Cuando A. Lange & Söhne anunció en 2019 su entrada en el exclusivo sector de los relojes deportivos de lujo con el Odysseus, la expectación era máxima, sobretodo porqué no sabíamos qué esperar de una marca tan clásica y tradicional como Lange. Si la mayoría de los aficionados esperaban un reloj que intentara competir con los Nautilus o Royal Oak, la firma sajona decidió elegir su propio camino con un diseño característico y extremadamente único, menos deportivo de lo esperado pero más elegante. Tres años después del debut del Odysseus en acero y de la iteración en oro presentada en 2020, la firma ha lanzado en el Watches & Wonders 2022 una nueva versión en titanio. No es solo el Odysseus más deportivo hasta la fecha, sino que es la primera vez que vemos un A. Lange & Söhne fabricado en este ligero metal.
Cuando descubrimos el Odysseus, mi sensación fue agridulce. En primer lugar, es un reloj muy bien hecho, tanto por su equilibrio, medidas, diseño y acabados, como por su nivel técnico. Pero algo fallaba, y es que a pesar de estar fabricado en acero con brazalete integrado y ofrecer una hermeticidad de 120 metros, el diseño clásico de su esfera (grandes ventanas de fecha y día de la semana, pequeño segundero, diferentes acabados y niveles de altura) va en detrimento de lo que en mi opinión (o mejor dicho, según mis gustos) debería ser un reloj deportivo de lujo. Sencillamente, debemos entenderlo como lo que es, la interpretación coherente de un reloj deportivo bajo el prisma de una firma clásica como A. Lange & Söhne, pero mi subconsciente esperaba algo más de atrevimiento.
Caja y brazalete en titanio
Como hemos comentado, la nueva versión presentada destaca por utilizar el titanio para fabricar la caja y el brazalete, lo que ha implicado reducir su peso un 43% para quedar en 105 gramos, incluido el brazalete. Pero casi tan importante como el mismo metal es su acabado mayoritariamente mate con una tonalidad gris más oscura de lo esperado. Como en los modelos anteriores en que el acabado general era cepillado, se combina con el pulido de los flancos biselados de la caja, de los pulsadores y de los eslabones del brazalete, consiguiendo un drástico contraste que realza aún más sus contornos.
Si el efecto es impactante en la caja, es en el brazalete donde es más llamativo. Con una estructura de cinco eslabones y unido sin tornillos visibles (hemos de ver el reverso del brazalete para descubrir cómo lo han logrado), cada uno de sus elementos ha sido pulido manualmente antes de ser ensamblado, un procedimiento que requiere tal cantidad de tiempo que fue una de las razones por las que la firma decidió limitar la producción del nuevo Odysseus a únicamente 250 unidades.
Además de su fantástica comodidad, el armis se completa con un sistema de ajuste del cierre desplegable de seguridad que permite, presionando el disco central que alberga la firma de la manufactura, modificar su longitud en una horquilla de 7 mm.
La caja mide 40,5 mm de diámetro por 11,1 mm de grosor, y en su carrura derecha destaca un «anexo» protuberante entre las dos y cuatro horas que esconde los dos pulsadores que permiten el ajuste rápido de la fecha y del día de la semana respectivamente. El motivo de dicha estructura, que a primera vista parecen unos protectores de corona, es técnico: asegura el sellado de dichos pulsadores para lograr la mencionada estanqueidad de 120 metros.
La esfera, con pequeños cambios
En primer lugar, la novedad más visible es su frío color azul glaciar, un tono entre azulado y grisáceo que, junto al gris oscuro del titanio, ofrecen una imagen demasiado neutra y sin esa energía visual que sí se conseguía en la primigenia combinación entre acero y esfera azul.
No es el único cambio que podemos encontrar en el dial: el anillo perimetral que contiene los índices horarios aplicados de oro blanco cambia ligeramente su patrón concéntrico. Ahora, las finas líneas en guilloché avanzan en suaves arcos hacia los índices de las horas, lo que las hace parecer como si estuviesen incrustadas, reforzando así su efecto tridimensional.
El realce, biselado, es el único elemento de la esfera que se permite la licencia de renunciar al azul glaciar predominante para mimetizarse con el color del titanio. Los índices de tipo bastón de la escala están transferidos en negro y reforzados en su lectura con numerales arábigos en las posiciones múltiplos de cinco minutos, también en negro excepto el toque transgresor del rojo en el 60, a las doce. Por su parte, las superficies internas de la esfera principal y del subdial del pequeño segundero presentan un acabado granulado.
Las tres agujas implementadas en la esfera son de oro blanco, presentando las de horas y minutos una morfología lanceada y con su eje central recibiendo la misma Super-LumiNova que la aplicada en los índices horarios. A izquierda y derecha del eje central, perfectamente equilibradas, se abren paso las ventanas que revelan las indicaciones del día de la semana y la fecha. Ambas ventanas están confinadas por un discreto marco en oro blanco con sus lados horizontales completamente rectos en tanto que los verticales se comban ligeramente para seguir la curvatura de la caja. Las letras que identifican el día de la semana, así como los numerales que hacen lo propio con la fecha, son de color negro sobre discos en blanco. Debido a ello, las dos indicaciones ganan en protagonismo visual (quizás demasiado) respecto al resto de Odysseus en azul o gris, donde el fondo adquiría el mismo color de la esfera.
Calibre Datomatic L155.1
Desarrollado especialmente para el Odysseus, el Datomatic L155.1es visible a través del fondo de zafiro es el mismo que alimenta las versiones de oro blanco y acero. Este movimiento está integrado por un total de 312 componentes, y su tamaño es de 32,9 mm de diámetro y 6,2 mm de altura. A la vista de estas dimensiones, resulta fácil observar que se adapta de forma impecable a la caja del Odysseus.
La frecuencia de oscilación del volante del Odysseus es de 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y la reserva de marcha disponible es de 50 horas. En esta ocasión, Lange renuncia al tradicional coq en su órgano de regulación para recurrir a un sistema de oscilación con espiral propia y sujeto por un puente de volante grabado a mano y sujeto por dos puntos. Sobre los acabados sólo hace falta decir que mantiene la excelencia habitual de las creaciones de la firma de Gläshutte. El rotor esqueletado es central, de giro unidireccional y con la masa oscilante de platino (más denso y, por tanto, mayor inercia) portando grabado el término DATOMATIC.
El puente del volante, fijo a ambos lados, está grabado a mano, mientras que el típico puente ¾ de la relojería sajona presenta la tradicionales franjas de Glashütte. Además, la platina base ha sido perlada, las aristas biseladas y los tornillos azulados.
Finalmente..
Si estáis interesados en el A. Lange & Söhne Odysseus Titanium hay un dato muy a tener en cuenta: su precio. Sabiendo que la versión en acero tiene un precio de 30.500 € y que la versión en oro blanco sube hasta los 44.500 € (con correa de caucho, eso sí), es difícil entender que en titanio se incremente hasta 55.000 €. Por mucha dificultad añadida que suponga el pulido manual de los eslabones de titanio y que sea una edición limitada a 250 piezas no veo lógico un coste que supone pagar 24.500 € más que la idéntica versión en acero. A ello debo sumarle una paleta cromática que no mejora, sino todo lo contrario, las versiones en acero con esfera azul o en oro blanco y dial gris. ¿Podemos esperar un Odysseus en titanio no limitado, con un color de esfera más acertado y un brazalete de caucho que aligere su precio?.
