalidad que le diferencia de la mayoría de sus competidores en el mercado.

Como ya mencioné en el artículo sobre los Primus, son relojes de gama media que aportan una óptima relación calidad/precio. Sus acabados son muy cuidados y para su mecanismo recurre al Valjoux 7750, uno de los calibres de cronógrafo más probados y fiables. Hanhart modifica dicho calibre, originalmente tri-compax, para obtener la configuración bi-compax de solo dos contadores. Esta configuración omite el contador de horas del cronógrafo, pero a cambio permite implementar unos contadores de minutos y de segundos de la hora de mucho mayor tamaño y legibilidad.

El único detalle que rompe con toda la teórica funcionalidad estética de este Primus Desert es su pulsador rojo de puesta a cero del cronógrafo. Pero este es un detalle al que no puede renunciar un Hanhart, pues se trata de su código identificativo y forma parte de su ADN.

En definitiva, el Primus Desert Pilot, al igual que sus hermanos de colección, es un reloj altamente recomendable para el aficionado y coleccionista que no desee renunciar a un reloj mecánico para sus actividades deportivas, pero que sufre o prefiere no utilizar sus piezas de alta relojería para dichos menesteres.

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Hanhart anuncia un nuevo acero 100 veces más resistente

Enric Moliné — Sun, 26 Feb 2012 09:10:00 +0000

Hasta no hace demasiados años, en la fabricación de las cajas de relojes todo se limitaba al acero, titanio, platino y las distintas variantes de oro. En la última década hemos asistido a una gran evolución en el estudio y aplicación de nuevos materiales ya habituales en otras industrias: carbono, cerámica y múltiples aleaciones de última generación. Por ello es una sorpresa que Hanhart nos anuncie una nueva variante del acero, el material más utilizado durante siglos en las cajas de los relojes, especialmente los deportivos.

Según Hanhart, se trata de un acero desarrollado por la firma HDSPro®, libre de níquel y que recibe un procedimiento por el cual su dureza se incrementa 100 veces con referencia al acero convencional. Aunque no se especifica su grado de dureza en la escala de Mosh, a nivel práctico este incremento en su dureza debería implicar que es prácticamente inmune a los temidos golpes y arañazos.

De momento tampoco conocemos la incidencia en el precio que supondrá la implantación de este nuevo acero, pero si se mantiene en márgenes moderados esta será sin duda una gran noticia para el mundo de la relojería. Al parecer Hanhart ha llegado a un acuerdo con HDS, por el cual será la primera marca en aplicar este nuevo acero en sus relojes.

Hanhart no menciona ninguna fecha concreta para comercializar sus relojes con caja en acero HDSPro®, pero puede que en la inminente feria de Baselworld tengamos la suerte de ver sus primeros relojes con este material. Estaremos atentos a cualquier novedad en este tema y os informaremos puntualmente.

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TEST – Hanhart Primus

Enric Moliné — Tue, 25 Oct 2011 11:09:00 +0000

Hace apenas dos semanas, viendo una película por televisión, reconocí que uno de los actores llevaba un reloj Hanhart. La toma en cuestión era lejana y prácticamente ni se apreciaba la forma del reloj, pero a pesar de ello no me cabía duda: era un Hanhart. No penséis que soy adivino ni nada parecido, simplemente aprecié un distintivo de esta marca que no puede pasar desapercibido: su pulsador de color rojo.

Por diversos motivos, Hanhart es una firma prácticamente desconocida fuera de los ambientes de especialistas y coleccionistas, pero no nos referimos a una empresa de nueva creación ni mucho menos.

En 1882, en pueblo suizo de Diessenhofen, el relojero Johann A. Hanhart funda la marca, que en 2902 será trasladada a la población alemana de Schwenningen,. En 1920, en una época en que los contadores mecánicos eran un lujo casi inaccesible, su hijo Wilhelm Julius Hanhart lanza el primer cronógrafo de precio módico recurriendo a “ebauches” externos.

Calibre 41

Este primer paso da pie a una historia especializada en cronógrafos. Así, después de crear su propia manufactura, en 1939 Hanhart presenta su primer mecanismo propio: el calibre 40. A este modelo le sigue en 1939 el calibre 41, que equipará los cronógrafos de aviador que cuentan con un pulsador rojo para evitar cualquier puesta a cero involuntaria. De este modo nace el distintivo que con los años logra algo tan difícil como es convertir un reloj en algo propio y reconocible.

Cronógrafo histórico Hanhart con calibre 41

Las vicisitudes de la segunda guerra mundial, originan que las manufacturas Hanhart sean trasladadas a Francia, y no es hasta 1952 que de nuevo la marca retorna a sus orígenes implantándose de nuevo en Schwenningen. Antes y después de esta fecha, Hanhart ha suministrado cronógrafos a clubs deportivos y al estamento militar, aunque sus relojes de precio asequible se popularizan rápidamente entre la población civil.

