Longines Spirit Flyback, a fondo

Gracias a su excelente nivel mecánico y a una actualización estética remarcable, los nuevos Spirit Flyback de Longines son una apuesta segura.

\\ WT REF 90117 Se lee en 4' 45''
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • pinit
  • WhatsApp

Desde su debut a mediados de 2020, la colección Spirit de Longines ha ido creciendo crecido rápidamente hasta convertirse en una de las piedras angulares de la firma de Saint-Imier, apoyándose en una estética deportiva atemporal que no se basa, contrariamente a lo que Longines nos tiene acostumbrados con los Heritage, en una pieza vintage concreta. En los últimos tres años, y después de los iniciales modelos tres agujas (40 y 42 mm) y cronógrafo (42 mm), la línea Spirit se ha ampliado con nuevas versiones en titanio y sin fecha o incluso un tamaño más femenino de 37 mm e implementando la función de segundo huso horario con el Zulu Time GMT.

Longines Spirit Flyback

Pero justo antes de la vorágine del Watches and Wonders, Longines ha lanzado la referencia más importante de la colección, incorporando una de sus complicaciones más históricas: el cronógrafo flyback. Longines fabricó el primer cronógrafo flyback de dos pulsadores en 1925 y ha tenido patentes desde el legendario movimiento 13ZN de 1936. Si bien agregar esta complicación a la línea Spirit ya es por sí mismo un gran paso adelante, la marca aprovecha esta oportunidad para mejorarla estéticamente. Como resultado, el nuevo Longines Spirit Flyback combina un excelente mmecanismo hecho a medida con un atractivo diseño del clásico reloj de piloto, elegante y equilibrado.

Longines Spirit Flyback

Su caja de acero de 42 mm no es precisamente comedida, aunque su diseño consigue que en muñeca no se vea en absoluto desmedido. Su forma general es engañosamente simple, con asas que se estrechan, un ancho biselado pulido que recorre todo el lateral de la carrura y las asas, y un bisel dentado giratorio bidireccional. Si bien son todos elementos que podemos encontrar habitualmente en multitud de relojes deportivos, Longines juega con las proporciones para lograr un equilibrio sorprendentemente compacto.

Longines Spirit Flyback

Una de las quejas más comunes que los aficionados y usuarios vierten sobre Longines es que las asas de sus referencias modernas son excesivamente largas, lo que en muñecas de tamaño contenido puede genera cierto «voladizo» que juega en contra de la ergonomía y resulta antiestético. Afortunadamente, la marca ha reaccionado a ello, y en el Spirit Flyback las asas son más cortas y menos afiladas, rematándolas en un ángulo suave que reduce aún más su longitud aparente.

Longines Spirit Flyback

Del mismo modo, la altura aparente de la carrura queda minimizada gracias al contraste entre el ancho bisel pulido y el suave cepillado general de la caja. Sobre el papel, la caja tiene un grosor total de 17 mm, una medida considerable incluso para los estándares de un cronógrafo de piloto. Sin embargo, su arquitectura logra que en la muñeca se perciba más esbelto.

Longines Spirit Flyback

Más allá de las proporciones, hay una encomiable atención al detalle. Junto a los dos pulsadores pulidos en forma de pistón y una corona mate con la intrincada firma de Longines y su reloj alado, destaca sobremanera el anillo cerámico del bisel. En negro o azul brillante, presenta numerales arábigos cada diez minutos intercalados con índices cuadrados en intervalos de cinco minutos, ambos luminiscentes. Pero lo realmente sorprendente es la inclusión de una escala de minutos mediante una escala de minutos marcada por cuadrados grabados en el bisel cerámico y rellenos en laca negra o azul mate, agregando profundidad visual y rompiendo la uniformidad del brillo cerámico. Longines remata el fondo de caja con un cristal de zafiro. La hermeticidad del reloj es de 10 bar (100 metros).

Longines Spirit Flyback

Al igual que la caja, la esfera negra o azul del Longines Spirit Flyback evoluciona y ofrece un look más cohesivo y equilibrado. Evidentemente sigue conservando los rasgos distintivos de la colección Spirit, como las delgadas manecillas, la escala de segundos en el realce perimetral, el anillo dorado con los índices horarios en forma de diamante acompañado de numerales arábigos aplicados (ambos luminiscentes), y las cinco estrellas aplicadas acompañando las palabras «Flyback» y «Chronometer», esta última corroborando la certificación COSC de su mecanismo (para aquellos que no conozcáis a fondo la historia de Longines, las cinco estrellas en la esfera reflejaban la máxima calidad y fiabilidad de los movimientos de la marca). Pero Longines modifica la mayoría de estos elementos para lograr una mayor armonía.

Longines Spirit Flyback

El cambio más notable es que abandona el tradicional oro amarillo pulido de iteraciones anteriores en favor de un tono bronce más cálido, unificando las manecillas, los anillos de las subesferas, los números aplicados y más, al mismo tiempo que cambia todo el diseño del Spirit en una dirección más vintage, y todo ello sin recurrir a la tradicional solución mediante una luminiscencia beige.

Longines Spirit Flyback

Además, la superficie negra de la esfera adquiere una mayor riqueza de matices gracias a un sutil acabado en rayos de sol. Pero lo que para mí es clave es que Longines se ha decidido por una limpia configuración bicompax con dos subesferas gemelas: la de 30 minutos a las 3 horas y el pequeño segundero a las 9 horas. Inteligentemente, no recortan ninguno de los numerales como sí ocurre en multitud de relojes similares. Además, la ausencia de la fecha (otro punto a favor) resulta decisivo para lograr una perfecta proporcionalidad y simetría. 

En su interior encontramos el calibre L791.4, un cronógrafo flyback de remonte automático suministrado por la empresa hermana del Grupo Swatch, ETA, y fabricado exclusivamente para Longines. Al igual que el resto de mejoras que hemos visto hasta ahora, este mecanismo representa un importante paso adelante para los Spirit. Por supuesto, la compleja y llamativa complicación del cronógrafo flyback es una rareza en sí misma si tenemos en cuenta su precio, pero es que el L791.4 va más allá, ya que incorpora un volante de silicio, una rueda de pilares para controlar el cronógrafo y una precisión avalada por el COSC. Latiendo a 25.500 alternancias por hora, su reserva de marcha alcanza la cifra de 68 horas.

Longines Spirit Flyback

Visualmente, el L791.4 también es un paso adelante, con una atractiva combinación de acabados. No solo la mayoría de los tornillos están azulados, sino que esta tonalidad también luce en la rueda de pilares. La placa base y los puentes exhiben un acabado perlage, mientras que el rotor decorado con una base de ondas arabescas al estilo Omega con un motivo de globo terráqueo grabado dorado y un tornillo central también azulado.

Longines Spirit Flyback

Longines entrega el Spirit Flyback con cuatro opciones: un polivalente brazalete de tres hileras, una desenfadada y deportiva correa NATO en caqui, una de tela azul con pespunte blanco o una clásica correa desplegable de cuero marrón caoba (que quizás resulte demasiado rígida para lograr una buena ergonomía). En correa de cuero, tela o NATO, su precio es de 4.850 €, mientras que si optamos por el siempre recomendable brazalete, se incrementa sólo 100 € hasta situarse en los 4.950 €.

\\ WT REF 90117
  • facebook
  • Tweet
  • Linkedin
  • pinit
  • WhatsApp
, el autor

Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

Dejar una Respuesta