Cuatro años después de presentar su reloj deportivo insignia, A. Lange & Söhne regresa a Watches and Wonders 2023 con el Odysseus Chronograph. Engañosamente simple, a primera vista parece una nueva versión del sólo hora, pero impulsado por el nuevo calibre L156.1 Datomatic (el primer cronógrafo automático de la firma) prescinde de subesferas para mostrar los tiempos medidos. En cambio, respetando su fuerte identidad visual con las grandes ventanas de día y fecha, el Odysseus Chronograph implementa dos manecillas cronográficas centrales, un revolucionario sistema de puesta a cero y una mayor funcionalidad de los pulsadores.
Lange lanzó el Odysseus el 24 de octubre de 2019, 25 años después de la primera colección que marcó el renacimiento de la firma sajona. El Odysseus fue la interpretación de la firma de lo que debe ser un reloj deportivo de lujo de uso diario, y estaba alojado en una caja de acero de 40,5 mm con esfera azul medianoche, 12 bares de hermeticidad y el calibre L155.1 Datomatic en su interior. En estos tres años largos, A. Lange & Söhne ha versionado el Odysseus en una elegante caja de oro blanco con esfera gris y montado una correa de caucho o cuero en lugar del ancho y ahusado brazalete. En 2022, volviendo a las raíces deportivas de esta pieza, se presentó en titanio con esfera azul hielo y brazalete de titanio. Para este año, va un paso más allá con un fascinante diseño mediante agujas que se aleja de los típicos cronógrafos con subesferas.
Al igual que otros modelos Odysseus, la esfera granulada juega con diferentes capas y texturas para ofrecer profundidad visual. El realce perimetral plateado muestra dos escalas: fracciones de segundo en la circunferencia exterior y minutos/segundos en el interior, con el numeral 60 en rojo haciendo juego con el segundero rojo del cronógrafo y la inscripción «Chronograph» impresa en la esfera. El reborde periférico da paso a un anillo negro acaracolado que contiene los índices luminiscentes aplicados, truncados a las 3 y 9 en punto para acomodar las ventanas de gran tamaño de las funciones de día y fecha, y nuevamente a las 6 en punto para el contador de segundos secundario acaracolado. También tratadas con material luminiscente, las horas y los minutos se leen con las típicas manecillas de Lange en forma de lanceta.
Desde que A. Lange & Söhne retomó la actividad en 1990 ha producido la asombrosa cantidad de 71 movimientos. El calibre que impulsa el Odysseus Chronograph, el L155.1 Datomatic puede ser el más innovador hasta la fecha. Parte del desafío en el desarrollo de este nuevo movimiento de cronógrafo ha sido conservar la arquitectura y estética de la esfera del Odysseus, incluidas las funciones de día y fecha y el pequeño segundero a las 6 en punto. Eso significaba prescindir de los típicos totalizadores a las 3 y las 9 en punto. En cambio, A. Lange & Söhne opta por dos manecillas cronográficas en eje central: la de minutos con una punta en forma de rombo, y la de segundos en color rojo sangre. Un enfoque único, sin duda, pero lo que verdaderamente distingue a este nuevo cronógrafo es la función de puesta a cero.
Cuando se acciona el pulsador de puesta a cero situado a las 4 en punto, el contador de minutos vuelve a su posición inicial de forma habitual, mientras que el segundero rojo cubre toda la distancia recorrida previamente en una fracción de segundo: una revolución completa por cada minuto medido. Si el contador de minutos aún no ha alcanzado la marca de 30 minutos, las dos manecillas se mueven en sentido contrario a las agujas del reloj. Sin embargo, y aquí es donde las cosas se ponen realmente interesantes, si el contador de minutos ha pasado la marca de 30 minutos, ambas manecillas avanzarán a cero en el sentido de las agujas del reloj. A alta velocidad, el segundero del cronógrafo realiza una revolución completa por cada minuto necesario para llegar a la hora completa. Impresionante…
Con una frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por hora), el L155.1 Datomatic ofrece un máximo de 50 horas de reserva de marcha. Por supuesto, no sería un A. Lange & Söhne sin un acabado absolutamente exquisito. Además, se utilizan muchos elementos tradicionales y exclusivos, como las platinas y puentes de alpaca natural, un puente grabado a mano o los engastes de oro fijados con tornillos pavonados. Por otra parte, todas las piezas del mecanismo (incluidas aquellas que ya no se ven cuando el mecanismo está montado) están laboriosamente acabadas, en su mayoría a mano. El rotor está esqueletizado con un parte central en rodio negro y una masa perimetral en platino.
El nuevo movimiento se ha traducido en una caja más ancha y gruesa; el diámetro es ahora de 42,5 mm y el grosor es de 14,2 mm. Aunque es una pena que haya tenido que aumentar de tamaño, el mecanismo está protegido por una caja hermética hasta 120 m y lo suficientemente robusta como para llevar a cabo actividades deportivas. Los acabados de la caja son excepcionales, con superficies mate y bordes biselados que se prolongan hasta las asas y los eslabones del brazalete de acero. Otra ingeniosa solución ha sido maximizar la funcionalidad de los discretos pulsadores a las 2 y 4 horas: si la corona está en su posición normal, controlan la puesta en marcha, la parada y la puesta a cero del cronógrafo. En cambio, si extraemos la corona podremos corregir las funciones del día y de la fecha mediante dichos pulsadores.
El precio del Odysseus Chronograph aún no se conoce (bajo demanda), pero dado que se trata de una edición limitada de solo 100 piezas, las posibilidades de conseguir uno son realmente escasas.