Un dato casi heroico, es que en plena crisis de la relojería suiza, cuando en los años 80 Europa se ve inundada de relojes de cuarzo japoneses, Hanhart tiene la osadía de crear su calibre mecánico 3305, del cual se llegan a vender nada menos que 40 millones de unidades. Finalmente y sin entrar en más detalles para no aburrir, hoy en día la sociedad Hanhart está ubicada en Diessenhofen, la misma población que la vio nacer.

Esta pequeña pero inusual introducción histórica en nuestros test, es necesaria para apreciar con algo más de exactitud el reloj que vamos a analizar: El Hanhart Primus

Actualmente, por una cuestión de costes, Hanhart utiliza mecanismos de cronógrafo suministrados por Valjoux, concretamente el famoso calibre 7750, que es utilizado por la inmensa mayoría de relojes de gama media-alta. Este es también el caso del Primus que nos ocupa y se podría afirmar que se trata de la evolución estética más drástica de Hanhart en los últimos tiempos.

Además de su pulsador rojo, los relojes Hanhart han seguido siempre unos cánones de diseño muy específicos: Caja redonda y bisel acanalado en un conjunto de lineas de carácter suave. Con este nuevo Primus, Hanhart da un auténtico vuelco a su diseño, probablemente para adecuarlo a los gustos actuales del mercado. Los nuevos Primus siguen siendo redondos, pero su diseño es mucho más angulado y se podría calificar incluso de duro. Esto les proporciona un aspecto de fortaleza que siempre asociamos con fiabilidad y durabilidad, cuestión que seguro no ha escapado a los responsables de la firma al realizar este nuevo diseño.

Lo que no ha cambiado es que el diseño de la esfera sigue priorizando la legibilidad, aspecto que debería ser innegociable para cualquier reloj. Se mantiene la configuración bi-compax (contador de minutos y pequeño segundero centrados) y tanto las agujas como los índices son de dimensiones considerables, lo que facilita su lectura con rapidez.

En cuanto al bisel, en este caso debemos pluralizar, ya que de hecho estamos analizando un reloj con tres variantes: Racer, Pilot y Diver, siendo este último el único que cuenta con un bisel giratorio unidireccional, como es obligado en cualquier reloj para uso subacuático. Tratamos al Primus como un único modelo con variantes, ya que aparte de este hecho y alguna variación en el color de los contadores, el resto de características es común a las tres versiones. La forma , las dimensiones de la caja y las características mecánicas de su calibre son idénticas en todos ellos.

Racer Pilot Diver

Un detalle que no nos debe escapar son las asas de este Primus. Al contrario de las asas fijas que utilizan la práctica totalidad de relojes, estas son articuladas. Esta configuración ya la hemos visto en algún modelo de otras marcas, pero por cuestiones para mi inexplicables no se ha generalizado. La gran ventaja de este sistema es que las asas con este diseño se adaptan en su inclinación para seguir la caída de nuestra muñeca. La consecuencia de ello es que a una persona con la muñeca pequeña las asas no le sobresaldrán por los laterales. Mientras que en una persona con la muñeca voluminosa, estas mantendrán una inclinación relativamente plana. En ambos casos se ve beneficiada tanto la estabilidad del reloj como su comodidad de uso.

Las dimensiones de la caja son de unos considerables 44mm de diámetro, si bien se mantiene en los límites de la ergonomía, especialmente con las asas articuladas que hemos descrito que contribuyen notablemente a ello. La hermeticidad es de 10 bares (100 metros), una buena cifra para un cronógrafo terrestre como son el Pilot y el Racer, pero muy escasa para el Diver, cuyo nombre y bisel sugieren un uso de buceo. Olvidaros de ello en cualquier reloj con una hermeticidad inferior a los 30 bares. En mi opinión este es el único punto negativo de este Primus. Si Hanhart quería presentar un cronógrafo especializado en buceo, debería haber realizado un modelo específico para ello, rediseñando caja, juntas y grosor del cristal, los tres factores que influyen en la hermeticidad de un reloj.

Como antes hemos mencionado, el mecanismo de este Hanhart Primus es un Valjoux 7750. No se trata de un calibre de cronógrafo sofisticado y no recurre al costoso esquema de rueda de pilares ni de embrague vertical, pero probablemente es el movimiento de cronógrafo más probado y fiable de las últimas décadas. Lo han utilizado o utilizan marcas tan reconocidas y reputadas como Omega, Panerai, IWC, Bell & Ross, Breitling, Hublot… y un larguísimo etcétera. No debemos buscar en él los acabados manuales ni las decoraciones que exigiremos a un modelo de Alta Relojería, pero la elección es totalmente acertada y racional para relojes de uso deportivo, donde la fiabilidad y dureza es lo que debe primar.

En resumen, el Primus es un cronógrafo con buenas terminaciones, robusto, fiable y con personalidad propia. Muy recomendable para quien desee un segundo reloj de carácter deportivo, de calidad y con una magnífica relación calidad-precio. A tener en cuenta que en España la marca Hanhart es distribuida por Suarez, lo que garantiza tanto su servicio técnico como una atención al comprador directa y seria.

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