Aunque la manufactura no lo anuncie como tal, dadas las fechas en las que nos encontramos y tratándose de A. Lange & Söhne, no podemos evitar abordar al nuevo Grand Lange 1 Moonphase como una pieza pre-SIHH en toda regla. Obviamente y al igual que sucede con el resto de marcas participantes del Salón Ginebrino, se trata de una pequeña muestra de lo que la manufactura estará guardando a buen recaudo hasta la inauguración del evento el próximo 20 de enero.
Aún así, y dada la fascinación que personalmente siento sobre este modelo de la manufactura sajona, cualquier novedad en el Grand Lange 1 es digna de mención ya que, por lo general, todas y cada de ellas tienen su razón de ser. En este caso, el Grand Lange 1 Moonphase representa el treceavo modelo de Lange que implementa la indicación de las fases de la Luna, aunque es el primero en hacerlo en una posición ciertamente atípica y poco habitual.
Generalmente la indicación de las fases de la Luna suele localizarse en alguno de los diales subsidiarios de los guardatiempos y, tampoco es extraño, encontrarla compartiendo espacio con alguna otra indicación como por ejemplo la del pequeño segundero. En este caso, Lange otorga el mayor protagonismo posible a esta complicación al alojarla en el más importante de sus diales descentrados: el destinado a albergar las indicaciones de horas y minutos.
El nuevo Grand Lange 1 Moonphase se presenta en una caja de 41 mm de diámetro por tan sólo 9,5 mm de espesor que le otorga el atributo de elegancia implícito a todos los guardatiempos de la marca. Por lo que respecta a las indicaciones llevadas al dial, horas, minutos y fases de la Luna ocupan el subdial protagonista del hemisferio izquierdo del reloj, mientras que verticalmente y de arriba a abajo en la mitad derecha encontramos la gran fecha característica de Lange implementada por dos ventanillas y dotada de corrección rápida gracias al pulsador ubicado en la carrura de la caja a la altura de las 10, un indicador de reserva de marcha en forma de abanico y, finalmente, un pequeño segundero dotado de dispositivo de parada alojado en un segundo subdial entre las 4 y las 5.
Al respecto de la complicación que da nombre a este nuevo guardatiempos de la Colección, comentar que la precisión de cálculo aportada por el engranaje de siete pasos que la gobierna permite que la desviación sea de tan sólo un día por cada 122,6 años. Obviamente, esta desviación sería la correspondiente a una marcha contínua del guardatiempos, así que, para aquellos casos en los que el reloj se detenga, Lange ha dispuesto de un pulsador del tipo incrustado en la carrura de la caja, entre las 7 y las 8, que permite corregir la indicación en el momento que se desee.
Otro detalle importante en referencia a la indicación de fases de la luna de este Grand Lange 1 es el proceso de revestimiento patentado que Lange utiliza en el disco de esta complicación y que se basa en el principio de interferencia o superposición de reflejos, por el que se absorben todas las componentes de color no azul de la luz diurna y que tiene como resultado un color azul mucho más intenso que el habitual. El contorno de cada una de las más de 300 estrellas con las que se ha decorado el disco se ha perfilado con un láser de alta precisión.
Tres serán las referencias en las que el Moonphase verá la luz: la 139.021 en caja de oro amarillo con dial en plata maciza de color champaña, agujas y hebilla de oro amarillo, y correa de cocodrilo marrón; la 139.032 con el oro rojo como material empleado en la caja, agujas y ardillón, dial plateado y correa de cocodrilo en marrón rojizo y, finalmente, la 139.025 en caja de platino con dial en plata maciza rodiada y agujas en oro también rodiado, complementados con una correa en piel de cocodrilo negra y cierre del tipo hebilla en platino.
El calibre albergado en el interior de esta pieza es el manufactura de remonte manual L095.3 con una frecuencia de oscilación de 21.600 alternancias por hora y una perfecta reserva de marcha de 72 horas (3 días completos) conseguida con tan sólo un barrilete.
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